PROGRAMA Nº 1190 | 25.09.2024

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EL FANTASMA DE SOR TERESA MARGARITA GESTA

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En el corazón de Foligno, Italia, se alza un antiguo monasterio que evoca misticismo, belleza y un inquietante misterio. Este edificio, conocido como el “Monasterio de Santa Ana o de las Condesas”, se destaca como el único de los cinco monasterios originales que aún permanece en pie, ubicado en la histórica Via dei Monasteri.

La historia de este recinto se remonta a sus humildes inicios, cuando fue fundado por Angelina dei Conto di Montegiove e Marsciano. Solo dos años después de su matrimonio, Angelina se convirtió en terciaria y se trasladó a Foligno. Con una devoción apasionada, transformó algunas casas de la Compañía de la Cruz en un monasterio, que ya estaba en funcionamiento en 1388 y que más tarde sería ampliado en varias ocasiones.

El centro de atención de este monasterio es la obra de arte conocida como "ex voto", un agradecimiento por un favor divino otorgado a Segismundo de Conti, secretario del Papa Julio II, quien ordenó su creación. El motivo detrás de esta expresión de gratitud fue un misterioso incidente en el que un objeto no identificado cayó del cielo, pero sin causar daño alguno a la casa de Segismundo en Foligno.

La naturaleza de este objeto caído del cielo es tema de especulación y ha intrigado incluso a ufólogos. Se ha planteado la posibilidad de que fuera un bólido, una explosión de bomba que lanzó una bola de fuego o, simplemente, un rayo. Este enigma convirtió a la Virgen de Foligno en un punto de interés para los amantes de lo desconocido. Originalmente ubicada en Roma, la obra fue trasladada al monasterio de Santa Ana en 1565 por deseo de Anna Conti, una sobrina de Segismundo que se había convertido en monja. Sin embargo, durante la ocupación napoleónica en 1798, la obra fue llevada a París como botín de guerra. No obstante, en 1816, finalmente regresó al monasterio de Foligno y, más tarde, se colocó de forma permanente en la Pinacoteca del Vaticano.

En el contexto de Foligno, la beata Angelina da Marsciano también desempeñó un papel fundamental. Después de quedar viuda, dedicó más de cincuenta años de su vida al servicio de Dios y del prójimo. Fundó la Orden religiosa de los terciarios franciscanos de clausura con el propósito de formar a la juventud femenina.

Hoy en día, el Monasterio de Santa Ana es un destino muy visitado. Según una leyenda, los lamentos de Sor Teresa Margarita Gesta, quien falleció entre los muros del monasterio el 4 de noviembre de 1859, aún resuenan en sus pasillos.
Se dice que su espíritu sigue habitando en la misma habitación que ocupó en vida. Además, se afirma que dejó una misteriosa huella de su mano en una de las puertas del recinto religioso, una marca ardiente de fuego que aún es claramente visible. Junto a esta enigmática impresión, se encuentra una hoja escrita a mano que reza:

“Sor Teresa Margarita Gesta, nacida en Bastia di Corsica el 15 de marzo de 1797, vestida con el hábito religioso en este monasterio de Santa Ana el 22 de febrero de 1826 y fallecida el 4 de noviembre de 1859. Doce días después de su muerte se apareció a una hermana y en testimonio fiel de su apariencia y de las penas que padeció en el Purgatorio, dejó la huella de su mano derecha en esta puerta”.

El Monasterio de Santa Ana, con su historia marcada por la fe, la devoción o los misterios sin resolver, sigue siendo un lugar que atrae a los curiosos y a los creyentes por igual. La misteriosa huella en la puerta y los lamentos de Sor Teresa mantienen vivo el enigma y el aura de misticismo que rodea este lugar histórico en Foligno, Italia.

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El PELADO Investiga
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