14/03
Buenos Aires.- El premio Nobel de la Paz dijo que el hoy papa no fue cómplice ni
tampoco estaba relacionado con la junta militar. Por otra parte, monseñor Jorge
Casaretto, replicó que el ex arzobispo de Buenos Aires "intercedió por
sacerdotes".
Adolfo
Pérez Esquivel, ganador del premio Nobel de la Paz en 1980 y referente
indiscutido de los derechos humanos, negó que el recientemente elegido papa
Jorge tuviese vínculos con la dictadura militar como señalan sus críticos.
Pérez
Esquivel dijo que "hubo obispos que fueron cómplices de la dictadura, pero
Bergoglio no" en declaraciones a BBC Mundo e insistió en que "no hay
ningún vínculo que lo relacione con la dictadura".
Agregó que
"se le cuestiona porque se dice que no hizo lo necesario para sacar de la
prisión a dos sacerdotes, siendo él el superior de la congregación de los Jesuitas. Pero
yo sé personalmente que muchos obispos pedían a la junta militar la liberación
de prisioneros y sacerdotes y no se les concedía".
Por otra
parte, el administrador apostólico de la Diócesis Merlo-Moreno, monseñor Jorge
Casaretto, replicó que el ex arzobispo de Buenos Aires y actual papa
"intercedió por sacerdotes" ante los máximos responsables de la
última dictadura militar, contra la acusación de que fue "cómplice"
del régimen.
Además,
planteó volver a tratarse "como hermanos y no como enemigos", al
tiempo que destacó la labor del ex arzobispo de Buenos Aires que permitió la
multiplicación de los denominados "curas villeros" en los últimos
años.
"Bergoglio
fue interpelado por la Justicia y quedó claro que él intercedió por dos
sacerdotes (durante la última dictadura): uno de ellos murió y el otro mantiene
buenas relaciones con Bergoglio", enfatizó Casaretto.
El actual
Papa fue acusado de haber quitado durante el régimen encabezado por Jorge Rafael Videla, en su
rol de representante distrital de los jesuitas, la licencia eclesiástica a los
sacerdotes de su congregación Orlando Yorio y Francisco Jalics, quienes se
desempeñaban como curas en villas de emergencia.
Casaretto
sostuvo hoy a radio Continental: "Pedimos perdón en su momento porque
muchas de nuestras actitudes no fueron las más justas y las que correspondían
(durante la última dictadura)".
"Y, en
pos de la reconciliación de los argentinos, tanto Bergoglio como todos los
obispos estamos dispuestos a poner más gestos todavía porque queremos que los
argentinos volvamos a tratarnos como hermanos y no como enemigos",
enfatizó el monseñor. Por último, quien fue obispo de San Isidro durante 27
años, destacó la labor del nuevo Papa junto a los denominados "curas
villeros" en los últimos años.
"Fue
un trabajo de largo plazo que se planteó él porque fue formando gente para ese
trabajo y, en este momento, eso está dando muchos frutos porque fue una labor
de larga duración", concluyó.
Fuente:
Diario Río
Negro