La
peregrinación es hacer una visita la Kaaba, una construcción con forma de cubo
que se halla en La Meca, Arabia Saudita, y representa el lugar sagrado y de
peregrinación religiosa más importante del Islam. La primera peregrinación a La
Meca la realizó Mahoma con 1.400 de sus hombres en el año 628, con el objetivo
de restablecer las tradiciones religiosas del profeta Ibrahim (Abraham para los
cristianos), después de que la situación en esta ciudad hubiera degenerado. Según la
tradición musulmana, hace 4.000 años Ibrahim recibió instrucciones de viajar
hacia Arabia con su segunda esposa, Hajira, y su hijo Ismail, para escapar de
los celos de su primera esposa Sara. Ya allí, Alá le pidió al profeta que
dejara a su mujer y su hijo solos, con algo de comida y agua. Pero las
subsistencias se agotaron rápido y Hajira se vio obligada a escalar dos
colinas, conocidas como Safa y Marwa, para buscar ayuda, ya que ella y su hijo
estaban muriendo de hambre y sed.
Agotada,
la mujer se desvaneció y pidió ayuda a Alá. Fue entonces cuando, tras hundir su
pie en la arena Ismail, brotó agua, salvando la vida a ambos. Hajira y su hijo
sobrevivieron vendiendo a los nómadas que pasaban el agua del pozo, conocido
como Zam Zam, a cambio de alimentos, y fue así como los encontró Ibrahim. Alá
le pidió entones a éste que construyera un templo dedicado a él: una pequeña
estructura de piedra conocida como 'Kaaba' (cubo). Con el paso de los siglos,
La Meca se convirtió en una ciudad floreciente pero se apartó de las enseñanzas
del profeta, de ahí el viaje de Mahoma y sus hombres. La
peregrinación a La Meca es uno de los cinco pilares del islam. Todo musulmán
adulto que pueda permitírselo, tanto económica como físicamente, debería
realizar al menos una vez en su vida este viaje a la ciudad santa. Los otros
cuatro pilares del islam son: la profesión de la fe (shahadah), testificando
que solo hay un Dios y Mahoma es su profeta; el rezo (salat) cinco veces al
día, amanecer, mediodía, media tarde, ocaso y noche; el 'zakat', la donación
anual a los pobres y más desfavorecidos, que debería ser del 2,5 por ciento de
su riqueza; y el ayuno durante el mes sagrado del Ramadán.
Ihram: Antes
de comenzar la peregrinación propiamente dicha, el fiel debe hacer una declaración
de intención de que va a realizarlo y cumplir con una serie de requisitos que
demuestran su pureza: debe vestir de riguroso blanco sin ningún tipo de
ornamento (a esta ropa se le llama también 'ihram'), no se puede usar colonia
ni aceites y el baño está permitido pero sin jabones con olores. Además, no se
podrán mantener relaciones conyugales, no se podrán afeitar ni cortar las uñas.
Para hacer esta peregrinación hay que vestir la típica ropa del peregrino que
consiste en dos piezas de tela blanca sin costuras que representan el haber
dejado atrás todas las ataduras mudanas. Una vez
completado el primer paso, los peregrinos se trasladan a Mina el día 8 del mes
de Dhul Hijjah. Una vez aquí deberán esperar hasta el amanecer del día
siguiente para trasladarse hasta el valle de Arafat, una zona abierta a unos 20
kilómetros de La Meca, donde deberán arrepentirse de sus pecados. Los
peregrinos se trasladan a Muzdalifa para pasar la noche, donde deberán reunir
entre 49 y 70 pequeñas piedras. A la mañana siguiente regresan a Mina.
Lapidación
del Diablo. Este ritual, uno de los más importantes, se produce el tercer día
de la peregrinación y consiste en el lanzamiento de siete piedras contra el
mayor de los tres pilares y que simboliza al diablo. Dado que este era uno de
los puntos más peligrosos de todo el proceso, en 2004 se optó por cambiar los
pilares por largos muros con una zona que recoge las piedras a sus pies. Sacrificio
de un animal (Qurbani): se debe proceder al sacrificio de un cordero o una oveja,
cuya carne se distribuirá entre los pobres. Tradicionalmente, los peregrinos
sacrificaban ellos mismos los animales o eran testigos del acto, pero en la
actualidad se pueden comprar unos certificados antes de la peregrinación para
que en la fecha prevista se sacrifique un animal en su nombre. A continuación,
los hombres proceden a cortar sus barbas y las mujeres se cortan un mechón de
pelo.
Siete vueltas a la mezquita
Tawaf:
completado todo lo anterior, los peregrinos regresan a La Meca, donde tiene lugar
otro de los rituales más simbólicos del Hajj. Los peregrinos entran a la Gran
Mezquita (Masjid al Haram) y dan siete vueltas en sentido contrario a las
agujas del reloj en torno a la Kaaba. Al inicio de cada una de las vueltas
deben besar y tocar la Piedra Negra (Hajar al Aswad). Una vez concluido este
proceso, beben agua de Zam Zam. A
continuación, realizan el recorrido por las colinas de Safa y Marwa y regresan,
completando el circuito en siete ocasiones. En los dos días siguientes, los
peregrinos se trasladan a Mina, donde realizan cada día el ritual de la
lapidación del diablo. Tawaf al Wida: el último día de la peregrinación los
peregrinos realizan un último 'tawaf' de despedida y piden su perdón a Alá,
dando por concluido el Hajj. Algunos de los peregrinos aprovechan para
desplazarse a continuación hasta Medina, lugar natal de Mahoma, si bien este
capítulo es opcional.