PROGRAMA Nº 1167 | 17.04.2024

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La Orden de San Agustín

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Cuyos miembros se conoce individual y colectivamente como Agustinos (que no debe confundirse con los Canónigos agustinos), es una Orden religiosa mendicante de la Iglesia Católica, fundada por el papa Inocencio IV en el siglo XIII (1244), ante la necesidad de unificar una serie de comunidades de monjes en la Toscana (Italia) que siguieran las directrices conocidas como la Regla de San Agustín, dictadas por San Agustín de Hipona (fallecido en 430).

El nacimiento de la Orden tuvo lugar en el mes de marzo de 1244 en Roma. El cardenal Ricardo Degli Annibaldi, delegado del Papa Inocencio IV, dirigió la unión de diversos grupos de eremitas de vida cenobítica diseminados por la región de Tuscia, aceptando todos ellos la Regla de San Agustín y la forma de vida que en ella se propone.

Unos meses antes, en 1243, cuatro ermitaños (Esteban de Cataste, Hugo de Corbaria, Guido de Rosia y Pedro de Lupocavo) en representación de los grupos de eremitas situados en la antigua Tuscia, Lacio superior y zonas limítrofes de Umbría (Italia), se habían dirigido al papa Inocencio IV para pedirle una Regla común y un Prior General, según el nuevo estilo de Orden de fraternidad apostólica.

Con todo, Inocencio IV, una vez conocida la propuesta de Esteban, Hugo, Guido y Pedro, en el año primero de su pontificado, determinó la creación de una nueva Orden mendicante, la tercera después de los franciscanos y dominicos, en la Iglesia católica. Dos bulas pontificias, ambas fechadas el 16 de diciembre de 1243, sientan las bases jurídicas de la erección canónica de la Orden de San Agustín.

La bula Incumbit nobis es conocida como la carta fundacional de la Orden de San Agustín. Ordena que los eremitas de Tuscia, envíen uno o dos representantes de cada casa al Capítulo General, profesen “la regla y el género de vida del bienaventurado Agustín”, redacten las Constituciones y elijan un Prior General. La reunión tuvo lugar en marzo de 1244, en la ciudad de Roma. En ella tuvo lugar la Pequeña Unión de diferentes grupos de eremitas italianos.

Este fue, pues, el lugar y momento histórico de la fundación de la Orden de Ermitaños de San Agustín, conocida también como Orden de San Agustín, Orden Agustiniana o, simplemente, Agustinos. A su vez, en la bula Praesentium vovis, recuerda el Papa las funciones que le corresponden al Cardenal Ricardo Degli Annibaldi en la formación de la nueva Orden religiosa: diligente 'corrector' y 'provisor'.

Una segunda fase en el desarrollo inicial de la Orden se produjo por la agrupación de otras órdenes de ermitaños situados en las regiones centrales y septentrionales de Italia, aunque no profesasen la Regla de San Agustín, como los Guillermitas que tenían la de San Benito a la Orden de San Agustín. Otros grupos de ermitaños que entraron a formar parte de la Orden de San Agustín fueron los de Juan Bueno, los Ermitaños de Santa María de Cesena o Guillermitas, los Ermitaños de Bréttino y los Ermitaños de Monte Favale. A todo este movimiento anexionado se le conoce como La Gran Unión de 1256. Este segundo momento fundacional de la Orden de San Agustín está configurado por la bula Licet Ecclesiae Catholicae, de fecha 9 de abril de 1256.

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