Este texto, meticulosamente extractado de diferentes audios, restaurado por inteligencia artificial, ve la luz después de 30 años de silencio en la historia de EL ALFA Y LA OMEGA.
—(…) "Cuando en el año 1993 decidí producir mi primer programa de radio, la sociedad estaba atravesando un momento crucial en cuanto a la espiritualidad. Emergía un movimiento de sincretismo religioso conocido como la Nueva Era, que marcaba una clara separación entre la religión y sus dogmas. Promovía una transformación de la vida espiritual que fusionaba lo ecológico, lo cósmico y la libertad con una experiencia personal de lo divino”.
—(…) “Al buscar distanciarme de lo tradicional en este contexto y adaptarme a la creciente demanda de emisiones sincretistas, elegí el nombre 'El Alfa y la Omega'. Este título se ajustaba a la proliferación de programas en emisoras de radio FM pequeñas sobre esta temática. Mi objetivo era diferenciarme no solo de las producciones de la Nueva Era, sino también, y aún más importante, de los programas de radio exclusivamente católicos. Estos últimos a menudo carecían de estructura sólida y se mostraban caducos, vacíos, efímeros e intrascendentes, con numerosas deficiencias por parte de quienes estaban al frente del micrófono”.
—(…) Este desafío doble me impulsó a elegir un nombre que reflejara mi intención de ofrecer una perspectiva católica única, diferente, amplia, fresca, innovadora y, sobre todo, libre de las restricciones de la estructura eclesiástica”.
—(…) “Y usted que me está escuchando, se pregunta ¿Que significa El Alfa y la Omega? La frase “El Alfa y la Omega”, tomada en sentido metafórico, de las primeras y últimas letras del antiguo alfabeto griego, son símbolos centrales en la tradición cristiana. Representan el principio y el fin, encarnando la eternidad de Dios y Jesucristo. La Biblia, en el Libro del Apocalipsis, proclama: " Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que vendrá, el Todopoderoso" (Apocalipsis 1-8). Referencias similares aparecen en otros pasajes bíblicos, como Apocalipsis 21-6 y 22-13, así como Isaías 44-6”.
—(…) “Este simbolismo se basa en el alfabeto griego, ya que el Nuevo Testamento se escribió en esa lengua. La interpretación cristiana sostiene que Dios es eterno, abarcando el pasado, el presente y el futuro. Su omnipresencia y poder se reflejan en la idea de que Dios es tanto el más pequeño (alfa) como el más grande (omega) en el sistema de numeración griega”.
—(…) “En resumen, El Alfa y la Omega es un recordatorio de la infinitud de Dios y su dominio sobre toda la realidad, desde el principio hasta el final del tiempo. Esta simbología ha sido fundamental en la teología cristiana, recordándonos la trascendencia divina y la presencia constante de Dios en nuestras vidas”.
Alfredo Musante
EDICIÓN DISTÓPICA
30º ANIVERSARIO
08.11.2023
