Transcurría el segundo día del cónclave de cardenales que elegiría a Jorge Bergoglio como Sumo Pontífice, cuando un episodio inesperado captó la atención de millones de personas que esperaban el humo blanco.
En
la previa de la segunda fumata, una gaviota se posó sobre la chimenea de la
Capilla Sixtina; el hecho tuvo una repercusión inusitada que provocó incluso
que una persona decidiera crear una cuenta de Twitter del ave.
Cientos
de personas que estaban en la zona del Vaticano fotografiaron el momento, que
fue captado por las cuatro pantallas gigantes que estaban en la plaza de San
Pedro; desde ese mismo instante comenzaron las especulaciones en torno a qué
significado podía tener la imagen del ave sobre la chimenea.
La
primera teoría de los fieles apuntó a que se trataba de una paloma que indicaba
la supuesta presencia del Espíritu Santo (el catolicismo suele representarlo
con esa ave),inspirando la elección papal; de ahí en más se sumó otra decena de
especulaciones que llegó al extremo con la hipótesis de que el pájaro escondía
un mensaje apocalíptico.
Sin
embargo, la Agencia Informativa Catolica Argentina (AICA), órgano de difusión
del arzobispado local, sumó un dato que alimentó el misticismo del mensaje porque,
casualidad o no, podría haber indicado la inminente elección de un Papa
argentino.
"Quienes
no saben distinguir las distintas especies de aves, suponían que era una paloma
(...). En realidad, la aposentada en la chimenea de la fumata era una gaviota
de la especie Larus argentatus", aseguró AICA.
"Larus
es el nombre genérico de las gaviotas, y argentatus hace referencia a su color
blanco, color que en heráldica se llama plata (argentum), lo mismo que el
nombre del país de donde proviene el nuevo papa: Argentina, cuyo nombre se
deriva del Río de la Plata, el río más ancho del mundo, sobre el que se
recuesta la ciudad de Buenos Aires, llamada por ello “La Reina del Plata”, que
hasta este momento era gobernada eclesiásticamente por el nuevo pontífice",
concluyó.
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