Cuyos
miembros se conoce individual y colectivamente como Agustinos (que no debe
confundirse con los Canónigos agustinos), es una Orden religiosa mendicante de
la Iglesia Católica, fundada por el papa Inocencio IV en el siglo XIII (1244),
ante la necesidad de unificar una serie de comunidades de monjes en la Toscana
(Italia) que siguieran las directrices conocidas como la Regla de San Agustín,
dictadas por San Agustín de Hipona (fallecido en 430).
El
nacimiento de la Orden tuvo lugar en el mes de marzo de 1244 en Roma. El
cardenal Ricardo Degli Annibaldi, delegado del Papa Inocencio IV, dirigió la
unión de diversos grupos de eremitas de vida cenobítica diseminados por la
región de Tuscia, aceptando todos ellos la Regla de San Agustín y la forma de
vida que en ella se propone.
Unos
meses antes, en 1243, cuatro ermitaños (Esteban de Cataste, Hugo de Corbaria,
Guido de Rosia y Pedro de Lupocavo) en representación de los grupos de eremitas
situados en la antigua Tuscia, Lacio superior y zonas limítrofes de Umbría
(Italia), se habían dirigido al papa Inocencio IV para pedirle una Regla común
y un Prior General, según el nuevo estilo de Orden de fraternidad apostólica.
Con
todo, Inocencio IV, una vez conocida la propuesta de Esteban, Hugo, Guido y
Pedro, en el año primero de su pontificado, determinó la creación de una nueva Orden mendicante, la
tercera después de los franciscanos y dominicos, en la Iglesia católica. Dos
bulas pontificias, ambas fechadas el 16 de diciembre de 1243, sientan las bases
jurídicas de la erección canónica de la Orden de San Agustín.
La bula
Incumbit nobis es conocida como la carta fundacional de la Orden de San
Agustín. Ordena que los eremitas de Tuscia, envíen uno o dos representantes de
cada casa al Capítulo General, profesen “la regla y el género de vida del
bienaventurado Agustín”, redacten las Constituciones y elijan un Prior General.
La reunión tuvo lugar en marzo de 1244, en la ciudad de Roma. En ella tuvo lugar
la Pequeña Unión de diferentes grupos de eremitas italianos.
Este
fue, pues, el lugar y momento histórico de la fundación de la Orden de
Ermitaños de San Agustín, conocida también como Orden de San Agustín, Orden
Agustiniana o, simplemente, Agustinos. A su vez, en la bula Praesentium vovis,
recuerda el Papa las funciones que le corresponden al Cardenal Ricardo Degli
Annibaldi en la formación de la
nueva Orden religiosa: diligente 'corrector' y 'provisor'.
Una
segunda fase en el desarrollo inicial de la Orden se produjo por la agrupación
de otras órdenes de ermitaños situados en las regiones centrales y
septentrionales de Italia, aunque no profesasen la Regla de San Agustín, como
los Guillermitas que tenían la
de San Benito a la Orden de San Agustín. Otros grupos de
ermitaños que entraron a formar parte de la Orden de San Agustín fueron los de Juan Bueno , los Ermitaños de
Santa María de Cesena o Guillermitas, los Ermitaños de Bréttino y los Ermitaños
de Monte Favale. A todo este movimiento anexionado se le conoce como La Gran
Unión de 1256. Este segundo momento fundacional de la Orden de San Agustín está
configurado por la bula Licet Ecclesiae Catholicae, de fecha 9 de abril de 1256.