PROGRAMA Nº 1167 | 17.04.2024

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HISTORIA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS (Segunda Parte)

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Los Padres de la Iglesia tomaron la rica Tradición Apostólica sobre el Corazón de Cristo. Comprendían que Cristo tiene un corazón humano, actúa con corazón humano y nos hace capaces de compartir su amor humano y divino. En el siglo XII se destaca Guillermo de Thierry (+1148) quien enseñaba la importancia de "entrar de lleno en el Corazón de Jesús, en el Santo de los Santos". Su amigo San Bernardo de Claraval (+1153) enseña que el “traspaso del costado del Señor revela Su bondad y la caridad de su Corazón por nosotros”. San Víctor (+1173) decía que “no se puede encontrar dulzura ni ternura que compare a la del Corazón de Jesús”.

Los cartujos fueron los primeros monjes devotos al Sagrado Corazón. Ludolf de Sajona (+ 1378), escribió: "El Corazón de Jesús fue herido de amor por nosotros, para que, respondiendo a su amor, podamos entrar por esa herida abierta a Su Corazón y allí ser inflamados con Su amor, tal como el hierro puesto al fuego se hace incandescente." El cartujo Lansperguis +1539 es la primera persona conocida por recomendar a la gente el tener la imagen del Sagrado Corazón en un lugar visible para venerarla e inspirar al alma.

Santa Catalina de Siena +1380 preguntó al Señor: "Dulce Cordero sin mancha, tu estabas muerto cuando Tu costado fue abierto. ¿Para que, entonces, permitiste que Tu Corazón fuese de tal forma herido y abierto a la fuerza? Nuestro Señor le respondió. "Por varias razones, de las que te diré la principal. Mis deseos hacia la raza humana eran infinitos y el tiempo actual de sufrimiento y tortura estaban al terminar. Ya que mi amor es infinito, yo no podía por este sufrimiento manifestarte cuanto te amo. Es por ero Yo quise revelarte el secreto de mi corazón, permitiéndote verlo abierto, para que puedas entender que te amé mucho mas de lo que te podía probar por un sufrimiento que ha terminado"

Después de las divisiones de la Iglesia en el siglo XVI, el jesuita (San Pedro Canisio SJ, +1597) y otros fueron impulsados por el amor al Corazón de Jesús a la renovación de la Iglesia. (San Francisco de Sales +1622, obispo y doctor de la Iglesia atribuía la fundación de la Visitantinas a la "obra de los Corazones de Jesús y María") y (Santa Juana de Chantal +1641 dijo: "Que el Señor nos de la gracia para vivir y morir en el Sagrado Corazón"). Ambos amantes del Corazón de Jesús cofundaron la orden de la Visitación. Una de sus novicias recibiría las apariciones del Sagrado Corazón que impulsará la devoción por el mundo entero.

Pero fue en el siglo XVII cuando la devoción al Corazón de Jesús se llega a propagar de manera sin precedentes. El gran santo y fundador, (Juan Eudes +1680), une la devoción al Corazón de Jesús a la del corazón de María Santísima, dos amores, dos corazones inseparables. Fue el primero que organizó y celebro las fiesta a del Corazón de Jesús y el Corazón de María. Por la misma época Santa Margarita María de Alocoque +1690, novicia de la Visitación, recibe apariciones de Jesús quien le muestra Su Corazón y le comunica mensajes que transformaron su vida. En la primera de las apariciones, el 27 de diciembre de 1673, Jesús le comunicó:

“Mi Corazón divino está tan apasionado de amor por los hombres, y por ti en particular, que al no poder contener en sí las llamas de su ardiente caridad, hay que transmitirlas con todos los medios. Mira este corazón mío, que a pesar de consumirse en amor abrasador por los hombres, no recibe de los cristianos otra cosa que sacrilegio, desprecio, indiferencia e ingratitud, aún en el mismo sacramento de mi amor. Pero lo que traspasa mi Corazón más desgarradoramente es que estos insultos los recibo de personas consagradas especialmente a mi servicio”.

Jesús le ordena a Sta. Margarita a propagar estos mensajes lo cual ocurre con la ayuda de (San Claudio de la Colombiere SJ +1682), quien providencialmente llega a ser su director espiritual. Desde el pequeño convento en Paray Le Monial, Jesús dispuso que el amor de su corazón se propagase hasta los confines de la tierra. A través de San Claudio, los jesuitas fueron llamados por Dios para colaborar con las visitantinas en la propagación de la devoción al Corazón de Jesús y la formación de apóstoles. Las asociaciones del Sagrado Corazón llegaron a ser muchos miles y se divulgaron libros e imágenes por todo el mundo. También muchas congregaciones religiosas desde ese tiempo adoptaron la devoción.

El siglo XX, en medio de tantos combates espirituales, fue privilegiado con las apariciones de Jesús a la novicia polaca Santa Faustina +1938. Le reveló Su Corazón radiando rayos rojos y blancos. Le dictó también un diario donde El se da a conocer como La Divina Misericordia. Expresó que el desea derramar la misericordia de Su Corazón sobre toda la humanidad. La oposición fue fuerte. Pero con el asenso del cardenal polaco de su diócesis a la sede de Pedro las cosas cambiaron. Juan Pablo II canonizó a Santa Faustina. Fue la primera canonización del año jubilar 2000. La devoción a la divina misericordia ha tenido una difusión verdaderamente milagrosa. Soy testigo de que la imagen de Jesús de la misericordia se encuentra con frecuencia en los lugares más remotos. Después de la muerte de Santa Faustina se han cumplido muchas de las promesas.

La devoción al Sagrado Corazón en otras iglesias. También ha habido hermanos de otras iglesias que profesan devoción al Corazón de Jesús. Juan Wesley, fundador de los metodistas, en 1819 re-imprimió un libro sobre el Sagrado Corazón. Un detalle a tener en cuenta: Wesley también profesaba amor a la Virgen María.

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