La autoridad del catecismo viene de ser instrumento del Magisterio ordinario (Papa, Concilios, Obispos en sus diócesis), que lo emplea para la educación de la fe de los cristianos. Sea redactado materialmente por los depositarios de ese magisterio o lo hagan otros por su encargo o mandato, es su sanción y aprobación la que confiere al catecismo su dignidad eclesial. Es la autoridad la que garantiza la autenticidad del mensaje y la que discierne la oportunidad y la bondad del lenguaje.
martes, 24 de noviembre de 2020
Valor de los Catecismos - 2º Parte
La autoridad del catecismo viene de ser instrumento del Magisterio ordinario (Papa, Concilios, Obispos en sus diócesis), que lo emplea para la educación de la fe de los cristianos. Sea redactado materialmente por los depositarios de ese magisterio o lo hagan otros por su encargo o mandato, es su sanción y aprobación la que confiere al catecismo su dignidad eclesial. Es la autoridad la que garantiza la autenticidad del mensaje y la que discierne la oportunidad y la bondad del lenguaje.


SEGÚN LA BIBLIA ¿EL SOL SE DETUVO EN GABAÓN? Segunda Parte


martes, 17 de noviembre de 2020
LA BATALLA DE LA VUELTA DE OBLIGADO
De esa manera se manejaron muchas veces los europeos, y más en el siglo XIX. Directamente el Parlamento británico se hizo eco de la queja de unos comerciantes ingleses que querían sí o sí vender productos en nuestro territorio y navegar con ellos nuestras aguas. Para nada ingenuo, el canciller argentino Arana decía ante la legislatura: “¿Con qué título la Inglaterra y la Francia vienen a imponer restricciones al derecho eminente de la Confederación Argentina de reglamentar la navegación de sus ríos interiores? ¿Y cuál es la ley general de las naciones ante la cual deben callar los derechos del poder soberano del Estado, cuyos territorios cruzan las aguas de estos ríos? ¿Y que la opinión de los abogados de Inglaterra, aunque sean los de la Corona, se sobrepondrá a la voluntad y las prerrogativas de una nación que ha jurado no depender de ningún poder extraño? Pero los argentinos no han de pasar por estas demasías; tienen la conciencia de sus derechos y no ceden a ninguna pretensión indiscreta. El general Rosas les ha enseñado prácticamente que pueden desbaratar las tramas de sus enemigos por más poderosos que sean. Nuestro Código internacional es muy corto. Paz y amistad con los que nos respetan, y la guerra a muerte a los que se atreven a insultarlo”.
Pero su Majestad británica, decía una cosa y hacía otra, porque mientras las negociaciones estaban en marcha, la mañana del 20 de noviembre de 1845 desde nuestras costas divisaron las siluetas de cientos de barcos. Algunos de ellos bloquearon el puerto de Buenos Aires nuevamente (ya lo habían hecho los franceses solos en 1838). Lo llamativo entonces fue la conformación de los invasores: se trataba de una flota compuesta por naciones históricamente enemigas, que debutaron entonces como aliadas para imponer sus reglas en nuestras tierras.
La defensa argentina daría risa a cualquier ejército bien pertrechado, se hizo de ingenio criollo y para nada tenía como abastecimiento, las nuevas tecnologías que la revolución industrial le daba a ambas potencias. Los argentinos juntaron tres enormes cadenas para atravesar el imponente Paraná de costa a costa, sostenidas sobre 24 barquitos, diez de ellos cargados de explosivos. Detrás de este dispositivo, esperaba heroicamente a la flota más poderosa del mundo, a bordo y al mando de una goleta, el general Lucio N. Mansilla, cuñado de Rosas y padre del genial escritor Lucio Víctor, que esa mañana, para arengar a las tropas le dijo lo siguiente:
A ver; les dijo: “¡Vedlos, camaradas, allí los tenéis! Considerad el tamaño del insulto que vienen haciendo a la soberanía de nuestra Patria, al navegar las aguas de un río que corre por el territorio de nuestra República, sin más título que la fuerza con que se creen poderosos. ¡Pero se engañan esos miserables, aquí no lo serán! Tremole el pabellón azul y blanco y muramos todos antes que verlo bajar de donde flamea”.
Inmediatamente después, cuando aún unas fanfarrias tocaban estrofas del himno, desde las barrancas del Paraná unas baterías abrieron fuego sobre el enemigo, frenado levemente por las cadenas. Estamos hablando de una lucha claramente desigual, la que sin embargo duró varias horas, hasta que a la tarde la flota franco-inglesa desembarcó y se apoderó de las baterías. Cortaron las cadenas y continuaron su viaje hacia el norte. En la acción murieron doscientos cincuenta argentinos y medio centenar de invasores europeos.
Al conocer los pormenores del combate, San Martín escribió esto, desde Francia: “Bien sabida es la firmeza de carácter del jefe que preside a la República Argentina; nadie ignora el ascendiente que posee en la vasta campaña de Buenos Aires y el resto de las demás provincias, y aunque no dudo que en la capital tenga un número de enemigos personales, estoy convencido, que bien sea por orgullo nacional, temor, o bien por la prevención heredada de los españoles contra el extranjero; ello es que la totalidad se le unirán (…). Por otra parte, es menester conocer (como la experiencia lo tiene ya mostrado) que el bloqueo que se ha declarado no tiene en las nuevas repúblicas de América la misma influencia que lo sería en Europa; éste sólo afectará a un corto número de propietarios, pero a la mesa del pueblo que no conoce las necesidades de estos países le será bien diferente su continuación. Si las dos potencias en cuestión quieren llevar más adelante sus hostilidades, es decir, declarar la guerra, yo no dudo que con más o menos pérdidas de hombres y gastos se apoderen de Buenos Aires (…) pero aun en ese caso estoy convencido, que no podrán sostenerse por largo tiempo en la capital; el primer alimento o por mejor decir el único del pueblo es la carne, y es sabido con qué facilidad pueden retirarse todos los ganados en muy pocos días a muchas leguas de distancia, igualmente que las caballadas y todo medio de transporte, en una palabra, formar un desierto dilatado, imposible de ser atravesado por una fuerza europea; estoy persuadido será muy corto el número de argentinos que quiera enrolarse con el extranjero, en conclusión, con siete u ocho mil hombres de caballería del país y 25 o 30 piezas de artillería volante, fuerza que con una gran facilidad puede mantener el general Rosas, son suficientes para tener un cerrado bloqueo terrestre a Buenos Aires”.
Hasta un enemigo de Rosas, como Juan Bautista Alberdi, impulsor de nuestra constitución nacional, llegó a decir desde Chile, donde estaba exiliado: “En el suelo extranjero en que resido, en el lindo país que me hospeda sin hacer agravio a su bandera, beso con amor los colores argentinos y me siento vano al verlos más ufanos y dignos que nunca. Guarden sus lágrimas los generosos llorones de nuestras desgracias aunque opuesto a Rosas como hombre de partido, he dicho que escribo con colores argentinos: Rosas no es un simple tirano a mis ojos; si en su mano hay una vara sangrienta de hierro, también veo en su cabeza la escarapela de Belgrano. No me ciega tanto el amor de partido para no conocer lo que es Rosas bajo ciertos aspectos. Sé, por ejemplo, que Simón Bolívar no ocupó tanto el mundo con su nombre como el actual gobernador de Buenos Aires; sé que el nombre de Washington es adorado en el mundo pero no más conocido que el de Rosas; sería necesario no ser argentino para desconocer la verdad de estos hechos y no envanecerse de ellos”.
Poner a Rosas a la altura de Bolívar y Washington, parece el típico agrande argentino. Pero comprendamos que era un gobernador de un país periférico que estaba desalojando ingleses, algo que muy pocos en el mundo podían contar, salvo los norteamericanos por su independencia. De hecho, el embajador de Estados Unidos en Buenos Aires, William Harris, le escribió a su gobierno: “Esta lucha entre el débil y el poderoso es ciertamente un espectáculo interesante y sería divertido si no fuese porque (…) se perjudican los negocios de todas las naciones”.
En pocas palabras, lo sucedido en la Vuelta de Obligado, obligó a los europeos a reconsiderar toda propuesta de invasión…por lo costoso de planificar y realizar tamaña empresa, vista la capacidad e ingenios demostrados en la resistencia…
Inglaterra ordena el fin del bloqueo en 1847, y los franceses lo hicieron un año después. Una vez más el propio San Martín felicitó a Rosas por su firme resistencia, según quedó escrito en un apartado especial en su testamento donde dijo lo siguiente: “El sable que me ha acompañado en toda la guerra de la independencia de la América del Sur le será entregado al general Juan Manuel de Rosas, como prueba de la satisfacción que, como argentino, he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla”.


miércoles, 11 de noviembre de 2020
LA CARTA DE LA TIERRA-Parte 2
Principios:
Principio Primero: Respeto y cuidado de la comunidad de la vida.
Numeral 1: Respetar la Tierra y la vida en toda su diversidad.
a)- Reconocer que todos los seres son interdependientes y que toda forma de vida independientemente de su utilidad, tiene valor para los seres humanos.
b)- Afirmar la fe en la dignidad inherente a todos los seres humanos y en el potencial intelectual, artístico, ético y espiritual de la humanidad.
Numeral 2: Cuidar la comunidad de la vida con entendimiento, compasión y amor.
a)- Aceptar que el derecho a poseer, administrar y utilizar los recursos naturales conduce hacia el deber de prevenir daños ambientales y proteger los derechos de las personas.
b)- Afirmar, que a mayor libertad, conocimiento y poder, se presenta una correspondiente responsabilidad por promover el bien común.
Numeral 3: Construir sociedades democráticas que sean justas, participativas, sostenibles y pacíficas.
a)- Asegurar que las comunidades, a todo nivel, garanticen los derechos humanos y las libertades fundamentales y brinden a todos la oportunidad de desarrollar su pleno potencial.
b)- Promover la justicia social y económica, posibilitando que todos alcancen un modo de vida seguro y digno, pero ecológicamente responsable.
Numeral 4: Asegurar que los frutos y la belleza de la Tierra se preserven para las generaciones presentes y futuras.
a)- Reconocer que la libertad de acción de cada generación se encuentra condicionada por las necesidades de las generaciones futuras.
b)- Transmitir a las futuras generaciones valores, tradiciones e instituciones, que apoyen la prosperidad a largo plazo, de las comunidades humanas y ecológicas de la Tierra.
Para poder realizar estos cuatro compromisos generales, es necesario:
Principio Segundo: Integridad ecológica
Numeral 5: Proteger y restaurar la integridad de los sistemas ecológicos de la Tierra, con especial preocupación por la diversidad biológica y los procesos naturales que sustentan la vida.
a)- Adoptar, a todo nivel, planes de desarrollo sostenible y regulaciones que permitan incluir la conservación y la rehabilitación ambientales, como parte integral de todas las iniciativas de desarrollo.
b)- Establecer y salvaguardar reservas viables para la naturaleza y la biosfera, incluyendo tierras silvestres y áreas marinas, de modo que tiendan a proteger los sistemas de soporte a la vida de la Tierra, para mantener la biodiversidad y preservar nuestra herencia natural.
c)- Promover la recuperación de especies y ecosistemas en peligro.
d)- Controlar y erradicar los organismos exógenos o genéticamente modificados, que sean dañinos para las especies autóctonas y el medio ambiente; y además, prevenir la introducción de tales organismos dañinos.
e)- Manejar el uso de recursos renovables como el agua, la tierra, los productos forestales y la vida marina, de manera que no se excedan las posibilidades de regeneración y se proteja la salud de los ecosistemas.
f)- Manejar la extracción y el uso de los recursos no renovables, tales como minerales y combustibles fósiles, de forma que se minimice su agotamiento y no se causen serios daños ambientales.
Numeral 6: Evitar dañar como el mejor método de protección ambiental y cuando el conocimiento sea limitado, proceder con precaución.
a)- Tomar medidas para evitar la posibilidad de daños ambientales graves o irreversibles, aun cuando el conocimiento científico sea incompleto o inconcluso.
b)- Imponer las pruebas respectivas y hacer que las partes responsables asuman las consecuencias de reparar el daño ambiental, principalmente para quienes argumenten que una actividad propuesta no causará ningún daño significativo.
c)- Asegurar que la toma de decisiones contemple las consecuencias acumulativas, a largo término, indirectas, de larga distancia y globales de las actividades humanas.
d)- Prevenir la contaminación de cualquier parte del medio ambiente y no permitir la acumulación de sustancias radioactivas, tóxicas u otras sustancias peligrosas.
e)- Evitar actividades militares que dañen el medio ambiente.
Numeral 7: Adoptar patrones de producción, consumo y reproducción que salvaguarden las capacidades regenerativas de la Tierra, los derechos humanos y el bienestar comunitario.
a)- Reducir, reutilizar y reciclar los materiales usados en los sistemas de producción y consumo y asegurar que los desechos residuales puedan ser asimilados por los sistemas ecológicos.
b)- Actuar con moderación y eficiencia al utilizar energía y tratar de depender cada vez más de los recursos de energía renovables, tales como la solar y eólica.
c)- Promover el desarrollo, la adopción y la transferencia equitativa de tecnologías ambientalmente sanas.
d)- Internalizar los costos ambientales y sociales totales de bienes y servicios en su precio de venta y posibilitar que los consumidores puedan identificar productos que cumplan con las más altas normas sociales y ambientales.
e)- Asegurar el acceso universal al cuidado de la salud que fomente la salud reproductiva y la reproducción responsable.
f)- Adoptar formas de vida que pongan énfasis en la calidad de vida y en la suficiencia material en un mundo finito.
Numeral 8: Impulsar el estudio de la sostenibilidad ecológica y promover el intercambio abierto y la extensa aplicación del conocimiento adquirido
a)- Apoyar la cooperación internacional científica y técnica sobre sostenibilidad, con especial atención a las necesidades de las naciones en desarrollo.
b)- Reconocer y preservar el conocimiento tradicional y la sabiduría espiritual en todas las culturas que contribuyen a la protección ambiental y al bienestar humano.
c)- Asegurar que la información de vital importancia para la salud humana y la protección ambiental, incluyendo la información genética, esté disponible en el dominio público.


SEGÚN LA BIBLIA ¿EL SOL SE DETUVO EN GABAÓN?-Primera Parte


martes, 3 de noviembre de 2020
PEDRO JOSÉ VACA ES EL NUEVO RELATOR ESPECIAL PARA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

