Fue un misionero cristiano
y es conocido como el santo patrón de Irlanda, fue un predicador y religioso de
Britania, tradicionalmente considerado el introductor de la religión cristiana
en la isla. En España es patrón de la ciudad de Murcia y su antiguo Reino,
debido a que la reconquista de estos territorios se produjo el día de la
festividad del santo en el año 1452, tras la victoria obtenida por las tropas
cristianas de Juan II de Castilla en la Batalla de los Alporchones (Lorca).
También es patrón de la localidad granadina de Albuñol debido a que, según la
tradición, apareció una imagen del santo en la playa proveniente de los restos
de un naufragio de un barco irlandés.
Patricio nació con el nombre
de Maewyn alrededor del año 387 en Bennhaven en la actual Escocia. Era hijo de
un oficial romano, cuya religión era el cristianismo. A los 16 años cayó
prisionero de piratas irlandeses y fue vendido como esclavo. Tras varios
intentos, logró huir y se convirtió en predicador del Evangelio en Irlanda,
isla que en esos tiempos se encontraba dividida en numerosos clanes sometidos a
la poderosa autoridad de los druidas. Se adaptó muy bien a las condiciones
sociales del lugar, formando un clero local y varias comunidades cristianas,
respetando las tradiciones y costumbres propias de sus habitantes. Se le conoce
como el Apóstol de Irlanda, donde murió hacia el año 461 a causa de su vejez.
Su fiesta se celebra el
día 17 de marzo. Esta es muy celebrada en Irlanda, de donde es patrón, y sobre
todo en Estados Unidos. Cada 17 de marzo se organiza en Nueva York un gran
desfile por la Quinta Avenida en la que participan multitud de personas
vestidas de verde. Patricio tuvo que explicar una vez lo que era la Santísima
Trinidad, para que todos lo entendieran utilizó un trébol como muestra,
conocido como el shamrock, este es el símbolo oficial de Irlanda y de Boston,
en Massachusetts. Se trata de un trébol de la especie Trifolium repens que
encierra connotaciones mágicas y legendarias herederas de la tradición celta.
Es, junto con el color
verde y la figura del entrañable gnomo llamado Leprechaun, la representación de
la cultura de la isla de Irlanda y su exaltación es visible en las fiestas del
día del santo, que se celebra el 17 de marzo distintos puntos del planeta.
Patricio lo utilizo para explicar que la Santísima Trinidad, al igual que el
trébol, era una misma unidad pero con tres personas diferentes (una misma hoja
con tres foliolos).
En uno de sus tantos
escritos, san Patricio manifestó:
“Sin cesar doy gracias a
Dios que me mantuvo fiel el día de la prueba. Gracias a él puedo hoy ofrecer
con toda confianza a Cristo, quien me liberó de todas mis tribulaciones, el
sacrificio de mi propia alma como víctima viva, y puedo decir: ¿Quién soy yo, y
cuál es la excelencia de mi vocación, Señor, que me has revestido de tanta
gracia divina? Tú me has concedido exultar de gozo entre los gentiles y
proclamar por todas partes tu nombre, lo mismo en la prosperidad que en la
adversidad. Tú me has hecho comprender que cuanto me sucede, lo mismo bueno que
malo, he de recibirlo con idéntica disposición, dando gracias a Dios que me
otorgó esta fe inconmovible y que constantemente me escucha.
Tú has concedido a este
ignorante el poder realizar en estos tiempos esta obra tan piadosa y
maravillosa, imitando a aquellos de los que el Señor predijo que anunciarían su
Evangelio para que llegue a oídos de todos los pueblos. ¿De dónde me vino
después este don tan grande y tan saludable: conocer y amar a Dios, perder a mi
patria y a mis padres y llegar a esta gente de Irlanda, para predicarles el
Evangelio, sufrir ultrajes de parte de los incrédulos, ser despreciado como
extranjero, sufrir innumerables persecuciones hasta ser encarcelado y verme
privado de mi condición de hombre libre, por el bien de los demás?
Dios me juzga digno de
ello, estoy dispuesto a dar mi vida gustoso y sin vacilar por su nombre,
gastándola hasta la muerte. Mucho es lo que debo a Dios, que me concedió gracia
tan grande de que muchos pueblos renacieron a Él por mí. Y después les dio
crecimiento y perfección. Y también porque pude ordenar en todos aquellos
lugares a los ministros para el servicio del pueblo recién convertido; pueblo que
Dios había llamado desde los confines de la tierra, como lo había prometido por
los profetas: A ti vendrán los paganos, de los extremos del orbe, diciendo:
«Qué engañoso es el legado de nuestros padres, qué vaciedad sin provecho». Y
también: Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el
confín de la tierra. Allí quiero esperar el cumplimiento de su promesa
infalible, como afirma en el Evangelio: Vendrán de Oriente y Occidente y se
sentarán con Abrahán, Isaac, Jacob”.
Confesión de san Patricio,
Caps. 14-16: PL 53,
808-809