El RAMADÁN coincide con la fecha en la que el PROFETA MAHOMA recibió la primera revelación del CORÁN, el libro sagrado de los musulmanes que, entre otras muchas cosas, establece los límites en las relaciones entre individuos y entre el individuo y la comunidad. Durante el RAMADÁN, los musulmanes deben cumplir con el ayuno, uno de los cinco pilares del ISLAM, considerado como un método de auto-purificación por el que aprenden a tener fuerza y paciencia y, por lo tanto, a conocerse a sí mismos. De este modo, este mes sagrado tiene, además de una función religiosa, una sanitaria (purifica el cuerpo), mental (fortalece la voluntad) y moral (hacer comprender lo que sufren las personas privadas de alimento). Los musulmanes tienen su propio calendario: el ciclo lunar, cuyos días no coinciden de año a año. El RAMADÁN siempre es el noveno mes del calendario lunar, comenzando con la aparición de la luna nueva y acabando con la siguiente luna nueva. El RAMADÁN comienza unos 11 días antes cada año, lo que hace que no siempre coincida con el verano en occidente: por ejemplo, en 2020 será entre abril y mayo, con lo que el esfuerzo del ayuno será menor al haber más horas de oscuridad. Al basarse en ciclos lunares, el tiempo del RAMADÁN no es exactamente el mismo cada año, aunque siempre suele durar unos 29 ó 30 días.
El RAMADÁN es obligatorio para todo musulmán sano desde el momento en el que llega a la pubertad. Existen, no obstante, ciertas excepciones. Las niñas y las mujeres con la regla o que aún no se hayan recuperado de un parto reciente pueden saltarse el RAMADÁN, aunque éstas deberán "compensar" los días que no ayunen a lo largo del año. Lo mismo ocurre con los enfermos y aquellos que estén de viaje durante estas fechas: pueden retrasar su ayuno, pero deberán cumplirlo otros días antes de que acabe el año. La rutina durante los días de ayuno debe ser prácticamente la misma que la del resto del año, de ahí el sacrificio con el que deben cumplir los musulmanes. Pero hay ciertas diferencias: como sólo pueden comer cuando no ha salido el sol, los musulmanes suelen levantarse antes del alba para desayunar, pues no volverán a ingerir nada hasta la noche. Asimismo, el ayuno se rompe con la puesta de sol y la llamada al rezo, y es costumbre tomar un pequeño 'tentempié' antes de la cena.
Asimismo, este mes se considera el de la comunidad, y se pide a los musulmanes que ayuden a sus vecinos, especialmente los más necesitados, y que se posponga todo lo que no sea absolutamente indispensable para pasar más tiempo en familia. Durante el RAMADÁN la gente debe ser más generosa, cordial, amistosa y servicial con los demás. Por supuesto, la oración, otro de los pilares del islam, es esencial en esta fecha, en la que en las mezquitas se recita el Corán entero. En todo el mundo se celebra el AID EL FITR, la FIESTA DEL FINAL DEL AYUNO, que tiene, a su vez, dos momentos cumbre: la oración de la ruptura del ayuno y la entrega de una limosna en especies, generalmente comida, a personas necesitadas (ZAKAT AL FITR). Normalmente, el ZAKAT EL FITR consiste en el equivalente a cuatro manos llenas de pasas, dátiles, grano o queso; si no es posible dar alimento se puede entregar dinero. Ese día, los musulmanes también hacen regalos a los niños, les visten con ropa nueva y con ella acuden a la mezquita para la primera oración de la mañana. Al salir del rezo, toda la familia acude al cementerio a recordar a sus parientes fallecidos y por la tarde visitan a sus familiares y amigos.