lunes, 25 de septiembre de 2023

Profetas Menores: NAHUM - HABACUC - SOFONÍAS - AGEO - ZACARÍAS – MALAQUÍAS

NAHUM

La vida de Nahúm nos es completamente desconocida, como también la ubicación de Elcós, su ciudad de origen. Con una fuerza lírica que no tiene parangón en la Biblia, este profeta describe y celebra la caída de Nínive, capital del Imperio asirio, ocurrida en el 612 a. C. Durante mucho tiempo, Asiria había sido sinónimo de crueldad y de terror entre los países del cercano Oriente.

Es natural, entonces, que todos los pueblos se alegraran por su caída, y Nahúm es como el portavoz de esa alegría desbordante. Pero su canto de júbilo encierra, a la vez, un himno de alabanza a Dios, el Señor de la historia, que desbarata todas las pretensiones humanas y libera a su Pueblo. Los ejércitos que derrotaron a Nínive, el prototipo del imperialismo opresor y el enemigo tradicional de Israel, eran el instrumento del juicio de Dios, que tarde o temprano castiga a los culpables.

El triunfo definitivo del Señor sobre todas las fuerzas del mal, prefigurado en la ruina de Nínive, y el gozo de los elegidos en la Jerusalén celestial, encontraron su expresión cristiana más elocuente en el libro del Apocalipsis.

HABACUC
Nada de cierto sabemos sobre el autor de este Libro. Como tampoco sobre la fecha de su composición ni sobre los opresores a que se refiere. Parecería que se trata de un levita o de un profeta vinculado al Templo de Jerusalén, y probablemente su oráculo esté dirigido contra los caldeos (1. 6), que en el 587 a. C. destruyeron el reino de Judá. En tal caso, este libro habría sido compuesto alrededor del año 600.

Habacuc no se une al coro de profetas que reprochan al pueblo sus pecados y lo amenazan con el castigo. Lo mismo que Job, él se plantea el problema del mal. Ambos discuten con Dios pero mientras el primero protesta por el triunfo de los malos sobre los buenos, el autor de este oráculo se queja por el triunfo de las naciones paganas sobre el Pueblo de Dios. Por más que Israel sea culpable y merezca el castigo, ¿no son peores los otros pueblos? ¿Cómo puede Dios convertirlos en el instrumento de su castigo?

La respuesta del Señor es un llamado a la paciencia. También las naciones paganas recibirán su merecido. Dios hará justicia a su tiempo. Mientras tanto, el justo “vivirá por su fidelidad” (2. 4). Fundado en la traducción griega de este texto, san Pablo lo refiere a la fe que justifica al hombre, librándolo del pecado y dándole la vida de Dios (Rom. 1. 17; Gál. 3. 11). El mismo texto vuelve a encontrarse en la Carta a los Hebreos, 10, 37-38, dentro de una exhortación a perseverar en la fe.

SOFONÍAS
Fue el primero que hizo oír una voz profética en Judá, después del largo silencio que se había producido durante dos generaciones, una vez que Isaías y Miqueas pronunciaron sus últimos oráculos. El título del Libro sitúa la actividad de este profeta en tiempos del rey Josías (640-609 a. C.) y su predicación tuvo lugar casi seguramente hacia el 630, es decir, un tiempo antes de que aquel rey iniciara su célebre reforma religiosa (2 Rey. 22 - 23).
Ya hacía casi un siglo que Asiria había aniquilado al reino de Israel. También el reino de Judá había sido sometido al vasallaje de aquel poderoso Imperio. Esta dominación política trajo consigo la influencia de los cultos asirios sobre la población del reino del Sur. Frente a la corrupción generalizada y a las prácticas idolátricas, Sofonías aparece como un profeta “justiciero”, que anuncia el “Día del Señor” como un día de ira y de venganza. Pero él no se contenta con reprobar las manifestaciones exteriores del pecado, sino que denuncia sus causas más profundas: el orgullo, la rebeldía y la falta de confianza en Dios.

A todo esto, Sofonías opone una actitud espiritual caracterizada sobre todo por lo pobreza y la humildad del corazón. Es el profeta de los “pobres del Señor”. A ellos se anunciaría siglos más tarde la Buena Noticia de la Salvación (Mt. 11. 5) y ellos serían los “herederos del Reino que Dios ha prometido a los que lo aman” (Sant. 2. 5).

AGEO
Con él comienza el último período profético, el de la época posterior al exilio en Babilonia. Durante este período, el gran tema de los Profetas fue la restauración de Judá, así como el anuncio del castigo divino había sido el tema predominante de los Profetas anteriores al exilio y la consolación de los deportados el de los que ejercieron su actividad profética durante el destierro. Es probable que Ageo, cuyo nombre se menciona junto con el de Zacarías en Esd. 5. 1; 6. 14, perteneciera al grupo de los profetas “cultuales”, es decir, vinculados al servicio litúrgico. Su ministerio comenzó unos quince años después de la colocación de los cimientos del Templo y sin duda no duró mucho tiempo. Todos sus oráculos llevan la fecha correspondiente, y estas fechas van desde agosto a diciembre del 520 a. C.

El libro de Ageo, lo mismo que el de Malaquías, nos ofrece valiosas informaciones sobre la penuria material y espiritual de la comunidad judía a la vuelta del exilio. Pero su mensaje está centrado en la reconstrucción de la Casa del Señor, que había quedado interrumpida. “Hay que construir para el Señor una Morada digna de su Nombre y todo cambiará”, es la consigna que el profeta repite una y otra vez. La “gloria” del segundo Templo será mayor que la del primero, no por el esplendor material del edificio, sino porque hacia él acudirán todos los pueblos con sus riquezas (2. 6-9). Así, Ageo aparece como el continuador de Ezequiel, que veía en el Templo restaurado la fuente de todas las bendiciones mesiánicas. La predicación de Ageo, apoyada por la de Zacarías, impulsó a proseguir con renovado entusiasmo la obra de la reconstrucción, que culminó cinco años más tarde con la fiesta de la Dedicación (Esd. 6. 13-18).

Los oráculos de Ageo concluyen con una promesa hecha a Zorababel, el alto comisionado del gobierno persa para la provincia de Judá. Esta promesa, de claro contenido mesiánico, pone bien en evidencia las esperanzas que había suscitado entre sus compatriotas la presencia de aquel descendiente de David, gran promotor de la restauración civil de la comunidad judía, junto con el sacerdote Josué, el animador de la restauración religiosa.

ZACARIAS
Este Libro consta de dos partes bastante diversas. La primera (caps. 1-8) es la obra del profeta Zacarías, que ejerció su actividad en Jerusalén desde noviembre del 520 a. C. -un mes antes que la concluyera Ageo -hasta diciembre del 518. La segunda es más de un siglo posterior y proviene de uno o varios autores, designados habitualmente con el nombre de Segundo o Déutero Zacarías. Bajo este aspecto, el libro de Zacarías se asemeja al de Isaías, que se divide en tres partes, de autores y épocas diferentes, agrupadas bajo el nombre del gran profeta del siglo VIII.


MALAQUÍAS
Los oráculos que cierran la colección de los escritos proféticos son la obra de un profeta cuyo verdadero nombre nos es desconocido. El nombre Malaquías, que en hebreo significa “mi mensajero” fue puesto como título en el encabezamiento del Libro. Aunque estos oráculos no traen ninguna indicación cronológica, la actividad de Malaquías suele situarse poco antes del 445 a. C., fecha en que Nehemías llegó a Jerusalén para llevar a cabo la reforma política y religiosa de la comunidad judía. Este escrito proporciona datos muy valiosos sobre las condiciones de vida del Judaísmo a mediados del siglo v a. C., corroborando y completando la información que nos dan los libros de Esdras y Nehemías.

Cuando Malaquías desarrolló su actividad profética, el Templo ya estaba reconstruido, pero el culto divino y la conducta de los sacerdotes dejaban mucho que desear. A estos abusos en la práctica del culto se sumaban otros de carácter moral y social. Los ricos oprimían a los pobres, muchos repudiaban a la esposa de su juventud para casarse con mujeres extranjeras y otros consideraban que era inútil servir al Señor, ya que a los malos les va mejor que a los buenos. Todos estos pecados son condenados por Malaquías. Frente a la indiferencia y al escepticismo generalizados, el reafirma decididamente el amor de Dios hacia su Pueblo. Con la misma energía condena los abusos cometidos en el Templo, reprueba los matrimonios con mujeres paganas y exhorta a la fidelidad matrimonial, que encuentra su prototipo en la fidelidad del Señor hacia Israel.

Por último, el profeta anuncia el “Día del Señor”, que purificará a los sacerdotes, destruirá toda injusticia y dará el triunfo a los justos. Esta restauración del orden moral y del orden cultual culminará en el sacrificio perfecto ofrecido al Señor por todas las naciones, que preludia el sacrificio incruento de la Nueva Alianza. En el más célebre de sus oráculos proféticos, Malaquías describe la llegada del Señor, preparada por un misterioso mensajero, a quien el Evangelio identifica con Juan el Bautista, el Precursor de Jesús (Mt. 11. 10).

EL EJERCICIO DE CREER

El ser humano ha sentido desde sus orígenes la imperiosa necesidad de creer en seres superiores. A lo largo de la historia y en todas las culturas, ha habido una presencia constante de creencias en dioses, ángeles, demonios, almas y espíritus. La idea de una vida más allá de la muerte se remonta a miles de años atrás.

Sin embargo, un momento clave en la historia marcó un quiebre significativo: la aparición de un Dios diferente, representado inicialmente como vengativo, pero que luego se reveló como un Dios encarnado en un ser humano: así entra en escena Jesus.

Por eso te dejo tres opciones, tres opciones para comenzar el ejercicio de creer.

1.- No te enrolles con lo que el resto dice y cuestiona del accionar de la divinidad en el mundo.

2.- No dejes que te lleven y te confundan, esas mentes finitas, esos corazones débiles y esos espíritus ignorantes sobre que necesidad tenemos de creer en algo.

3.- Date una oportunidad, Dios está siempre esperando que le mandes un mensaje de WhatsApp, aunque veas que no le clavo un visto, el sabe lo que necesitas y si realmente crees lo que pidas se te dará… no lo dudes…, recuperemos la esperanza.

¡Comencemos a creer de verdad!

El PELADO Investiga
Para ANUNCIAR Informa (AI)
EXPEDIENTE 2
(EMITIDO EN EL PROGRAMA DE RADIO, DEL 11.08.2023)

SAN GERARDO Mª MAYELA


Gerardo nace en 1726 en Muro, pequeña ciudad del Sur de Italia. Tiene la suerte de tener por madre a Benedecta, que le enseñará el inmenso e ilimitado amor de Dios. Se siente feliz porque sabe que Dios está cerca de él, y toda su vida tiene por lema “hacer la voluntad de Dios”, lo que Dios quiere. Con doce años se tiene que hacer cargo de toda la familia, al morir su padre. Se convierte en aprendiz de sastre con uno del lugar que lo maltrata. Tras cuatro años de aprendizaje, justo cuando estaba capacitado para abrir una sastrería propia, entra al servicio del Obispo de Lacedonia, hombre de duro carácter. Los amigos le aconsejan que no acepte aquel puesto, porque todos los sirvientes abandonaban el oficio tras pocos meses. Pero a Gerardo eso no le asusta, y permanece con él hasta su muerte, tres años después. Cuando Gerardo piensa que se trata de la voluntad de Dios acepta cualquier cosa. En este tiempo Gerardo pasa largos tiempos de oración, que se convertirán en la fuente de su propia vida.

En 1745, con 19 años, regresa a Muro estableciéndose como sastre. Su negocio prospera, pero es poco el dinero que gana. Regala prácticamente casi todo lo que tiene. Pone aparte lo que necesita para su madre y sus hermanas, y el resto lo da a los pobres. Para él, la caridad y la solidaridad cotidiana son un constante crecimiento en el amor de Dios. Su deseo de seguir a Cristo le lleva a pedir ser admitido por los Capuchinos, pero su petición es denegada por ser delgado y de débil salud. Los Redentoristas llegan a Muro en 1749. Gerardo participa activamente en la Misión Popular y es conquistado por la vida de los misioneros. Pide ser admitido como miembro del grupo, pero el Superior, Padre Cáfaro, lo rechaza a causa de su salud enfermiza. Tanto insiste Gerardo a los misioneros que, cuando éstos están a punto de marcharse de la ciudad, el Padre Cáfaro aconseja a su familia que lo encierren en su habitación.

Con una estratagema que, en adelante, seguirá encontrando un eco especial en el corazón de los jóvenes, Gerardo anuda las sábanas de la cama y se descuelga por la ventana para seguir al grupo de misioneros. En la mesita deja un mensaje a su madre: “Voy a hacerme santo”. Recorre cerca de 18 kms. hasta alcanzar a los misioneros. “Llevadme con vosotros, dadme una oportunidad; y echadme a la calle si no valgo”, dice Gerardo. Ante tanta insistencia, al Padre Cáfaro envía a Gerardo a la comunidad redentorista de Deliceto, con una carta en que dice: “Les mando a otro hermano, que será inútil para el trabajo…”. Gerardo se enamora total y absolutamente de la forma de vida que San Alfonso, el fundador de los Redentoristas, ha previsto para los miembros de su congregación. Hace su primera profesión como Hermano laico redentorista el 16 de julio de 1752. La etiqueta de “inútil” no le durará mucho. Gerardo desempeña todo tipo de servicios en la comunidad: jardinero, sacristán, sastre, portero, cocinero, carpintero y albañil. Además, sus palabras mueven el corazón de la gente en las misiones, comprometido con el anuncio de la Buena Noticia.

En 1754, Gerardo experimenta una situación dolorosa, que muestra su extraordinaria confianza en Dios. Entre sus buenas obras está la de ayudar a las chicas que quieren ser religiosas. Neria Caggiano es una de estas chicas, pero después de tres semanas en el convento vuelve a casa, frustrada en su intento de ser religiosa. Para explicar su actitud, Neria decide salvar su propia reputación destruyendo a Gerardo. En una carta que dirige a San Alfonso, Neria acusa a Gerardo de mantener un romance con una joven. Gerardo es llamado por San Alfonso para que responda a tal acusación, y en lugar de defenderse, mantiene silencio para no parecer que se excusaba. El tiempo –dicen- pone a cada uno en su sitio, y no hay nada oculto que no llegue a saberse. Durante un año fue apartado de toda relación fuera de la comunidad y privado de participar en la Eucaristía. Pese a todo, confía en Dios y en que la verdad será conocida. Poco tiempo después, Neria enferma gravemente y escribe una carta a San Alfonso confesando que sus acusaciones contra Gerardo eran falsas.

Pocos santos son recordados por tantos milagros como los que se le atribuyen a San Gerardo. Lo más importante eran sus milagros para ayudar a los demás como, por ejemplo, devuelve la vida a un chico que se había caído desde una roca; bendice la escasa cosecha de una familia pobre y les llegará hasta la próxima siega; multiplica el pan que reparte a los pobres; camina sobre las aguas para conducir un barco lleno de pescadores y llevarlo a puerto seguro… Desde el comienzo, se le atribuyen muchos prodigios a favor de las madres, protegiéndolas en el embarazo, ayudándolas a tener un buen parto e inspirándolas en la educación de los niños. Las madres acudían con mucha confianza a él. Gerardo veía en cada nueva vida un don de Dios que se debe cuidar y proteger.

En 1755 le sobreviene una hemorragia junto con disentería. Sobre su puerta pone el siguiente letrero: “Aquí se hace la voluntad de Dios, como Dios quiere y hasta cuando Él quiera”. Muere al amanecer del 16 de octubre de 1755, en la comunidad redentorista de Materdomini. Cuando muere Gerardo, el Hermano sacristán toca la campana a fiesta en lugar de hacerlo con el tañido de difuntos. Se cuentan por millares los que se acercan para pasar ante el cuerpo de “su santo” y para llevarse un último recuerdo del que tantas veces les ha socorrido. Tras su muerte, se producen milagros en toda Italia, todos atribuidos a la intercesión de Gerardo. En 1893, el Papa León XIII lo beatifica, y el 11 de diciembre de 1904 el Papa San Pío X lo canoniza, proclamándolo Santo de la Iglesia Católica.

NUESTRA SEÑORA DE LA RÁBIDA

Muchos años atrás, por el 711, en una pequeña población de pescadores sobre el río Tinto, aldea de Palos, se produce un revuelo. Han llegado noticias del avance de hordas árabe-bereberes. Lo que al principio se había creído una de tantas avanzadas de piratas del África se había convertido en invasión. Pero hay algo más grave aún: es que han destrozado las poderosas huestes godas y desde el Guadalete están avanzando sin cesar. Comienzan a huir los que pueden, a ocultar todos sus bienes en la montaña. Es necesario alejarse del avance de esos piratas. Fue entonces que se pensó en la imagen de la Virgen que estaba entronizada en el monasterio. No es que la historia está conformada por o con leyendas, pero al ser embellecida por las mismas, a veces uno no se resiste a, por lo menos, hablar de ellas.

Ya se sabe que muchos rincones de la historia están repletos de narraciones que, frecuentemente, se apoyan en un hecho real, histórico, embellecido más tarde por la imaginación de los cronistas y comentaristas, hasta que aparece la historia con sus documentos y deshace la poesía, quedando con fríos datos. Vamos a hablar de la imagen de la Virgen de Palos, por estar íntimamente unida a la historia de América, pues se trata de la Virgen de la Rábida. Hace más de mil novecientos años existía en el mismo lugar donde hoy se alza el monasterio de la Rábida un templo romano consagrado a Proserpina, la hija de la diosa Ceres raptada por Plutón al sombrío Tártaro, templo que muy posiblemente fue erigido en homenaje a la hija del emperador Trajano.

Hay una tradición de que, aún en esa época, se realizaba el sacrificio de una doncella junto al río Tinto aledaño, y su cuerpo se traslada procesionalmente hasta el templo. Acabado el paganismo, en el siglo IV se eleva allí un templo cristiano dedicado a san Jorge. Estaba terminándose el edificio cuando se recibió de san Macario, obispo de Jerusalén, una imagen de la Virgen que, entronizada en el lugar principal, pronto recibió fervoroso culto. Cuando en 711 se produce la invasión musulmana, el pueblo que huía determinó depositar la imagen en el fondo del mar, pues siendo de piedra no sufriría ningún daño. Al haber poca profundidad en ese lugar, tenían la esperanza de recuperarla fácilmente. Esta historia, recibida por tradición, es la única que se posee. En la misma crónica de este hecho se dice que en el lugar donde estaba el templo de Proserpina un eremita árabe erigió más tarde su refugio, al que años después los árabes, ya fallecido el morabito, dedicaron para su veneración. El lugar recibió el nombre de "Rábita" entre los mismos árabes, de donde con el tiempo se llamó "Rábida". En Marruecos se denomina actualmente "Rábita" o "Rápita", en el dialecto el país zauía a la antigua "Rapta", que indica, precisamente, "Ermita".

Cuando Alfonso el Sabio, entre 1257 y 1258 se apoderó de la región expulsando a los invasores, los Caballeros Templarios que lo acompañaban en la lucha ocuparon el morabito, el cual entregaron más tarde a los franciscanos. Nos encontramos con una gran laguna entre esa fecha y mediados del siglo XV. De esta última época se conserva, el monasterio antiguo, su iglesia y un claustro. Lo único cierto es que, a mediados del 1400 unos pescadores, al recoger su red, encontraron la imagen ya olvidada. Retornó a su mundo con el nombre de los Milagros, acompañada de hechos juzgados milagrosos, como la solución de la disputa entre la ciudad de Palos y la de Huelva, cada una de las cuales reclamaba la imagen como suya, por estar en el límite de sus jurisdicciones marítimas el lugar de la recuperación. Ya estamos en los momentos en que Colón llega a la Rábida. Está agotado físicamente y muy desmoralizado. Tiene un cuñado y peregrino proyecto por el que sólo recibe, como respuesta, buenas palabras y algunas promesas. La caridad de los franciscanos recoge a Colón y a su hijo, y en la Rábida reposa el cansado peregrino durante varios meses. Y allí profundiza su devoción a Nuestra Señora de la Rábida. En 1485, al fin, recibe contención de la reina Isabel I. Pese a la lucha que aún sostienen con los últimos restos de los musulmanes invasores y a las mil preocupaciones de la reina cruzada, será recibido. Hay algo de misterioso que traza un camino entre esas dos almas. Al despedirse de los generosos frailes, el superior del monasterio, fray Juan Pérez, le dirá: "La gracia de Dios esté con vos y Nuestra Señora de la Rábida te acompañe".

Antes se había realizado una ceremonia en el Monasterio de la Rábida, donde el Gran Almirante se encomendaría al Señor a fin de rogarle buen logro en la espeluznante empresa. Pero iría bien sujeto al mando de la Señora Santa María. El nombre de la capitana era el de "Marigalante", apodada "la Gallega" por haber sido construida en Galicia. El almirante fue quien la bautizó con el nombre de "Santa María". Ya no es necesario continuar con la presencia de Colón en la escena. Conviene, sin embargo, agregar una frase de quien fuera uno de sus marineros, Pedro de las Casas que mas adelante tendrá un hijo que será fray Bartolomé de las Casas, el ingenuo responsable de los orígenes e la leyenda negra, que agrega en sus escritos: "Colón era devotísimo de Nuestra Señora". La Virgen de los Milagros o Santa María de La Rábida, conocida por ambos nombres indistintamente, es la patrona del monasterio y de Palos de la Frontera. La imagen de la Virgen es una escultura de alabastro de pequeño tamaño (unos 54 cm), fechada en el siglo XIV. Es una muestra del gótico-francés, concretamente del manierista y elegante estilo normando, que imprime en la figura una singular curvatura, de manera que cambia de aspecto según se varíe la perspectiva desde donde se contemple. La imagen de la Virgen fue coronada por el Papa Juan Pablo II el 14 de junio de 1993, siendo los Padrinos de la Coronación los Reyes de España, Juan Carlos I y Sofía, representados en su hija la Infanta Cristina. Es la única imagen de la Virgen coronada por el papa polaco en España. Asimismo, recibió el título de "Alcaldesa perpetua de la ciudad".

SAN MIGUEL ARCANGEL

Es uno de los siete arcángeles y está entre los tres cuyos nombres aparecen en la Biblia. Los otros dos son Gabriel y Rafael. La Santa Iglesia da a San Miguel el más alto lugar entre los arcángeles y le llama "Príncipe de los espíritus celestiales""Jefe o cabeza de la milicia celestial". Ya desde el Antiguo Testamento aparece como el gran defensor del pueblo de Dios contra el demonio y su poderosa defensa continúa en el Nuevo Testamento. Muy apropiadamente, es representado en el arte como el ángel guerrero, el conquistador de Lucifer, poniendo su talón sobre la cabeza del enemigo infernal, amenazándole con su espada, traspasándolo con su lanza, o presto para encadenarlo para siempre en el abismo del infierno. La cristiandad desde la Iglesia primitiva venera a San Miguel como el ángel que derrotó a Satanás y sus seguidores y los echó del cielo con su espada de fuego. Es tradicionalmente reconocido como el guardián de los ejércitos cristianos contra los enemigos de la Iglesia y como protector de los cristianos contra los poderes diabólicos, especialmente a la hora de la muerte. El mismo nombre de Miguel, nos invita a darle honor, ya que es un clamor de entusiasmo y fidelidad. Significa "Quién como Dios". Satanás tiembla al escuchar su nombre, ya que le recuerda el grito de noble protesta que este arcángel manifestó cuando se rebelaron los ángeles. San Miguel manifestó su fortaleza y poder cuando peleó la gran batalla en el cielo.

Por su celo y fidelidad para con Dios gran parte de la corte celestial se mantuvo en fidelidad y obediencia. Su fortaleza inspiró valentía en los demás ángeles quienes se unieron a su grito de nobleza: "¡¿Quién como Dios?!" Desde ese momento se le conoce como el capitán de la milicia de Dios, el primer príncipe de la ciudad santa a quien los demás ángeles obedecen. En el Antiguo Testamento, San Miguel aparece como el guardián de la nación hebrea. En el libro de Daniel, Dios envía a San Miguel para asegurarle a Daniel su protección: "Y ahora volveré a luchar con el príncipe de Persia...Nadie me presta ayuda para esto, excepto Miguel, vuestro príncipe, mi apoyo para darme ayuda y sostenerme" Daniel 10-13. "En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran príncipe que defiende a los hijos de tu pueblo" Daniel 12-1. El pueblo del profeta eran los judíos. Por lo tanto, es aceptado que el ángel que el Señor había asignado a los Israelitas en los días de Moisés, para guiarles a través del desierto y llevarlos por las naciones idólatras que destruiría por medio de ellos, es el mismo San Miguel.

En el libro del Exodo el Señor dijo a los Israelitas: “He aquí que yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te conduzca al lugar que te tengo preparado. Pórtate bien en su presencia y escucha su voz: no le seas rebelde, que no perdonara vuestras transgresiones, pues en el esta mi Nombre. si escuchas atentamente su voz y haces todo lo que yo diga, tus enemigos serán mis enemigos y tus adversarios mis adversarios. Mi ángel caminara delante de ti y te introducirá en el país de los amorreos, de los hititas, de los perizitas, de los cananeos, de los jivitas y de los jebuseos; y yo los exterminaré. No te postrarás ante sus dioses, ni les darás culto, ni imitaras su conducta; al contrario, los destruirás por completo y romperás sus estelas. Vosotros daréis culto a Yahveh, vuestro Dios”.
Ex 23-20.

Después de la muerte de Moisés, según la tradición judía, San Miguel altercaba con el diablo disputándose el cuerpo de Moisés. En obediencia al mandato de Dios, San Miguel escondió la tumba de Moisés, ya que la gente y también Satanás querían exponerla para llevar a los Israelitas al pecado de idolatría. San Miguel recibió de Dios el encargo de llevar a término sus designios de misericordia y justicia para su pueblo escogido. Vemos como Judas Macabeos antes de iniciar cualquier batalla en defensa de la ley y del Templo clamaba la ayuda de San Miguel y le confiaban su defensa:

“En cuanto los hombres de Macabeos supieron que Lisias estaba sitiando las fortalezas, comenzaron a implorar al Señor con gemidos y lagrimas, junto con la multitud, que enviase un ángel bueno para salvar a Israel.... Cuando estaban cerca de Jerusalén apareció poniéndose al frente de ellos un jinete vestido de blanco, blandiendo armas de oro. Todos a una bendijeron entonces a Dios misericordioso y sintieron enardecerse sus ánimos” 2 Mac. 11-6

“Tu, soberano, enviaste tu ángel a Exequías, rey de Juda, que dio muerte a cerca de ciento ochenta y cinco mil hombres del ejercito de Senaquerib. Ahora también, Señor de los cielos, envía un ángel bueno delante de nosotros para infundir el temor y el espanto. ¡Que el poder de tu brazo hiera a los que han venido blasfemando a atacar a tu pueblo santo!” 2 Mac. 15-22

En la actualidad, los judíos invocan al Arcángel Miguel como el principal defensor de la sinagoga y como protector contra sus enemigos. En la fiesta de la expiación concluyen sus oraciones diciendo: "Miguel, príncipe de misericordia, ora por Israel". La posición de San Miguel es también muy importante en el Nuevo Testamento donde continúa su poderosa defensa.  Con sus ángeles, el libra la batalla victoriosa contra Satanás y los ángeles rebeldes, los cuales son arrojados del infierno.  Es por eso venerado como guardián de la Iglesia.

"Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Angeles combatieron con el Dragón. También el dragón y sus ángeles combatieron pero no prevalecieron y no hubo ya en cielo lugar para ellos. Y fue arrojado el gran Dragón, la serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero" Apocalipsis 12,7-9

Se nos enseña en la Tradición que San Miguel preside el culto de adoración que se rinde al Altísimo y ofrece a Dios las oraciones de los fieles simbolizadas por el incienso que se eleva ante el altar. La liturgia nos presenta a San Miguel como el que lleva el incienso y esta de pie ante el altar como nuestro intercesor y el portador de las oraciones de la Iglesia ante el Trono de Dios. 

EL IFRIT

IFRIT es una criatura sobrenatural de la cultura árabe, islámica y clasificada como una especie infernal de JINN. Puede ser controlado por los seres humanos, especialmente las brujas y nigromantes, sobre todo para echar maldiciones sobre otras personas, esclavizando así a un IFRIT para lograr sus deseos. Este ser se forma de fuego y humo, y vive en lugares subterráneos devastados por un desastre, guerras, incendios, etc. Viene de generaciones anteriores como tribus y clanes, familias y juega a perturbar a los seres humanos. Tienen el cuerpo en llamas y humo, los IFRITS son inalcanzables por armas humanos, pero susceptible a varios tipos de hechizos. Al igual que muchos tipos de genios, estos pueden ser buenos o malos, sólo que con mayor frecuencia se representa como perversos y malvados, son seres capaces de venganza, matar y hacer sufrir, y la razón principal de su esclavitud es castigar a alguien. Las historias de IFRITS se toman del Corán, a través de la cultura egipcia y árabe. Estas historias se representan como una especie de genio alado y de fuego, y por lo general secuestraban a doncellas y la llevaban a lugares subterráneos, pero son fácilmente engañados por los héroes, y pronto reducidos a cenizas.

En otra tradición dice que los IFRITS se generan a partir de la sangre de una víctima de un delito cuando una virgen ha sido asesinada. Estos seres fueron reportados como capaces de tomar la forma de Satanás. Llamados «LA SEMILLA DE IBLÍS» en LAS MIL Y UNA NOCHES, estos monstruosos genios reciben este nombre (que significa literalmente, «poderosos») porque según la tradición árabe fueron los primeros en ser creados. Se consideran superiores a la raza humana porque, a diferencia del ser humano, creado de arcilla, ellos provenían «del mismísimo vaho de Dios». El más emblemático entre todos ellos es EBLÍS o IBLÍS, «El Mentiroso» (después conocido como SHAITAN), quien se negó a postrarse frente a Adán cuando lo ordenó Allah, porque consideraba al hombre ulterior e inferior, por haber sido creado de la tierra: “Entonces, cuando el Creador lo creó y le dio forma, Él ordenó a los ángeles postrarse ante Adán; y se postraron, pero no Iblís. (Allah) Dijo: “¿Qué te retiene de postrarte cuando te lo ordeno?” Él contestó: “No es mejor que yo: Tú me creaste del fuego, y a él de la arcilla”. Corán, 7:10-12 Según el folclore, los que no están sienten especial resentimiento hacia los humanos, a quienes desean destruir a toda costa, ya que consideraron una gran ofensa el que se les obligara a postrarse ante la obra máxima de Allah (ante Adán), y que algunos mortales como Suleymán (Salomón) encontraran medios mágicos para controlarlos. Incluso cuando están esclavizados y se les mandan tareas, son difíciles de tratar y muestran una actitud irónica y maligna, tratando de tergiversar las órdenes que se les da cada vez que pueden.

Pueden tener muchas apariencias, pero suelen tomar la de un hombre bello o una mujer hermosa. Es muy complicado tratar con ellos. Hay IFRITS de los dos sexos, y al igual que los NEFILIM en la tradición del judaísmo, también pueden sentir atracción por los seres humanos, especialmente los masculinos, los que suelen secuestrar y/o violar a las mujeres que desean. En Las mil y una noches, Suleymán (Salomón), hijo de Daud (David), es considerado el Señor de los IFRIT; y se indica que castigó a los rebeldes que se negaron a seguir la religión de Allah y someterse a su obediencia, encerrándolos en jarrones que tenían un sello de plomo, en el que figura impreso el nombre del Altísimo. La tradición sobre el poder de Salomón sobre los espíritus aparece también en Occidente, dentro de un grimorio antiguo llamado: ARS GOETIAEn sus más benignas formas de comportamiento, suelen ser bromistas y embaucadores. Tienen una miríada de atributos, debido al efecto aglutinante que tuvo la extensión del islam respecto a las leyendas y supersticiones locales de los pueblos islamizados. Pueden ser invisibles o cambiar a voluntad de forma, haciéndose pasar por animales o presentándose con la apariencia de una mujer hermosa para visitar a los hombres por la noche, hacerles el amor y robarles la energía, como si se tratara de súcubos. Pueden también ser dominados a través de un objeto (como la lámpara maravillosa de Aladino) y convertirse así en esclavos de quien posea dicho objeto.

Los genios pueden ser causantes de ciertas formas de locura. La palabra árabe que designa al «loco» es MAYNUN, que etimológicamente significa poseído por los genios. Pueden atravesar sólidas paredes sin dejar de tocar lo material y a los vivos, desplazarse a grandes velocidades, transfigurarse en seres humanos y suplantar a familiares y conocidos. El estado normal de un genio es el de invisible para los humanos, ya que Dios les proporcionó muchas habilidades, pero dificultó de esta forma que pudiéramos relacionarnos normalmente con ellos. Cuenta la tradición que al final de los días esta situación se invertirá y seremos nosotros quienes podamos verlos, obteniendo la ventaja que desde el principio del mundo atesoraron.

domingo, 17 de septiembre de 2023

EL EXORCISMO DE FONTANA


El siguiente archivo sonoro contiene contenido extremadamente impactante, y solicitamos a nuestra audiencia que tome las precauciones necesarias en lo que respecta a la exposición de sus hijos y a su propia sensibilidad emocional mientras lo escuchan.

La fecha de este incidente es el 5 de diciembre de 2009, cuando la Dupla Guzmán y Musante transmitían en vivo su programa en la emisora de radio "FM CRISOL 92.3" en la ciudad de Los Polvorines, Provincia de Buenos Aires, República Argentina. Durante esa transmisión, se narró un escalofriante episodio de una supuesta posesión que involucró al director de la emisora, el Sr. Jorge Daniel Fontana.

La historia que se relata ha dejado una marca imborrable en la memoria de quienes la vivieron y la escucharon en ese momento, y es un testimonio fascinante de lo inexplorado y misterioso que puede esconderse en el mundo de la radio y lo paranormal.

LA SERPIENTE DEL PARAÍSO, SEGUNDA PARTE

Durante siglos, los israelitas sintieron que su Dios era un excelente compañero de viaje y protector en los caminos. Pero cuando empezaron a instalarse en la tierra prometida, en Canaán, y a volverse sedentarios, las cosas empezaron a cambiar. Allí entraron en contacto con la población local, es decir, los cananeos, mucho más evolucionados y desarrollados que ellos.

Ahora bien, los cananeos llevaban siglos instalados en la tierra, y por lo tanto eran completamente sedentarios, conocían muy bien la agricultura, y vivían de los frutos del campo, de las viñas y del producto de sus ganados. El dios de ellos se llamaba Baal y, por supuesto, era el Dios que les proporcionaba las lluvias, la cosecha y la fertilidad de los campos. La forma más común con que lo representaban era la de una serpiente, símbolo de la vida y de la inmortalidad. Baal tenía una compañera femenina, la diosa Asherá, diosa del amor y de la fecundidad.

Según las creencias cananeas, Baal y Asherá mantenían permanentes relaciones para asegurar la fecundidad de la tierra, de los rebaños y de los seres humanos. Por eso todas las fiestas religiosas cananeas estaban relacionadas con la cosecha. ¿Y cómo le rendían culto los cananeos a sus divinidades? Mediante la prostitución sagrada. En efecto, al ser un pueblo eminentemente agrícola, los cananeos pensaban que la fertilidad del campo y el éxito de la cosecha, su principal fuente de vida, dependían de la unión sexual de Baal con su esposa Asherá. Y que había que reproducir, aquí en la tierra, esas mismas relaciones, a fin de mantener la fecundidad. Para ello acondicionaban pequeñas habitaciones al lado del templo, y allí los cananeos actualizaban aquellas relaciones divinas, con prostitutas sagradas que estaban dedicadas a eso en los templos.

En un principio la religión cananea no significó ningún problema para los israelitas. Ellos tenían en claro que sólo Yahvé era su Dios, el que los había sacado de Egipto y los había acompañado a lo largo del desierto durante años, cuidándolos y protegiéndolos. Pero a medida que pasaban los años y se iban sedentarizando, los hebreos empezaron a dudar de que Yahvé les fuera útil. Este Dios, originario del desierto, ¿entendería de las lluvias, los trabajos del campo y la cría del ganado? Este Dios solitario, sin esposa ni experiencia en la fecundidad, ¿Podría ayudarlos a ellos ahora, en su nueva tarea de agricultores? ¿No sería preferible dejarlo y acudir a alguien con mayor experiencia en materia de cosechas, como eran Baal y su esposa?

Además, la religión cananea era muy sencilla y fácil de cumplir. Consistía exclusivamente en ceremonias rituales. No incluía ninguna exigencia moral, ni compromiso personal, ni conversión alguna, ni obligaba a practicar la justicia, el amor o el respeto a los demás. Bastaba con la prostitución sagrada, un rito mágico y supersticioso, para agradar a Dios y obtener la bendición de las cosechas. Semejante religión era más agradable que las duras exigencias de la Ley de Dios. Es fácil, pues, imaginar el serio peligro que la religión cananea comenzó a significar para los hebreos, herederos de la austera religión de Moisés.

Fue así como, poco a poco, si bien Yahvé siguió siendo el gran Dios nacional, a la hora de asegurar la fertilidad del suelo y la regularidad de las lluvias empezaron a volverse hacia la serpiente, símbolo de Baal. Comenzaron a visitar sus templos, a participar de sus ritos, y a introducirse furtivamente en las chozas de las prostitutas sagradas durante las grandes fiestas. El culto a las divinidades de la fertilidad fue, durante siglos, una permanente tentación para los israelitas. A veces con más fuerza, otras con menos, lo cierto es que Baal y Asherá terminaron seduciendo a los israelitas, que honraban a Yahvé, pero rendían culto apasionado a estos otros dioses.

Así estaban las cosas, cuando un escritor anónimo del siglo X decidió escribir un relato (nuestros actuales capítulos 2 y 3 del Génesis), para denunciar los peligros que estaba ocasionando la religión cananea entre sus hermanos israelitas. Según él, la sociedad toda (representada en Adán y Eva) debería estar viviendo en un Paraíso. Y sin embargo vivía en medio de injusticias, hambre, dolores, muerte. Y la causa de todos estos males no era otra que la serpiente, la religión cananea, que llevaba al pueblo a refugiarse en meros ritos exteriores y a olvidar las elevadas exigencias de la Ley de Dios. A buscar la protección de Dios y la felicidad no a través de una vida moral, justa, honesta, al servicio a sus hermanos, sino mediante meras prácticas fetichistas.

¿Y por qué dice el autor del Génesis que la serpiente lleva a “comer del árbol de la ciencia del bien y del mal”? En hebreo decir “el bien y el mal”, equivale a decir “todo”, “todas las cosas”. Y como una de las prácticas cananeas consistía en consultar a los adivinos y hechiceros para conocer las cosas futuras, algo inaudito para un buen israelita que sabía que el futuro del hombre está sólo en manos de Dios y no de un adivino, al pecado del Paraíso lo describe como el de pretender “conocer el bien y el mal”, es decir, todo el futuro del hombre. El autor del Génesis quiso referirse a los males que en su sociedad estaba ocasionando la religión cananea. No habla de un hecho sucedido en los orígenes de la humanidad, ni pretendía culpar a una pareja determinada por los males que existían en el mundo.

Si presenta este pecado como cometido en los orígenes, es para decirle a los lectores que ese pecado (el de seguir a la religión cananea) está en el origen, en la raíz, en la base de todos los otros males sociales. Y les advierte sobre las posibilidades futuras (las de construir un Paraíso), que se están perdiendo por su mal proceder. Con el transcurso de los siglos desapareció la religión cananea, y entonces la serpiente perdió su primitivo sentido y pasó a ser para la mentalidad judía un símbolo del mal, del adversario divino, del pecado.

Cuando en el exilio de Babilonia, siglos más tarde, los israelitas conocieron la figura de Satanás o Diablo, lo identificaron con su antiguo símbolo del mal, la serpiente del Paraíso. Y por eso, novecientos años después del Génesis, el libro de la Sabiduría dice sin problemas: “Por envidia del Diablo entró la muerte en el mundo” (2, 24). Ésta es la primera vez que la serpiente del Paraíso, que en el Génesis representaba a la religión cananea, aparece identificada con el Diablo. Y desde entonces esta idea se popularizó entre nosotros.

El autor del Génesis supo encontrar una respuesta a los grandes males de su tiempo. Descubrió que la pobreza, las injusticias sociales, los problemas laborales, los dramas familiares, la vida misma del pueblo, podrían ser distintas si no anduviesen detrás de aquella serpiente. Denunció, así, la inexcusable responsabilidad de la gente frente a las miserias que se vivían. No era voluntad de Dios la tragedia que envolvía a la sociedad, sino que se debía a que los israelitas se habían volcado hacia la religión de los cananeos. Y peor aún, ellos no parecían percatarse ni ver la gravedad.

La serpiente era una voz seductora que, sin que el pueblo se diera cuenta, lo llevaba a abandonar la Ley de Dios, perdiéndose en el marasmo de la magia y en una religiosidad meramente exterior y fetichista. Hoy el Génesis nos invita a descubrir lo mismo. A hacer una lista de los males que nos rodean, y tomar conciencia de que también a nosotros, subrepticiamente, se nos está colando una serpiente, que con voz seductora habla a nuestro pueblo, a nuestra gente, a nuestros gobernantes, a nuestros dirigentes, para alejarnos de la Ley de Dios.

Que nos lleva a construir una sociedad mezquina, de miseria, de opresión, de injusticias, de niños abandonados, de mujeres sometidas, de hombres sin trabajo, de corrupción social, insolidaria, mientras nos sentimos religiosos porque practicamos devociones y ritos exteriores. Descubrirla a tiempo es el gran desafío. Para desenmascararla, para no escucharla más. Para que por fin amanezca el Paraíso.

LA LEYENDA DE LA PRIMAVERA

Hace mucho tiempo, la Tierra vivía bajo el peso constante del invierno. Sus montes estaban permanentemente nevados y la escarcha quemaba los brotes tiernos de las plantas de los prados. Los hombres conseguían con dificultad el sustento y la vida resultaba sumamente dura. Sucedió entonces que un aguerrido príncipe inca llamado 
SUMAC, decidió luchar contra la naturaleza e invocar a INTI, EL DIOS SOL, para que calentara la Tierra con mayor vigor. Acompañado por hábiles expedicionarios, se dirigió a la cima de las montañas. Durante el peligroso trayecto, muchos de los jóvenes quedaron atrás, y los pocos que siguieron fueron sorprendidos por una tormenta de nieve que bloqueó los caminos, sumiéndolos en la desesperación.

– “Los dioses no nos ayudan, SUMAC, manifestó uno de los hombres al príncipe.
– “Abandonemos esta empresa”.

Pero SUMAC no conocía ni el miedo ni el cansancio; siguió trepando por las cornisas estrechas y congeladas hasta llegar al pico más alto de la montaña. Entonces, con los brazos extendidos, invocó a INTI:

– “Aparece, ¡oh, Señor! y devuelve la vida a nuestra Tierra dormida”.

Diciendo esto, con gran esfuerzo, apartó con las manos, las nubes que tapaban el brillo del sol. Las nubes se deslizaron y permitieron que los rayos del sol despertaran los brotes de la tierra; la nieve derretida comenzó a caer por las laderas hasta llegar a los valles, y éstos, humedecidos, se llenaron de frutos jóvenes. Había nacido la primavera. Desde entonces, aparece una vez por año entre los hombres para despertar a INTI de su sueño invernal con su llegada.

LAS PROFECÍAS DADAS POR NUESTRA SEÑORA DE LA SALETTE

En 1846 la Virgen María se manifestó a dos niños en la
SALETTE, Francia. Dos mensajes secretos entregó ese día, uno a cada niño. El de MAXIMINO nunca fue revelado públicamente por el Vaticano. A continuación esta es la versión escrita por MELANIE en 1879 rememorando el mensaje de 1846. Algunos dicen que en esa época, la niña estaba dolida por el tratamiento que había recibido de la Iglesia. María le dijo: “Esto que yo te voy a decir no será siempre secreto, puedes publicarlo en 1858”. Un extracto del mismo fue publicado en 1879 por MELANIE, con imprimatur del Obispo. En el año 1999, en forma inesperada, el sacerdote francés MICHEL CORTEVILLE encontró en los archivos del Vaticano una caja con los documentos oficiales de las manifestaciones de NUESTRA SEÑORA DE LA SALETTE, fechado en septiembre de 1846, perdidos hacía mucho tiempo. Fue así que pudo defender con éxito la tesis sobre dicho tema en la célebre FACULTAD DE TEOLOGÍA ANGELICUM, de la Orden Dominica en Roma, y posteriormente escribir un libro en colaboración con el P. RENÉ LAURENTIN.

El descubrimiento despertó un gran interés en el mundo cristiano dado que, aunque aprobado por el Papa Beato PÍO IX, el mensaje de LA SALETTE había provocado en su momento una reacción violenta por parte de los enemigos de la Iglesia y también en medios católicos liberales, al punto que se difundieron falsos mensajes. La confusión generada motivó que en 1915 la Santa Sede prohibiera la publicación de toda versión del mensaje, aunque de ninguna manera desalentaba la devoción a NUESTRA SEÑORA DE LA SALETTE.

1. “Melanie, lo que voy a decirte ahora no permanecerá siempre en secreto. Podrás publicarlo en 1858.

2. Los sacerdotes, ministros de mi Hijo, los sacerdotes, por su mala vida, por sus irreverencias y su impiedad al celebrar los santos misterios, por amor del dinero, por amor del honor y de los placeres, los sacerdotes se han transformado en cloacas de impureza.
Sí, los sacerdotes reclaman venganza, y la venganza está suspendida sobre sus cabezas. ¡Desdicha de los sacerdotes y las personas consagradas a Dios que por sus infidelidades y su mala vida crucifican de nuevo a mi Hijo!
Los pecados de las personas consagradas a Dios claman al cielo, y llaman la venganza, y he aquí que la venganza está a sus puertas, pues no hay más nadie para implorar misericordia y perdón para el pueblo.
No hay más almas generosas, no hay más persona digna de ofrecer la Víctima sin mancha al Eterno en favor del mundo.
3. Dios va a golpear de una manera sin ejemplo.
4. ¡Desdichados los habitantes de la tierra! Dios va a agotar su cólera, y nadie podrá sustraerse a tantos males reunidos.
5. Los jefes, los conductores del pueblo de Dios, han descuidado la oración y la penitencia, y el demonio ha oscurecido sus inteligencias.
Se han convertido en esas estrellas errantes que el viejo diablo arrastrará con su cola para hacerlos perecer.
Dios permitirá a la antigua serpiente poner divisiones entre los que reinan, en todas las sociedades y en todas las familias; se sufrirán penas físicas y morales.
Dios abandonará los hombres a sí mismos y enviará castigos que se sucederán durante más de treinta y cinco años.
6. La sociedad está en la víspera de las plagas más terribles y de los más grandes acontecimientos; hay que esperar ser gobernado por una vara de hierro y beber el cáliz de la cólera de Dios.
7. Que el Vicario de mi Hijo, el Soberano Pontífice Pío IX, no salga más de Roma después del año 1859.
Pero que sea firme y generoso, que combata con las armas de la fe y del amor; yo estaré con él.
8. Que desconfíe de Napoleón; su corazón es doble y cuando querrá ser a la vez Papa y emperador, enseguida Dios se retirará de él.
Él es esa águila que, queriendo siempre elevarse, caerá sobre la espada con que deseaba servirse para obligar a los pueblos a elevarle.
9. Italia será castigada por su ambición al querer sacudirse el yugo del Señor de los Señores; también ella será entregada a la guerra, la sangre correrá por todas partes.
Las iglesias serán cerradas o profanadas; los sacerdotes, los religiosos serán expulsados; se los hará morir y morir de una muerte cruel.
Muchos abandonarán la Fe y será grande el número de los sacerdotes y religiosos que se apartarán de la verdadera religión; entre estas personas habrá incluso Obispos.
10. Que el Papa se cuide de los hacedores de milagros pues ha llegado el tiempo en que los prodigios más asombrosos tendrán lugar sobre la tierra y en los aires.
11. En el año 1864, Lucifer con un gran número de demonios serán soltados del infierno: abolirán la fe poco a poco, incluso en las personas consagradas a Dios.
Los cegarán de tal manera, que, a menos de una gracia particular, estas personas tomarán el espíritu de esos ángeles malos.
Muchas casas religiosas perderán enteramente la fe y perderán muchas almas.
12. Los malos libros abundarán sobre la tierra y los espíritus de las tinieblas extenderán en todas partes un relajamiento universal para todo lo que concierne al servicio de Dios.
Tendrán un gran poder sobre la naturaleza; habrá iglesias para servir a estos espíritus.
De un lado a otro serán transportadas personas por estos malos espíritus e incluso sacerdotes, pues ellos no se habrán conducido según el buen espíritu del Evangelio, que es espíritu de humildad, de caridad y de celo por la gloria de Dios.
Se resucitará a muertos y a justos [es decir que esos muertos tomarán la figura de almas justas que han vivido sobre la tierra, con el fin de seducir mejor a los hombres; éstos que se dicen muertos resucitados, que no serán sino el demonio bajo sus figuras, predicarán otro Evangelio contrario al del verdadero Cristo-Jesús, negando la existencia del cielo o aún las almas de los condenados. Todas estas almas parecerán unidas a sus cuerpos] (nota de Melanie).
Habrá en todas partes prodigios extraordinarios puesto que la verdadera fe se ha extinguido y la falsa luz ilumina al mundo. Desdichados los Príncipes de la Iglesia que sólo se hayan ocupado en acumular riquezas sobre riquezas, en salvaguardar su autoridad y en dominar con orgullo.
13. El Vicario de mi Hijo tendrá mucho que sufrir, pues, por un tiempo, la Iglesia será librada a grandes persecuciones.
Esto será el tiempo de las tinieblas; la Iglesia tendrá una crisis terrible.
14. Olvidada la santa fe de Dios, cada individuo querrá guiarse por sí mismo y ser superior a sus semejantes. Se abolirán los poderes civiles y eclesiásticos, todo orden y toda justicia serán pisoteados; sólo se verán homicidios, odio, celos, mentira y discordia, sin amor por la patria ni por la familia.
15. El Santo Padre sufrirá mucho. Yo estaré con él hasta el fin para recibir su sacrificio.
16. Los malvados atentarán muchas veces contra su vida sin poder dañarle; pero ni él ni su sucesor… verán el triunfo de la Iglesia de Dios.
17. Los gobiernos civiles tendrán todos un mismo designio, que será abolir y hacer desaparecer todo principio religioso para hacer lugar al materialismo, al ateísmo, al espiritismo y a toda clase de vicios.
18. En el año 1865 se verá la abominación en los lugares santos; en los conventos, las flores de la Iglesia se pudrirán y el demonio se hará como rey de los corazones.
Que los que están a la cabeza de las comunidades religiosas tengan cuidado con las personas que deben recibir, pues el demonio hará uso de toda su malicia para introducir en las órdenes religiosas personas entregadas al pecado, ya que los desórdenes y el amor de los placeres carnales serán extendidos por toda la tierra.
19. Francia, Italia, España e Inglaterra estarán en guerra; la sangre correrá en las calles, el francés combatirá con el francés, el italiano con el italiano; luego habrá una guerra general que será espantosa.
Por un tiempo Dios no se acordará de Francia ni de Italia, puesto que el Evangelio de Jesucristo no se conoce ya más. Los malvados desplegarán toda su malicia; se matará, se masacrará mutuamente hasta en las casas.
20. Al primer golpe del rayo de su espada las montañas y la tierra entera temblarán de pavor puesto que los desórdenes y los crímenes de los hombres traspasan la bóveda de los cielos.
París será quemada y Marsella será engullida por el mar, muchas grandes ciudades serán sacudidas y engullidas por terremotos: se creerá que todo está perdido.
Sólo se verán homicidios, sólo se oirán estrépito de armas y blasfemias.
Los justos sufrirán mucho; sus oraciones, sus penitencias y sus lágrimas subirán hasta el Cielo y todo el pueblo de Dios pedirá perdón y misericordia, y pedirá mi ayuda y mi intercesión.
Entonces Jesucristo, por un acto de su justicia y de su misericordia, ordenará a sus ángeles que todos sus enemigos sean ejecutados.
De pronto, los perseguidores de la Iglesia de Jesucristo y todos los hombres entregados al pecado perecerán, y la tierra será como un desierto. Entonces se hará la paz, la reconciliación de Dios con los hombres.
Jesucristo será servido, adorado y glorificado; en todas partes florecerá la caridad. Los nuevos reyes serán el brazo derecho de la Santa Iglesia que será fuerte, humilde, piadosa, pobre, celosa e imitadora de las virtudes de Jesucristo.
El Evangelio será predicado en todas partes, y los hombres harán grandes progresos en la fe, porque habrá unidad entre los obreros de Jesucristo y los hombres vivirán en el temor de Dios.
21. Esta paz entre los hombres no será larga; veinticinco años de abundantes cosechas les harán olvidar que los pecados de los hombres son causa de todas las aflicciones que acontecen sobre la tierra.
22. Un precursor del anticristo con sus ejércitos de varias naciones combatirá contra el verdadero Cristo, el único Salvador del mundo; derramará mucha sangre y querrá aniquilar el culto de Dios para hacerse tener como un Dios.
23. La tierra será golpeada por toda clase de plagas (además de la peste y el hambre, que serán generales).
Habrá guerras hasta la última guerra, que será hecha por los diez reyes del anticristo, que tendrán todos un mismo designio, y serán los únicos que gobernarán el mundo.
Antes que esto acontezca habrá una especie de falsa paz en el mundo; sólo se pensará en divertirse.
Los malvados se entregarán a toda clase de pecados, pero los hijos de la Santa Iglesia, los hijos de la fe, mis verdaderos imitadores, crecerán en el amor de Dios y en las virtudes que me son más queridas.
Dichosas las almas humildes conducidas por el Espíritu Santo. Yo combatiré con ellas hasta que lleguen a la plenitud del tiempo.
24. La naturaleza reclama venganza para los hombres, y, esperando lo que debe ocurrir a la tierra manchada de crímenes, se estremece de pavor.
25. Tiembla, tierra, temblad vosotros, los que hacéis profesión de servir a Jesucristo y que por dentro os adoráis a vosotros mismos.
Pues Dios va a entregaros a su enemigo, puesto que los lugares santos se hallan en la corrupción.
Muchos conventos no son más las casas de Dios sino pasturas de Asmodeo y los suyos.
26. Será durante este tiempo que nacerá el anticristo, de una religiosa hebrea, de una falsa virgen que tendrá comunicación con la antigua serpiente, el señor de la impureza; su padre será Ev.
Al nacer vomitará blasfemias, tendrá dientes; será, en una palabra, el diablo encarnado; lanzará gritos terribles, hará prodigios, sólo se alimentará de impurezas.
Tendrá hermanos que, aunque no sean demonios encarnados como él, serán hijos del mal.
A los doce años se señalarán por sus valientes victorias, pronto estará cada uno a la cabeza de ejércitos asistidos por legiones del infierno.
27. Las estaciones se alterarán, la tierra sólo producirá malos frutos, los astros perderán sus movimientos regulares, la luna sólo reflejará una débil luz rojiza.
El agua y el fuego darán al orbe de la tierra movimientos convulsivos y horribles terremotos que engullirán montañas, ciudades, etc.
28. Roma perderá la fe y se convertirá en la sede del anticristo.
29. Los demonios del aire con el anticristo harán grandes prodigios sobre la tierra y en los aires, y los hombres se pervertirán cada vez más.
Dios cuidará de sus fieles servidores y de los hombres de buena voluntad; el Evangelio será predicado en todas partes,
¡Todos los pueblos y todas las naciones tendrán conocimiento de la verdad!
30. Yo dirijo un apremiante llamado a la tierra; llamo a los verdaderos discípulos de Dios viviente y reinante en los cielos.
Llamo a los verdaderos imitadores de Cristo hecho hombre, el único y verdadero Salvador de los hombres.
Llamo a mis hijos, mis verdaderos devotos, aquellos que se han entregado a mí para que los conduzca a mi Hijo divino, aquellos que, por así decir, llevo en mis brazos; aquellos que han vivido de mi espíritu.
Llamo en fin a los apóstoles de los últimos tiempos, los fieles discípulos de Jesucristo que han vivido en desprecio del mundo y de sí mismos, en la pobreza y en la humildad, en el desprecio y en el silencio, en la oración y en la mortificación, en la castidad y en la unión con Dios, en el sufrimiento y desconocidos del mundo.
Es tiempo de que salgan y vengan a iluminar la tierra. Id y mostraos como mis hijos queridos, yo estoy con vosotros y en vosotros con tal vuestra fe sea la luz que os ilumine en estos días de infortunio.
Que vuestro celo os haga como hambrientos de la gloria y del honor de Jesucristo. Combatid, hijos de la luz, vosotros, los pocos que veis, pues he aquí el tiempo de los tiempos, el fin de los fines.

JOHN WILLIAMS

Es un compositor y director de orquesta estadounidense, que ha compuesto varias de las más famosas bandas sonoras de la historia del cine como: Tiburón, E. T.: El extraterrestre, Superman, la saga de películas de Star Wars, Indiana Jones, Parque Jurásico, La lista de Schindler, Memorias de una Geisha, Harry Potter, Inteligencia Artificial entre muchas otras. También ha realizado composiciones musicales para diversos Juegos Olímpicos, numerosas series de televisión y varias piezas de concierto. Williams ha recibido el Óscar de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood en cinco ocasiones y tiene en su poder 48 nominaciones. Es uno de los compositores más reconocidos de música de cine; ha realizado la banda sonora de más de cien películas, sin contar la música para series de televisión.

Las primeras composiciones musicales que realizó en el cine fueron para películas pertenecientes al género de la comedia, como es el caso del filme Cómo robar un millón, protagonizado por Audrey Hepburn y Peter O'Toole. Sin embargo luego de alcanzar el éxito en 1972 con la banda sonora de La aventura del Poseidón, fue encasillado por las empresas cinematográficas como especialista en la composición de música para películas del género cine catástrofe. John Williams ganó fama por su versatilidad a la hora de componer tanto jazz, música para piano, así como música sinfónica. Recibió su primera nominación a los premios Óscar por la banda sonora de la película Valley of the Dolls, de 1967. Ganó su primer premio, un Óscar a la mejor banda sonora, por El violinista en el tejado, en 1971.

En 1974, recibió la propuesta de Steven Spielberg para componer la música de The Sugarland Express, película en la que Spielberg debutaría como director. Spielberg confió en Williams para proveer a sus películas los sonidos que deseaba, por lo que, un año después, volvieron a reunirse, esta vez con motivo de la película Tiburón. Esta exitosa película y su memorable banda sonora le valieron a Williams su segundo Óscar (el primero para Mejor banda sonora original) y sus primeros BAFTA, Globo de Oro y Grammy. En el mismo período, Spielberg le recomendó a John Williams a su amigo y colega George Lucas, que necesitaba un compositor para su ambiciosa película épica espacial, Star Wars.

Williams utilizó una gran orquesta sinfónica (la Sinfónica de Londres), a la manera de Richard Strauss y compositores de la edad de oro de Hollywood, como Erich Wolfgang Korngold y Max Steiner. El tema principal se convirtió en uno de los más popularmente conocidos en la historia de las películas de cine, y temas como el de la princesa Leia y el de la Fuerza son ejemplos del uso de leitmotiv. La película y la banda sonora fueron muy populares; de hecho, la banda sonora vendió más de 4 millones de copias, haciéndolo uno de los álbumes no-pop más exitosos en la historia de la grabación, y la banda sonora sinfónica más vendida de la historia. Con su composición, Williams ganó su tercer Óscar.

Durante los siguientes años, compuso las bandas sonoras de películas como Encuentros Cercanos del Tercer Tipo (1977), Superman, y Tiburón 2, y luego fue llamado para componer la banda sonora de El Imperio contraataca, segunda parte de la trilogía original de Star Wars, donde introdujo la famosa “Marcha Imperial” como tema para el Imperio Galáctico y, principalmente, para Darth Vader. La trilogía concluyó en 1983, con Return of the Jedi, siendo composiciones destacadas de la banda sonora el Tema del Emperador (Emperor's Theme) y Celebración Ewok y Finale.

La llamada Colaboración Williams-Spielberg regresó con Raiders of the Lost Ark (1981), lo que le reportó a Williams otra nominación al Óscar con una banda sonora que cuenta con temas tan famosos como Raiders March, tema principal de Indiana Jones. La colaboración con Spielberg continuó con otra obra maestra del cine: E.T., el extraterrestre (1982), con la cual Williams ganó su cuarto Óscar. Posteriormente realizaron juntos El imperio del Sol, de 1987, y continuó hasta el presente, abarcando desde éxitos de taquilla (Jurassic Park y Saving Private Ryan), y tragedias sombrías (La lista de Schindler), con esta banda sonora, Williams consiguió su, hasta ahora, último Óscar.

En el nuevo milenio, Williams fue llamado para componer la banda sonora de la adaptación al cine de la serie de libros de Harry Potter. Se encargó de la composición en las tres primeras películas de la franquicia. Compuso Hedwig's Theme, pieza característica de la saga que se empleó en todas las cintas. Williams no pudo aceptar el encargo de componer la música para Harry Potter y el cáliz de fuego debido a que ya tenía otras cuatro bandas sonoras que desarrollar en ese año: Múnich, Memorias de una GeishaStar Wars Episodio III: La Venganza de los Sith y La Guerra de los Mundos.

John Williams tiene una amplia variedad de composiciones que abarcan bandas sonoras, conciertos, temas para televisión y obras festivas, entre otras. El estilo más común de las composiciones de Williams suele ser descrito como una forma de neoromanticismo, principalmente con influencias de compositores del romanticismo alemán como Richard Wagner, Max Steiner y Erich Wolfgang Korngold. Al igual que varios compositores de dicho período (principalmente Wagner) hace uso recurrente del leitmotiv; sus leitmotiv han identificado a personajes (por ejemplo la "Marcha Imperial" a Darth Vader, la pieza "Gilderoy Lockhart" a dicho personaje), objetos (el "Tema del Arca" en Raiders of the Lost Ark), criaturas (Fawkes el Fénix, en Harry Potter y la cámara secreta, el tema del Tiburón en la película Tiburón), lugares ("El mar de dunas de Tatooine", en Star Wars), etcétera.