“Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol… un tiempo para nacer y un tiempo para morir… un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado… un tiempo para matar y un tiempo para curar… un tiempo para demoler y un tiempo para edificar… un tiempo para llorar y un tiempo para reír… un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar… un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas… un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse… un tiempo para buscar y un tiempo para perder… un tiempo para guardar y un tiempo para tirar… un tiempo para rasgar y un tiempo para coser… un tiempo para callar y un tiempo para hablar… un tiempo para amar y un tiempo para odiar… un tiempo de guerra y un tiempo de paz[1]…”
Este texto bíblico del libro del Eclesiastés, en
cierto modo refleja un poco mi humilde labor relacionada a los medios de
comunicación.
“Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa
bajo el sol…” me permito mirar 33 años hacia atrás y recordar a ese niño que
fui haciendo una promesa –como cuando somos niños, que inocentemente hacemos
pero que en cierto modo estamos convencidos en ese momento de la historia que
nos toco vivir- para luego volver al presente y observar que esa promesa tiene
un nombre: EL ALFA Y OMEGA y que en este mes de noviembre de 2007 ha cumplido
14 años de estar en el éter de la radio.
“…un tiempo para llorar y un tiempo para reír…” darle
vida a este programa, personalmente me ha hecho llorar mucho, mantenerlo me ha
costado y me sigue costando, pero también me ha hecho reír, he podido disfrutar
de los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de
nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez
gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo…”[2]
“… un tiempo para abrazarse y un tiempo para
separarse… un tiempo para buscar y un tiempo para perder…” en estos 14 años el
Señor de la Vida y de la Historia me ha puesto en este camino maravilloso de
anunciar la Buena Nueva a través de estos “…maravillosos inventos de la técnica
que, sobre todo en estos tiempos, el ingenio humano, con la ayuda de Dios, ha
extraído de las cosas creadas, la madre Iglesia acoge y fomenta con especial
solicitud aquellos que atañen especialmente al espíritu humano y que han
abierto nuevos caminos para comunicar con extraordinaria facilidad noticias,
ideas y doctrinas de todo tipo. Entre tales inventos sobresalen aquellos
instrumentos que, por su naturaleza, pueden llegar no sólo a los individuos,
sino también a las multitudes y a toda la sociedad humana…”[3].
14 años… donde me he encontrado y he compartido el
micrófono con personas maravillosas, seres humanos que creyeron en este
proyecto y me acompañaron desinteresadamente en este peregrinar dentro de este
fascinante mundo de la comunicación, he aprendido de verdaderos profesionales
–que no son conocidos masivamente ni tampoco en el ámbito religioso- que me
fueron conduciendo, preparando, corrigiendo y amonestando para poder hacer de
esto la comunicación un medio de excelencia.
A lo largo de este tiempo he tenido que dejar en el
camino, me he separado de personas que forjaron a mi lado y fueron dando forma
a EL ALFA Y LA OMEGA, he perdido en lo terreno a amigos que me unía un afecto y
un cariño muy grande pero se que hoy desde la casa del Padre me están dando
letra y me guían para que no desvié la senda fijada.
“… un tiempo para callar y un tiempo para hablar…”
dentro de estos 14 años hubo tiempos donde debimos callar, pero no porque no podíamos
hablar o porque existía algún tipo de censura, sino porque no teníamos el
recurso para poder mantener el programa al aire y debimos callar por un corto
tiempo… para después volver a hablar, para volver a transmitir con un estilo
diferente un mensaje distinto.
“…un tiempo para amar y un tiempo para odiar… un
tiempo de guerra y un tiempo de paz…” a los largo de estos 14 años, he
aprendido a convivir y además hemos podido crecer –tanto el programa como yo- a
compartir con otros programas que no tienen nada en común con EL ALFA Y LA
OMEGA, hemos sufrido tiempos oscuros, llenos de bronca, llenos de
incertidumbre, incomprensiones, donde también llevamos adelante batallas contra
la ignorancia, la arrogancia, la envidia, la hipocresía, las burlas… pero todo eso
fue matizado con tiempos de alegrías, satisfacciones, reconocimientos, apoyos
incondicionales…
“…un tiempo, para escuchar… EL ALFA Y LA OMEGA[4]… en
estos 14 años solo tengo una sola palabra que decir y es GRACIAS, a todos los
que me apoyaron y apoyan hoy, a los que siguen creyendo en EL ALFA Y LA OMEGA y
creen que es posible, aún en el mundo de hoy llevar adelante una empresa como
esta, por eso desearía terminar esta editorial, como lo hacia en las primeras
emisiones del programa: “Me despido de Usted por el triunfo de Cristo Rey, la
referencia Primera y Ultima… El Alfa y la Omega, por María Reina del Cielo y
Estrella de la Nueva Evangelización”.
Alfredo Musante
Director Responsable
Programa radial
EL ALFA Y LA OMEGA
[1] Eclesiastés 3, 1-8
[2] Constitución Pastoral Gaudium Et Spes sobre la
Iglesia en el mundo actual – Proemio 1
[3] Decreto Inter Mirifica sobre los Medios de
Comunicación Social – Introducción - 1
[4] un tiempo, para escuchar… EL ALFA Y LA OMEGA. Este
texto final se lo agregamos a una promo que se ha producido para el programa.