miércoles, 31 de enero de 2018

LOS HUARPES

La documentación del primer siglo de contacto con los españoles menciona para la vertiente oriental de la cordillera la existencia de huarpes, al norte del río Diamante, con un modo de vida agro-pastoril, sedentario. Los primeros habían sido sometidos por el estado Inca a fines del siglo XV y comienzos del XVI. Teniendo en cuenta que el imperio cayó en manos españolas en 1533, la efectiva dominación del inca en este territorio duró poco más de cincuenta años. En su origen la palabra Huarpe, podía traducirse como los “descendientes directos de la divinidad”. Habitaron lo que hoy se denomina región de Cuyo (en las provincias de San Juan, Mendoza y San Luís) desde el siglo III, desde el río Jáchal, en San Juan, hasta el río Diamante en Mendoza. Se cree que a mediados del siglo XVI eran unos 100 mil. La fisonomía de los Huarpes era diferente de las otras poblaciones indígenas americanas. Su cabeza y cara eran alargadas, eran altos y delgados, el promedio de altura de la mujer era de 1.60 metros y del hombre 1.70. De cutis oscuro y ambos usaban el cabello largo. Su religión era politeísta: el dios mas adorado y respetado era Hunuc Huar, que habitaba en las montañas. También adoraban al sol, las estrellas, la luna, el relámpago, el rayo, los cerros y los ríos. Estos últimos representaban espíritus, a los que se les rendía ofrendas para recibir su protección. El hechicero, también era llamado “machi” y se encargaba de curar a los enfermos a través de procedimientos considerados mágicos. Además, utilizaban distintas hierbas, que mezclaba para uso medicinal.

Los Huarpes vivían en los valles cercanos a los ríos. Vivian en grupos pequeños, dirigidos por un cacique, que era el propietario de la tierra. Vivian en paisajes distintos a los que hoy predominan en la provincia. En ese entonces abundaban los bosques de algarrobos y en algunas zonas había lagunas. En la actualidad estas zonas están desiertas. En este entorno instalaban aldeas de pocos habitantes, que trasladaban de un lugar a otro según la estación del año. Puede decirse entonces que eran relativamente sedentarios. Las casas eran construidas de ramas con barro fijadas con ataduras. Los techos eran de ramas, pasto y barro. Su medio de transporte era a pie, pero los que vivían en las lagunas de Guanacache (actual departamento de Lavalle) utilizaban una balsa de forma cóncava, alargada, con la proa en punta. Estaba construida con juncos o totora, atadas con cuerdas vegetales o con pelo de guanaco. Comerciaban frutos con otros indios mediante el trueque. Es por eso que desde Chile traían valvas de moluscos para sus collares y otros adornos. Se dedicaban a la pesca, a la agricultura y a la caza. Para pescar, utilizaban balsas hechas de totora atadas en paquetes que unían a otros de manera muy similares a las usadas actualmente el lago Titicaca en Bolivia. Estas embarcaciones eran impulsadas con una pértiga. Sembraban maíz, quínoa, zapallo y calabaza. El algarrobo era el árbol que les proporcionaba el alimento más importante de su dieta. Con sus semillas molidas hacían harina para el “patay”, o “pan indio” y una bebida alcohólica llamada “aloja”. La cestería era una de las artes que mejor manejaban y que se prolongó hasta la actualidad, como un legado cultural. Trabajaban con fibras vegetales como la totora y el junco. Además de cestos, confeccionaban vasijas, vasos y tazas para beber, con una trama tan apretada que contenían ala liquido sin peligro a que se escurriera.

Este pueblo se caracterizaba por tener en su lengua dos dialectos: uno era el huarpe Millcayac que se hablaba en los valles mendocinos y el otro era el Allentiac que se hablaba en la provincia de San Juan. Para formar palabras, los huarpes combinaban mas de 20 sonidos, de los cuales 5 eran vocales. Podemos nombrar algunos términos huarpes como: “ar” que significa alma, “carigue” que quiere decir blanco; “guaymallén”, que corresponde a la palabra lugar de ciénagas. A pesar de su extinción, hoy quedan algunos descendientes en las zona aledañas a las antiguas lagunas de Guanacache. Dejaron su arte, como la cestería, los tejidos, su técnica de riego por acequias y algunas palabras que se integraron a nuestro vocabulario.

MAHATMA GANDHI

Fue hijo del primer ministro de Porbandar; su familia tenía un origen de comerciantes, su madre fue la gran influencia que marco la vida de Gandhi, puesto que conforme pasaron los años fue aprendiendo a respetar a los seres vivos hasta convertirse en vegetariano y también empezó a ayunar para controlar sus enojos y purificar su alma. Se casó a los trece años y tuvo cuatro hijos con Kasturba Makharij. En sus estudios, nunca pudo destacar con buenas calificaciones, todo lo contrario puesto que lo calificaban como una persona perezosa que no merecía tener un lugar en las escuelas, al entrar a la universidad siguió siendo lo mismo, puesto que su examen apenas consiguió el puntaje para poder ingresar a la universidad.

Tiempo después recibió la oportunidad de estudiar su carrera de derecho en Londres, la cual no desaprovecho y se mudó para empezar lo que sería una nueva vida lejos de su familia. Su primer trabajo fue en una empresa ubicada en Sudáfrica en la cual trabajo por un año, donde pudo darse cuenta de cómo maltrataban a sus compatriotas, sin olvidar a los sudafricanos que eran esclavizados, esto le molesto mucho y le apasiono intentar ayudar a sus compatriotas y las personas que más lo necesitaran. Después de sufrir maltratos y seguir ayudando a sus compatriotas, ya pasado el año de contrato que tenía con la empresa que radicaba en Sudáfrica, sus amigos y todos los que trabajaron con él deciden hacerle una fiesta de despedida pero al enterarse por un periódico que saldría una ley para que los hindúes no votaran, decide quedarse más tiempo y crear enmiendas evitando lo que se proponía.

Fundó un congreso natal en 1894; con el cual las personas hindúes se unirían contra los abusos que tenían en esos tiempos, con este partido dejaron ante el mundo los maltratos de los británicos sobre los hindúes en Sudáfrica. Gandhi decide regresar a la India en 1915; en esta época ya era considerado uno de los más grandes defensores de los hindúes. Fue asesinado a los setenta y ocho años por Nathuram Godse, un radical hindú, activista del nuevo gobierno.

miércoles, 24 de enero de 2018

CARTA ABIERTA AL PAPA FRANCISCO

Tu llegada a la cátedra de Pedro ha despertado el fervor de todo el cristianismo, y la incuestionable coherencia de tu acción con tu razonamiento y tu palabra ha conmovido la sensibilidad del mundo entero, que te ha reconocido de inmediato como un adalid de la paz, la fraternidad, la tolerancia y la unión, en una humanidad fracturada y en riesgo de destrucción. En nuestra Argentina he visto florecer la fe tras tu elección. Las iglesias se colmaron de fieles. Pero el rebaño se ha conmovido últimamente. Gran parte de la majada está alterada, confundida y expresa desilusión o, peor aún, se inclina al desengaño.

¿Es que Francisco ha cambiado? En mi opinión, en absoluto. Su prédica y su coherencia siguen incólumes. ¿Por qué escucho entonces frases como estas? "El Papa no me representa". "¡Cómo me ha decepcionado Francisco!". Pero también escucho otras: "Francisco es de los nuestros, y él se los ha hecho saber". "Francisco está con ellos, no con nosotros". Querido Francisco, no tengo dudas de tu conducta unida al Evangelio, que la misericordia y el amor por los más humildes es el faro que te guía. Sé que muchos cristianos aún no comprenden hoy, como en los tiempos del Señor, lo que había dicho: "No he venido a dar paz, sino división" (Lc.12, 51), porque su palabra es exigente y no es para los tibios. Pero no me preocupa la alarma en sí misma de los que no te entienden. Lo que sí debe preocuparnos son las consecuencias que esa incomprensión acarrea a la Iglesia.

Tenés a tu cargo dos funciones importantes y diferentes. Creo que en cada una de ellas, como en toda actividad del hombre, es preciso mensurar el resultado y no solo la buena intención y la libertad en la acción. Sin duda, como jefe de un Estado, tenés el derecho de elegir el trato que has de dar a otro gobernante. Eso lo has ejercido en plenitud al recibir a la ex Presidente argentina con muestras de un caluroso afecto, en cada uno de los múltiples encuentros que has tenido con ella. Y al cambiar rotundamente ese estilo en la primera recepción al actual Presidente, al que nadie puede dudar que has recibido con un rostro adusto, frío, casi despectivo, has dado lugar a opiniones interesadas.

Cuál haya sido tu intención debe dejarse a tu elevado y libre juicio. Pero la consecuencia de esa diferencia en el trato a cada uno ha significado sin duda un perjuicio al propósito públicamente expuesto por vos de procurar la unidad del pueblo argentino. Los hechos valen más que las palabras. Porque otra vez se escucha: "El Papa es de los nuestros, les ha hecho ver que no está con ellos". La famosa grieta sigue abierta y se profundiza. Se consolida. Claro que están equivocados, que el Papa no tiene bandera partidaria. Eso es lo que seguimos creyendo algunos. Algunos otros vuelven a responderte con la actitud que un día protestaste: "Me están usando".

Es preciso entonces contemplar la confusión de honestos fieles, que en su inocencia se equivocan, pero se escandalizan. Y él nos dijo: "Ay del mundo de los escándalos", "Ay de aquel hombre por quien el escándalo viene" (Mt. 18, 7). En tu función de pastor, de continuador de Pedro, has practicado sin duda tu misericordia, cuando enviaste un rosario a Milagro Sala, a quien ya habías recibido en tu sede. Seguramente te ha asombrado la reacción que han provocado tales actos tuyos en numerosas personas, que creen ver en ellos la convalidación de una conducta inmoral y delictiva.

No dudo que el rosario no ha llevado otra finalidad que la de templar el ánimo de quien ha sido encarcelado, y quiero creer que también ha tenido el objetivo de un llamado a la contrición, como el de Jesús a Leví, después nombrado Mateo, para que abandonara la mesa del dinero vil y lo siguiera (Lc. 5, 27). Porque señaló claramente el Señor que no habrá perdón para quien no se arrepienta: "Si no os convertís, pereceréis" (L. 13, 3 y 5). Pero Milagro Sala no parece haber respondido a ese llamado al instante como Leví, ni tampoco hasta ahora. Me dirás, Francisco, que Milagro Sala no ha sido declarada culpable por una sentencia de la Justicia. Y eso, por ahora, es cierto.

Pero si no lo ha sido por un juez, no cabe duda de la condenación de su conducta corrompida en el apoderamiento de bienes públicos, no ya por los poderosos de turno, sino por los comunes habitantes de Jujuy, que expresaron su repudio a través de una expresión manifiesta de rechazo, como lo fue la decisión electoral de una mayoría del pueblo jujeño, que constituyó un plebiscito en contra de una conducta que considera ignominiosa. Y un incuestionable líder social, como Carlos "el Perro" Santillán, la ha acusado de haber instalado la narcopólitica en la provincia.

De modo que no debe asombrar a nadie la reacción de sorpresa y de desánimo de tantísimos argentinos, la gran mayoría de católicos, ante ese gesto tuyo, sin duda inocente y misericordioso. Pero esa reacción no fue en todos los casos agresiva o descomedida, como alguno quiso ver, tal el obispo Víctor Fernández, que ha calificado indiscriminadamente a todas como "furiosas reacciones" y ha creído ver detrás de todas ellas "una mirada de odio". Sin duda esa calificación generalizada ha sido no solo injusta, sino que ha contribuido a minar el proclamado propósito de pacificación y de unión entre los argentinos. Es que la misericordia, Francisco, no está en antagonismo con la prudencia y la cordura.

Lo que sí puede asombrar a muchos es que no hayas recibido a Margarita Barrientos, y si hubo error cometido al no haberse advertido su presencia, les debe resultar incomprensible que no hayas hecho luego una manifestación personal hacia ella y también pública, lamentado ese supuesto error. Lo que debe preocupar es que, aun por ignorancia o por ingenuidad de los que son conducidos, la falta de prudencia por no medir las consecuencias de un gesto de quien es modelo de conducta pueda llevar a la dispersión, a que las ovejas ya no reconozcan al pastor. Y la conservación del rebaño es el compromiso decisivo, fundamental del pastor.

Según mi opinión, todo nace en el acto de la creación, en la que un solo ser recibió la posibilidad de elegir, el libre albedrío. Y la elección básica del hombre es la de permanecer unido con todo lo creado en el absoluto o apartarse de él. La aventura de Dios es el riesgo de perderlo. Desde entonces, sin permitirse intervenir en esa libertad, único lugar en el que no penetra, Dios llama de mil maneras al hombre para que no lo abandone. Y hasta envió a su propio hijo a sufrir y morir en cruz para lograrlo.

Aquí, quiero recordar, Francisco, lo que te dijo Jesús en la persona de Pedro, porque vos sos ahora Pedro, cuando te preguntó, no una vez, sino tres veces: "Pedro, ¿me amas?", y a tu respuesta positiva él te dijo, no una vez sino tres veces: "Apacienta mis ovejas" (Jn. 21, 15). Jesús no ha incurrido en esa insistencia, que a vos te asombraba porque sabías que él conocía tu amor por él, por torpeza o distracción. No, lo que Jesús quería era recalcarte la médula, la entraña esencial de tu misión como pastor supremo de tu Iglesia: no perder un solo cordero.

De modo que nada que haga el pastor recibirá justificación si el resultado es la dispersión del rebaño, aunque lo hiciera con la mejor intención y la mayor misericordia. Te amo, Francisco, por tu autenticidad, por tu corazón de buen pastor que quiere unir y no dividir, pero las voces que escucho en nuestro corral, no las interesadas que aparentan amarte mientras llevan agua a su molino, sino las otras, esas que, aun equivocadas o con dificultad para discernir y entender tus gestos, muestran sinceramente un dolor en su corazón cuando dicen: "Ya el Papa no me representa".

Francisco querido, solo te escribo para preguntarte con ellos: "Pedro, ¿me amas?".

Con mi mayor afecto y orando por vos.

Martín Barba

El autor era presidente del Tribunal Superior de Justicia de Neuquén. Ex fiscal general ante la Cámara Federal de General Roca.
Fuente:
www.infobae.com

UNA VOZ POR EL PLANETA TIERRA-Parte Cinco

Hay otras torres que se han colocado desde China hasta Marruecos. Environmision proyecta construir una torre tipo embudo en Australia. Consiste en una torre de concreto similar a un tubo, que se alza unos 700 metros sobre el suelo. La misma está rodeada de paneles solares juntos que forman una enorme plataforma. El calor y la luz, calientan el aire debajo de esta y entra por la forma hueca de la torre, moviendo unas turbinas que generan energía para 500.000 hogares. El proyecto costará millones de dólares y la recuperación de la inversión se alcanzaría en muy poco tiempo. Es muy ambicioso y amigable al mismo tiempo. En el mundo ya hay miles de fondos de inversión que están a la caza de proyectos medioambientales. El agua contaminada se puede convertir en agua potable, un proyecto caro y necesario al mismo tiempo. En el oeste de los E.E.U.U. Hay trillones de galones de agua contaminados con sustancias toxicas, fruto de la revolución industrial. Por lo que se creó el SuperFondo, que es una iniciativa Federal para limpiar el agua.

En la localidad de San Gabriel se purifican miles de litros diariamente usando torres con esferas porosas que descompone el agua en gotitas muy pequeñas. Desde el fondo de la torre se inyecta aire que volatiliza las sustancias tóxicas en vapor que se separa del agua. Este vapor es conducido a unos filtros de carbón que purifican el aire y luego sale limpio a la atmósfera. Luego el agua es conducida a unos filtros con carbono granulado, esto elimina sustancias pesadas. El agua pasará a un proceso de intercambio de iones que la depurará aún más, usando una resina granulada, que es la que realiza el intercambio de iones. Al final de todo el proceso el agua es sometida a un baño de luz ultravioleta que descompone los residuos tóxicos en elementos no tóxicos. Luego se le aplica cloro y se le deja en reposo antes de enviarlo a alimentar el suministro de agua en la ciudad.

¿Y sabe usted cuánto dura todo este proceso?, solamente una hora, el costo de operación del proyecto es de unos 40 millones de dólares y va en aumento. La zona de limpieza abarca unos 12 kilómetros y les tomará unos 40 años o más limpiar totalmente el agua. Nuestros océanos se pueden convertir en una inmensa esponja al criar de forma masiva el Plancton. Son bosques flotantes que absorben el dióxido de carbono del aire y lo regresan como oxígeno puro. El Plancton reduce su población en un 1% al año. La empresa Planktos nació para la restauración ambiental, el rescate de bosques y la renovación de poblaciones. La idea de su proyecto es producir nutrientes basados en hierro para el Plancton. Por cada tonelada de hierro vertida en el océano, las plantas marinas retiran unas 100.000 toneladas de dióxido de carbono de la atmósfera. Con su proyecto se generan créditos de carbono, con los que las compañías que producen el dióxido de carbono quieren ayudar a revertir su impacto en el medioambiente. Un crédito es igual a una tonelada de CO2.

La empresa Skycell, creó una vela parecida a un cometa que ayuda a remolcar barcos de carga en sus rutas marítimas con el fin de apagar los motores durante un tiempo y esto abarata costos, la vela es enorme y remolca el barco, esta aprovecha las corrientes oceánicas. La vela de 80 metros cuadrados produce un arrastre de tres toneladas permitiendo así el ahorro de más de mil litros de diésel diarios. Todas estas tecnologías y máquinas verdes, nos estimulan a pensar que podemos asegurarle al planeta un futuro limpio y próspero.

Desde Costa Rica
Jorge Muñoz Somarribas
Coordinador
ANUNCIAR Contenidos Latinoamerica