Jean-Louis Tauran, francés de 67 años, ha sido el cardenal encargado de anunciar el 'Habemus Papam' desde el balcón de la Basílica de San Pedro al ser el llamado 'protodiácono', es decir, el cardenal más antiguo del Colegio Cardenalicio.
La
expresión Habemus Papam, proviene del latín y quiere decir "tenemos
papa", y debe ser enunciada por el cardenal protodiácono: el cardenal diácono
de más alto rango.
Para la
presentación de Benedicto XVI, el 19 de abril de 2005 el protodiácono que
ofició la ceremonia fue el cardenal chileno Jorge Medina Estévez, cuyo anuncio
fue precedido por un saludo en cinco lenguas.
El primer
nombre del sumo pontífice debe ser anunciado en latín, mientras que el apellido
se entrega de forma original.
Todos los
que estaban en la plaza de San Pedro o seguían el momento por televisión han
podido comprobar cómo el responsable de anunciar al nuevo romano Pontífice
Francisco, cardenal Bergoglio, se encontraba muy débil y tembloroso.
La causa
no es otra que una grave enfermedad de Parkinson que sufre Tauran, y que ha
deteriorado su aspecto físico de manera notoria en los últimos tiempos.
El primer
signo de una posible enfermedad se detectó en abril de 2012, cuando cayó enfermo mientras concelebra la misa del
Domingo de Pascua con el Papa Benedicto XVI, y tuvo que ser ayudado a abandonar
el altar para descansar.
Tauran se
sentó junto al altar, y allí permaneció toda la celebración eucarística,
después de haber sufrido un desvanecimiento, que entonces se achacó al calor
que hacía en la Plaza de San Pedro, pero que posteriormente se ha demostrado
que se trataba de un primer aviso del Parkinson que padece.
Nacido en
Burdeos (Francia), Tauran habla castellano, inglés e italiano y es miembro del
cuerpo diplomático del Vaticano desde 1975. De hecho, preside el Pontificio
Consejo para el diálogo interreligioso y, gracias entre otros puntos a su
dilatada experiencia internacional, es el principal encargado de las relaciones
con el mundo musulmán.
El 24 de
noviembre fue nombrado archivero y bibliotecario de la Santa Iglesia Romana,
cargo desde el que debía supervisar los archivos secretos del Vaticano, además
de la librería del Vaticano.
Actualmente
se desempeña como presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo
Interreligioso, y es miembro de la Secretaría de Estado de la Santa Sede, la
Congregación para la Doctrina de la Fe, la Congregación para las iglesias
orientales, Congregación para los obispos, entre otras.