PROGRAMA Nº 1193 | 16.10.2024

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SAN PATRICIO

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Fue un misionero cristiano y es conocido como el santo patrón de Irlanda, fue un predicador y religioso de Britania, tradicionalmente considerado el introductor de la religión cristiana en la isla. En España es patrón de la ciudad de Murcia y su antiguo Reino, debido a que la reconquista de estos territorios se produjo el día de la festividad del santo en el año 1452, tras la victoria obtenida por las tropas cristianas de Juan II de Castilla en la Batalla de los Alporchones (Lorca). También es patrón de la localidad granadina de Albuñol debido a que, según la tradición, apareció una imagen del santo en la playa proveniente de los restos de un naufragio de un barco irlandés.

Patricio nació con el nombre de Maewyn alrededor del año 387 en Bennhaven en la actual Escocia. Era hijo de un oficial romano, cuya religión era el cristianismo. A los 16 años cayó prisionero de piratas irlandeses y fue vendido como esclavo. Tras varios intentos, logró huir y se convirtió en predicador del Evangelio en Irlanda, isla que en esos tiempos se encontraba dividida en numerosos clanes sometidos a la poderosa autoridad de los druidas. Se adaptó muy bien a las condiciones sociales del lugar, formando un clero local y varias comunidades cristianas, respetando las tradiciones y costumbres propias de sus habitantes. Se le conoce como el Apóstol de Irlanda, donde murió hacia el año 461 a causa de su vejez.

Su fiesta se celebra el día 17 de marzo. Esta es muy celebrada en Irlanda, de donde es patrón, y sobre todo en Estados Unidos. Cada 17 de marzo se organiza en Nueva York un gran desfile por la Quinta Avenida en la que participan multitud de personas vestidas de verde. Patricio tuvo que explicar una vez lo que era la Santísima Trinidad, para que todos lo entendieran utilizó un trébol como muestra, conocido como el shamrock, este es el símbolo oficial de Irlanda y de Boston, en Massachusetts. Se trata de un trébol de la especie Trifolium repens que encierra connotaciones mágicas y legendarias herederas de la tradición celta.

Es, junto con el color verde y la figura del entrañable gnomo llamado Leprechaun, la representación de la cultura de la isla de Irlanda y su exaltación es visible en las fiestas del día del santo, que se celebra el 17 de marzo distintos puntos del planeta. Patricio lo utilizo para explicar que la Santísima Trinidad, al igual que el trébol, era una misma unidad pero con tres personas diferentes (una misma hoja con tres foliolos).

En uno de sus tantos escritos, san Patricio manifestó:

“Sin cesar doy gracias a Dios que me mantuvo fiel el día de la prueba. Gracias a él puedo hoy ofrecer con toda confianza a Cristo, quien me liberó de todas mis tribulaciones, el sacrificio de mi propia alma como víctima viva, y puedo decir: ¿Quién soy yo, y cuál es la excelencia de mi vocación, Señor, que me has revestido de tanta gracia divina? Tú me has concedido exultar de gozo entre los gentiles y proclamar por todas partes tu nombre, lo mismo en la prosperidad que en la adversidad. Tú me has hecho comprender que cuanto me sucede, lo mismo bueno que malo, he de recibirlo con idéntica disposición, dando gracias a Dios que me otorgó esta fe inconmovible y que constantemente me escucha.

Tú has concedido a este ignorante el poder realizar en estos tiempos esta obra tan piadosa y maravillosa, imitando a aquellos de los que el Señor predijo que anunciarían su Evangelio para que llegue a oídos de todos los pueblos. ¿De dónde me vino después este don tan grande y tan saludable: conocer y amar a Dios, perder a mi patria y a mis padres y llegar a esta gente de Irlanda, para predicarles el Evangelio, sufrir ultrajes de parte de los incrédulos, ser despreciado como extranjero, sufrir innumerables persecuciones hasta ser encarcelado y verme privado de mi condición de hombre libre, por el bien de los demás?

Dios me juzga digno de ello, estoy dispuesto a dar mi vida gustoso y sin vacilar por su nombre, gastándola hasta la muerte. Mucho es lo que debo a Dios, que me concedió gracia tan grande de que muchos pueblos renacieron a Él por mí. Y después les dio crecimiento y perfección. Y también porque pude ordenar en todos aquellos lugares a los ministros para el servicio del pueblo recién convertido; pueblo que Dios había llamado desde los confines de la tierra, como lo había prometido por los profetas: A ti vendrán los paganos, de los extremos del orbe, diciendo: «Qué engañoso es el legado de nuestros padres, qué vaciedad sin provecho». Y también: Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra. Allí quiero esperar el cumplimiento de su promesa infalible, como afirma en el Evangelio: Vendrán de Oriente y Occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac, Jacob”.

Confesión de san Patricio,
Caps. 14-16: PL 53, 808-809

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