Durante estos treinta años de evangelización independiente, he aprendido a valorar la gratitud en sus múltiples formas. Mi recorrido ha sido marcado por un compromiso inquebrantable con mi labor, una labor que se ha mantenido autónoma, sin apoyo financiero de ninguna índole, ni del sector privado, gubernamental, ni siquiera de la Iglesia Católica. Al mirar retrospectivamente, considero que esta independencia fue crucial, ya que me permitió trabajar sin las restricciones que podrían haber surgido con el respaldo de una entidad. Y esta autonomía me brindó la libertad de expresarme y anunciar el mensaje de la Buena Nueva de la manera que consideré más efectiva.
A lo largo de mi trayectoria dentro de El Alfa y la Omega, he sido bendecido con el apoyo de algunas personas notables. En particular, deseo expresar mi agradecimiento a quien fuera mi párroco, Mons. Mecchia, quien, desde el principio, respaldó este nuevo e innovador proyecto de evangelización de manera incondicional. A Mons. Silva, el tercer obispo de la diócesis de San Miguel, en la provincia de Buenos Aires, Argentina, su apoyo moral y financiero, donde solicitaba dinero a personas anónimas, fue esencial para nuestra misión. A pesar de enfrentar desacuerdos dentro de su entorno, permaneció firme en su respaldo hasta su renuncia.
Además, no puedo pasar por alto el apoyo invaluable que recibí de personas como el P. Ernesto Fernández Travieso S.J., Responsable de las Relaciones Internacionales para América Latina de Radio Vaticano, en mi visita a la emisora vaticana en julio del año 2007, y al Padre David Gutiérrez, Responsable General de Comunicaciones del CELAM. Sus contribuciones y aliento fueron un pilar fundamental en mi camino.
Sin embargo, mi gratitud se extiende mucho más allá de estos nombres destacados. Hay muchas personas que han sido fundamentales en mi recorrido: Claudio Gracia y Leonardo Maggorini, mis primeros compañeros en esta aventura radial. Pilar Machicote, los doctores Camina y Migliora, Marcelo Yagüe, Claudio Cerpa, Jorge Daniel Dughetti, Maria Graciela González, Nancy Soto, Martin Buratti, Lic. Adriano Cabrera Rojo, Walter Salamanca, Sergio Orozco, Martin y Silvio Pugliese, Diego Drozdowski, Mariano Cruz, Víctor Hugo González, Omar González Frau, Jorge Sirvent, Ernesto Musante, Ezequiel Palacio, Lucas Derfler, Alejandra Fanttozi, Mariela Vernas, Liliana Brugnano, Mario Esteban Moya Berrocal, Fernando Gutiérrez Porras, Jorge Francisco Muñoz Somarribas, Dr. Néstor Auza, Dr. Ricardo Munafó Dauccia, Juan Carlos Pisano, Tito Garabal, Eduardo Barrantes, Hugo Emilio Cainzos, Daniel Gutiérrez, Roque Pereyra, Víctor Balseiro, Julio Montaron, Dr. Gabriel Noriega e Ignacio Bucsinszky. En Especial Geyner Bermúdez y Carlos Carballo, responsables de la edición distópica, en ser ellos los verdaderos protagonistas.
Quiero dedicar un agradecimiento especial a dos personas muy importantes en mi vida: mi esposa, Maria Fernanda, y mi hija, Maria Ariadna. Su apoyo inquebrantable y su comprensión han sido fundamentales para llevar adelante esta tarea.
Por último, pero no menos importante, quiero reconocer a Carlos Guzmán, quien desafió mi estructura mental y religiosa y me mostró una perspectiva diferente de la Iglesia. Nuestra colaboración mutua, hizo posible durante los últimos 18 años que se formara la Dupla GUZMÁN y MUSANTE y con nuestro estilo personal, transparente, sin hipocresías ni caretas hemos y seguiremos revolucionando la radiofonía católica hispano parlante.
Mi gratitud se extiende a todos los directores que han confiado en mi programa y a los oyentes que han aceptado este estilo de evangelización semana tras semana. Pero, en última instancia, mi agradecimiento más profundo es para Jesucristo, quien ha sido la referencia primera y última en mi vida, El Alfa y la Omega.
A todos ustedes, mi sincero agradecimiento por estos treinta años de evangelización independiente. ¡Gracias!
Alfredo Musante
