La iglesia,
ubicada en Cisjordania, ha sido declarada patrimonio mundial de la UNESCO. La
elección tuvo objeciones de parte de Estados Unidos e Israel, que lamentaron
que la UNESCO usara el procedimiento de urgencia para tomarla.
La Basílica
de la Natividad es una de las iglesias más antiguas de la cristiandad. Su
inclusión en la lista de los patrimonios del mundo le permitirá obtener ayudas
para su restauración.