Reflexionar acerca de la familia siempre nos hace
recordar y remover aspectos vitales de nuestros recuerdos. Para algunos la
familia fue el lugar donde experimentaron seguridad, amor, comprensión y apoyo.
Para otros, la familia fue el lugar donde la inseguridad la violencia y el
dolor se instalaron tan profundos que desearían no haber estado ahí. Las
relaciones familiares dejan enseñanzas que construyen a las personas, pero
también sucede lo contrario, algunos seres humanos han quedado muy heridos por
las relaciones familiares.
Carencias afectivas, abusos, violencia, marcan la vida de
las personas cuando en su infancia viven todo lo anterior. Si supieran los
padres, hermanos mayores y amigos cercanos el dolor tan grande que pueden crear
en ellos, tal vez lo pensarían dos veces. Hace algunos años, cuando vivía lejos
de mi país, fui testigo de una escena que me aterró y me hizo pensar en el
trauma que aquel padre le estaba haciendo a su familia. Me encontraba en el
tren y sin pretender escuchar, mi atención se centró en la conversación de un
padre que había dejado la casa hace algún tiempo y su hija no mayor de 14 años
le estaba haciendo algunas preguntas, aún se refería a él como papá.
Hasta ahí la conversación era trivial, pero en un momento
determinado comenzaron ambos a levantar la voz. Jamás podré olvidar lo que a
continuación detallaré. El padre de familia gritó varias palabrotas y sacó de
su bolsillo del pantalón una navaja y la colocó de manera amenazante en el
cuello de su hija…
Fueron unos segundos de tensión eternos, pocas personas
que pudimos ver esa acción nos quedamos inmóviles, la navaja en el cuello de
aquella adolescente la ponía en riesgo mortal y ella, ni siquiera se asustó,
más bien parecía que le apenaba dar ese espectáculo a los pasajeros. Con una
mirada intimidante le ordenó que dejara de hacer aquello y el hombre apenado
guardó su navaja en el bolsillo del pantalón.
Todos volvimos a nuestros asuntos, algunos voltearon a
observar el paisaje, otros más siguieron con su lectura y yo simulé no estarlos
mirando, pero todo el tiempo estuve pendiente de los dos. La plática continuó
sin otro percance, bajaron y siguieron conversando como si no hubiera pasado
nada. Así es esta familia pensé, me imaginé los diferentes motivos y hasta
enfermedades mentales que sus integrantes vivían, la disfunción y variaciones
de carácter de todos y la manera en que ese hombre resolvía sus diferencias
colocando la navaja en el cuello de quien pensara diferente a él.
Nos enfrentamos a dos aspectos tan distintos, para algunos,
la familia es y sigue siendo el mejor lugar donde pueden estar y para otros,
desearían no haber pertenecido a ese núcleo social. En familia se aprenden las
cosas más valiosas de la vida, pero cuando se carece de amor, respeto y
dignidad, se experimentan los peores sufrimientos.
La alegría de estar en familia no es para todos.
Numeral 7. La tentación aparece frecuentemente bajo forma
de excusas y reclamos, como si debieran darse innumerables condiciones para que
sea posible la alegría. Esto suele suceder porque «la sociedad tecnológica ha
logrado multiplicar las ocasiones de placer, pero encuentra muy difícil
engendrar la alegría.» EXHORTACIÓN APOSTÓLICA EVANGELII GAUDIUM DEL
SANTO PADRE FRANCISCO.
Desde México en su segmento exclusivo “La Sencillez del Amor” Rafael Salomón.
Desde México en su segmento exclusivo “La Sencillez del Amor” Rafael Salomón.