PROGRAMA Nº 1167 | 17.04.2024

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LAS PROFECÍAS DE SAN MALAQUÍAS

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Este arzobispo irlandés, nació en Armagh, Irlanda, en el año1094, y se le recuerda sobre todo por dos series de profecías que supuestamente le fueron reveladas al término de una peregrinación a Roma en el verano de 1140. Malaquías significa “Ángel del Señor”. San Celso le ordenó sacerdote en 1119, y en 1123 fue nombrado abad de Bangor. Un año después alcanzó la dignidad de obispo y, en 1124, de primado de Armagh. En 1127 pasó a ser el confesor del príncipe Cormac MacCarthy de Desmond Guinness, y tras el saqueo de Connor establecería allí una comunidad monástica bajo la tutela de Cormac, ya rey. Al morir san Celso, es nombrado arzobispo de Armagh 1132 no sin pasar por varias intrigas.

Hombre de gran celo religioso, su amigo, san Bernardo de Claraval, nos recuerda que Malaquías restauró la disciplina en el seno de la Iglesia de Irlanda, persiguió el paganismo y restableció la moral católica. Dividió la sede pastoral entre Down y Connor, quedándose en la primera, donde establecería un priorato. A principios de 1139 viaja a Roma pasando por Escocia, Inglaterra y Francia, donde visitó a San Bernardo. Su intención era pedirle al Papa Inocencio II palios para las sedes apostólicas de Armagh y Cashel. Malaquías se encuentra con una situación espantosa en Roma, totalmente corrupta y con el Papado a merced de los señores italianos. Es en estos momentos cuando parece tener sus visiones proféticas, que imbuyeron gran moral al Papa al hacerle sentir que la Iglesia Católica de Occidente no estaba aún en sus últimos momentos. Volvió a su tierra natal con los dos palios y la dignidad de primado de Irlanda.

En 1142, estableció la gran Abadía de Mellifont. Quiso volver a Roma en 1148, pero hallándose en Clairvaux cayó enfermo y murió en las manos de su amigo san Bernardo. Se le atribuyen múltiples milagros. Fue canonizado por el Papa Clemente III el 6 de julio de 1199. Respecto a lo que señaláramos sobre las visiones o profecías estas se dividen en dos textos. Las profecías de san Malaquías son dos textos que le fueron revelados durante el término de una peregrinación hacia Roma en 1140. No obstante, ambos escritos se dieron a conocer siglos después —cuando muchos de los sucesos predichos ya habían sucedido—, por lo que se han establecido serias dudas sobre su autenticidad. El hecho de que su íntimo amigo san Bernardo de Claraval, autor de la Vida de san Malaquías, no las mencione refuerza la tesis de que puedan ser una falsificación posterior (si bien es cierto que en su Breviario indica que gozaba del don de la profecía, sin entrar en más detalles). No obstante, es famosa en todo el mundo su atribuida Profecía de los papas, normalmente considerada de carácter apocalíptico.

La primera profecía de san Malaquías hace referencia a los sucesos futuros de su tierra natal, Irlanda. Su redacción, muy distinta a la de la segunda, predice que Irlanda caerá en manos de los ingleses y sufrirá persecuciones y calamidades de todo tipo durante «una semana de siglos». Transcurrido este tiempo, será «liberada de sus opresiones», que sufrirán toda clase de castigos terribles, y entonces Irlanda desempeñará un papel prioritario en la conversión de Inglaterra al catolicismo. Esta profecía es en apariencia extraordinaria, dado que Malaquías murió siglos antes de que surgiera el anglicanismo e Inglaterra lo asumiera. La primera noticia que tenemos sobre ella nos la da Dom Mabillon, un monje benedictino francés del siglo XVII, según él de un antiguo manuscrito -perdido- preservado en Clairvaux.

La segunda profecía aparecería antes: para ser exactos, en el Lignum Vitæ, publicado por otro monje benedictino francés, Arnold de Wyon, en 1595. Un erudito en la historia de su Orden, dedicó este libro al Rey de España Felipe II, y es en esencia una biografía colectiva de los benedictinos elevados a la dignidad episcopal. Tras unos párrafos sobre la figura de Malaquías, termina diciendo: “Escribió varios opúsculos. Hasta el día de hoy no he tenido ocasión de ver ninguno, exceptuando una profecía relacionada con los soberanos pontífices. Puesto que es muy breve, y que yo sepa no ha sido dada a imprimir todavía, y dado que a muchos les complacería conocerla, copio a continuación su contenido”. El texto original estaría o habría estado custodiado en el Archivo Secreto Vaticano durante esos 400 años.

Sigue una serie de 112 pequeños lemas o frases en latín sin numerar haciendo alusión alegórica a los siguientes 112 papas que gobernarían la Iglesia Católica, desde Celestino II (1143-1144) hasta un supuesto Pedro el romano, incluyendo a los antipapas. Se observa que las divisas correspondientes a los papas anteriores a 1595 son mucho menos ambiguas que las sucesivas. El único texto que la Iglesia Católica declara oficialmente como inspirado por Dios sobre el Fin del Mundo es el Apocalipsis de San Juan. No obstante, numerosos santos como Malaquías han tenido visiones proféticas después de este escrito. La Iglesia Católica no ha afirmado ni ha apoyado la veracidad de estas visiones o profecías.

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