JUNÍN es la ciudad más
importante del oeste de la provincia de Buenos Aires, Argentina, y principal
centro administrativo, turístico, educativo, industrial, de salud y comercial
de la región. Es la cabecera del partido de JUNÍN y se encuentra a orillas del RÍO SALADO, a 260 km al oeste de la ciudad de Buenos Aires. Por su
relevancia en el contexto regional, se la conoce como "LA PERLA DEL OESTE". El Parque Natural LAGUNA DE GÓMEZ convierte a JUNÍN en el principal centro turístico
lacustre de la provincia de Buenos Aires, convocando a decenas de miles de
turistas especialmente en la temporada de verano y durante fines de semana
largos.
La ciudad es un atractivo turístico en sí mismo, por su centro
comercial, sus plazas y parques, sus avenidas y monumentos, su patrimonio
histórico y arquitectónico, sus museos y circuitos turísticos, y su vida diurna
y nocturna. JUNÍN se encuentra a la
vanguardia en innovación tecnológica, rubro por el cual su gobierno local es
reconocido a nivel internacional. Ubicada en plena pampa húmeda, sus tierras se
encuentran entre las más fértiles y cotizadas del mundo. Luego de la segunda
fundación de Buenos Aires, el ganado vacuno y las caballadas que habían traído
los españoles se multiplican prodigiosamente.
Nacen así los primeros asentamientos rurales que tienen como objetivo
dedicarse a la crianza extensiva del ganado. Antes del establecimiento de las
estancias, las tribus nativas se apoderaban del ganado que no tenía dueño y lo
utilizaban como medio de subsistencia. Cuando esta situación cambia, las
naciones de originarios continúan con esta actividad y se los comienza a llamar
malones. Por este motivo, es que el virrey JUAN
JOSÉ VERTIZ decide establecer una línea de fortines y fuertes que protejan
el territorio ocupado por los españoles. Con este propósito, se fundan, entre
otros, los fortines de CHASCOMÚS, LOBOS,
NAVARRO, MERCEDES, CARMEN DE ARECO, SALTO, ROJAS Y COLÓN.
VERTIZ quería fortificar
todos los pasos sobre el RÍO SALADO,
para que de esta manera, los malones no pudieran cruzarlo con las haciendas
obtenidas. Por ello decide llevar el FUERTE
DEL SALTO hacia la LAGUNA DEL
CARPINCHO. Pero las personas que vienen a estudiar el terreno recomiendan
adelantar la frontera hasta EL POTROSO,
laguna cercana a la del Carpincho, y que daba nombre a toda la zona. Esta
región era el lugar clave para detener la vuelta de los malones con el ganado
de las ricas estancias establecidas en SALTO,
ROJAS y ARRECIFES. Lo que se conoce hoy como PASO PIEDRAS constituía uno de los vados que facilitaban el cruce
de la hacienda.
Pero VERTIZ no concretó nada
de lo proyectado, como así tampoco los gobiernos que sucedieron luego de 1810.
En aquel entonces la prioridad era concretar los esfuerzos en afianzar la
independencia. Después surgieron otros problemas que postergaron por varios
años el establecimiento de la línea de frontera planeada por los españoles. El
27 de septiembre de 1826 el entonces presidente de la Nación, BERNARDINO RIVADAVIA, emite un decreto
en el que ordena establecer tres fuertes con el fin de ampliar la línea de
frontera. Uno de estos tres fuertes era EL
POTROSO. El 16 de agosto de 1827, MANUEL
DORREGO y MANUEL MORENO firman un decreto designando a JUAN MANUEL DE ROSAS para que ocupe el puesto de Comandante General
de Fronteras.
El trazado del fuerte de EL
POTROSO queda en manos del INGENIERO
TEODORO SCHUSTER, quien recomienda no levantar el fortín en el CERRITO COLORADO, tal como estaba
previsto, sino hacerlo a 21 cuadras de ese lugar, en el margen izquierda del RÍO SALADO. En un primer momento, la
tarea de levantar el fuerte estuvo en manos del coronel FEDERICO RAUCH, quien se encontraba a cargo del FUERTE DEL SALTO, pero como no recibe
la ayuda necesaria, pide licencia por enfermedad. Entonces se encomienda la
misión al Segundo Comandante, JOSÉ
BERNARDINO BUENAVENTURA ESCRIBANO.
Este, recibe la orden de marchar hacia el lugar elegido, y el 27 de
diciembre de 1827 acampa junto con sus hombres en el lugar donde hoy está
ubicada la PLAZA 25 DE MAYO. De esta
manera queda fundado el FUERTE DE LA
FEDERACIÓN, que en aquel momento formaba el pentágono alargado
aproximadamente entre las actuales PLAZAS
9 DE JULIO y ALEM. Distintos documentos de la época prueban la preocupación
de Escribano por sumar más hombres al fortín, y por cubrir las necesidades que
tenían los soldados y las familias de algunos de los soldados que se habían
establecido en el FUERTE DE LA
FEDERACIÓN.
En 1829 se produce un levantamiento encabezado por dos caudillos del
lugar. Esta es contenida gracias al accionar del soldado ISIDORO SUÁREZ, quien en 1824 había participado en la BATALLA DE JUNÍN POR LA LIBERTAD DE PERÚ.
En homenaje a su labor en defensa del fuerte se cambia el nombre FUERTE DE LA FEDERACIÓN y se lo
comienza a llamar JUNÍN. El año 1830
encuentra, prácticamente abandonado y despoblado al fuerte. Muchos de los
ranchos están totalmente destruidos a causa del tiempo y de los frecuentes
ataques de los indios. Cuando JUAN
MANUEL DE ROSAS asume como gobernador y capitán de la provincia de Buenos
Aires, el fuerte vuelve a tomar su nombre original.
Es importante tener en cuenta que la recuperación del fuerte fue
consecuencia de los negociados que el gobierno de ROSAS hizo con las tribus de la región. Aunque además de los
acuerdos, la campaña al desierto de ROSAS,
que tuvo como objetivo no la ocupación sino el escarmiento de los nativos,
logró que el temor se apoderara de los aborígenes y que muchos se pusieran bajo
las órdenes del blanco. En esta zona estaba el CACIQUE SANTIAGO YANQUELÉN, que junto con sus indios pampas más un
grupo de indios ranqueles se ubicaba en lo que hoy es el PUENTE DEL MOROTE y desde allí custodiaba al FUERTE DE LA FEDERACIÓN de los ataques de los malones de las demás
tribus. YANQUELÉN y sus hombres eran
considerados traidores por los otros aborígenes.
En 1852, año en el que cae el régimen ROSISTA, el FUERTE DE LA
FEDERACIÓN retoma nuevamente el nombre de JUNÍN. La situación es preocupante. Ya no está ROSAS para negociar con los indios. Repetidos malones arrasan el
fuerte y obligan a sus pobladores a buscar asilo y protección en el interior.
Para esta época no había ni cura ni médico. No había ni escuela ni iglesia y
los soldados carecen de las armas necesarias y de una alimentación adecuada. En
cuanto a la creación del Partido, y de acuerdo con la documentación, se
concuerda que existió como tal desde enero de 1854.
En 1865 se procedió a efectuar la mensura del ejido y traza del Pueblo
de JUNÍN. A pesar del crecimiento
que empieza a despuntar en JUNÍN, es
el ferrocarril el que marca un antes y un después en la historia del progreso y
el desarrollo de la ciudad. El primer tren, del ramal FERROCARRIL CENTRAL ARGENTINO, llega en 1880. Sale de la ciudad de LUJÁN y terminaba en PERGAMINO, donde se abrían dos ramales,
uno se dirigía hacia SAN NICOLÁS DE LOS
ARROYOS y otro a JUNÍN, cuya
estación estaba en lo que es hoy la estación de ómnibus. Una importante oleada
de pobladores se radican en JUNÍN,
muchos de ellos inmigrantes, en su mayoría españoles e italianos que venían al
país atraídos por las leyes inmigratorias dictadas durante el gobierno de JULIO ARGENTINO ROCA.
La cantidad de habitantes crece vertiginosamente. Antes de 1880, la
población no llegaba 2.000 personas. En 1895, el censo establece que en Junín
hay aproximadamente 12.500 habitantes, contando los que se encuentran en la
zona rural y estaciones que, como MORSE
y ROCA, que comienzan a nacer en la región. Otro fenómeno se produjo con la
llegada de los ramales. JUNÍN quedó
dividido en tres pueblos muy poco comunicados: el Pueblo Viejo, al norte del
paredón, el Pueblo Nuevo, entre el paredón y las vías del Buenos Aires al
Pacífico, y Tierra del Fuego. Por este motivo cuando en 1912 el paredón es
destruido gracias a los pedidos de los vecinos del lugar, no hay tres JUNÍN, sino dos, que aún hoy continúan
separados por las vías del ferrocarril.
Por la importancia que comienza a adquirir JUNÍN, en 1892 una sucursal del Banco Nación abre sus puertas
frente a la plaza principal. Diez años después lo hace el Banco Provincia. Y en
esa misma época nacen para el ocio y el entretenimiento de los pobladores la CONFITERÍA 9 DE JULIO y EL TEATRO ITALIANO.
El PALACIO MUNICIPAL, tal cual hoy
lo conocemos, se construye en 1904. JUNÍN
había crecido mucho. En los talleres ferroviarios trabajaban para 1906, 1607
obreros, dependiendo de ellos 6000 personas. Por ello JUNÍN es declarado ciudad en el año 1906.