OPERACIÓN GARIBALDI fue una acción de INTELIGENCIA DEL SERVICIO SECRETO ISRAELÍ, LA
MOSSAD, llevada a cabo en la ciudad de la zona norte del Gran Buenos Aires
y cabecera del partido de San Fernando en la provincia de Buenos Aires, Argentina,
en mayo de 1960, que consistió en la localización, identificación, secuestro y
posterior traslado ilegal a Israel del fugitivo jerarca nazi ADOLF EICHMANN, este estuvo a cargo de
implementar la “SOLUCIÓN FINAL”, el
plan de ADOLF HITLER para el exterminio
de los judíos en Europa, durante la Segunda
Guerra Mundial. Así, se calcula que fue co-responsable de la muerte de más
de cuatro millones de judíos en campos de exterminio.
El MOSSAD
(Instituto de Inteligencia y Operaciones
Especiales) lo descubre a finales de los 50's y realiza un sociograma
político y social de Argentina y con esto, surge la inquietud de por qué este
país no extraditaría a un criminal de guerra nazi, concluyendo que el gobierno
de FRONDIZI estaba teniendo planteos
militares, que fomentaban la posibilidad de que entre éstos habría informadores
filo nazis que estarían protegiendo a criminales alemanes. En Roma había
logrado obtener una identidad falsa, haciéndose pasar por RICARDO KLEMENT, gracias a la colaboración de la CRUZ ROJA INTERNACIONAL Y MIEMBROS DE LA
IGLESIA CATÓLICA.
Pasó inadvertido hasta 1957, cuando su hijo mayor, NICK, se hizo amigo de una niña llamada SILVIA. Su padre, LOTHAR
HERMANN, era un sobreviviente del HOLOCAUSTO.
Los comentarios antisemitas de NICK
lo hicieron sospechar. HERMANN
escribió una carta, a FRITZ BAUER,
sobreviviente del HOLOCAUSTO y
fiscal jefe de la región alemana de Hesse. BAUER
informó a los israelíes y ellos comenzaron a espiar al supuesto RICARDO KLEMENT. Compararon fotos de
éste con EICHMANN y comprobaron que
eran la misma persona, a través de detalles en las orejas. Fue capturado el 11
de mayo de 1960. “Si te mueves -le
dijo uno de los agentes israelies- recibirás
un tiro en la cabeza”. EICHMANN
contestó en alemán: “Acepto mi destino”.
Al ser trasladado a Israel y ser sometido a un largo juicio, pudieron
comprobarse crímenes de lesa humanidad y fue encontrado culpable de ellos.
Según el criminal de guerra, se sometió a un juicio para evitar que la
humanidad repita tales hechos. Declararon miles de testigos. Se sometió a la
jurisdicción israelí por lo que se llama en un proceso judicial economía
procesal, dado que muchos testigos perjudicados vivían en ese país. Esta
operación clandestina generó un gran debate en la ARGENTINA y una enérgica protesta del gobierno de FRONDIZI, en contra de Israel, llegando
a poner en serio riesgo las relaciones diplomáticas entre ambos países. El
secuestro fue interpretado como una violación flagrante de la soberanía, y éste
fue el motivo por el cual Israel desde un comienzo negó toda responsabilidad en
el hecho.
La explicación oficial del gobierno de Israel era que el secuestro había
sido llevado a cabo por "voluntarios
judíos, algunos de ellos israelíes". Solo en el año 2005 Israel
reconoció oficialmente que la operación fue llevada a cabo por iniciativa del
gobierno y por agentes de sus servicios secretos. Este hecho que ocurrió en la
Argentina configuró un concurso real de delitos, es decir, varios hechos
independientes entre sí conformando una serie de delitos penales. En este caso
se podría encontrar privación ilegítima de la libertad, falsificación de
documentos públicos y traslado ilegal del país o sea su erradicación de la
República Argentina. No obstante los que secuestraron a EICHMANN dependían del servicio de inteligencia exterior israelí,
por lo que estaban actuando bajo el mando de un Estado extranjero.
Tras un largo proceso, que causó gran impacto y controversias en
Jerusalén, EICHMANN fue ejecutado
desnudo en la horca la madrugada del 31
de mayo de 1962, acusado de crímenes contra el pueblo judío. En la
última carta antes de la ejecución, que se puede ver en la biografía de ADOLF EICHMANN, dio gracias y larga
vida a Argentina como le había dado a Austria y Alemania, países en los que
consideraba que había sido feliz. Después de ejecutada la sentencia de muerte,
los ejecutores deciden incinerar el cuerpo para no dejar rastros y permitir
que nadie realice homenajes con respecto a su persona, arrojando sus
cenizas al mar Mediterráneo, fuera de las aguas territoriales del Estado de
Israel.
Hasta hoy, el secuestro y el misterio en torno de la operación han dado
lugar a numerosos libros, películas y reportajes de televisión. El libro más
importante que se escribió de la OPERACIÓN
GARIBALDI, fue La Casa de la Calle
Garibaldi, en el cual el jefe y cerebro máximo de la operación, ISSER HAREL cuenta tal historia como
sus memorias de agente de inteligencia y manifiesta su orgullo ganador en la
operación que tanto él y sus participantes, quienes vivieron las consecuencias
del holocausto judío, vieron su necesidad de hacer justicia por los crímenes
cometidos por ADOLF EICHMANN. La Casa de la Calle Garibaldi, que dio
lugar al título del libro que escribió ISSER
HAREL fue demolida por los familiares de EICHMANN en el año 2001, por lo que en la actualidad es un terreno
baldío ubicado en una de las zonas más precarias de San Fernando.