"Recuerda" de Christina Rossetti es un poema que navega por las aguas profundas del amor y la memoria, tejiendo un tapiz de emociones complejas. En este canto lírico, la autora se presenta como una voz que trasciende el tiempo, instando a su amado a mantener vivo su recuerdo. Mientras "Cuando esté muerta" la muestra resignada ante la inevitabilidad del olvido, en "Recuerda" se revela como una guardiana de su propia memoria.
La poesía se convierte en un testigo del deseo humano de inmortalidad, un intento de desafiar la efímera naturaleza de la vida y el amor. La autora busca perpetuarse a través de las palabras, creando un legado emocional que sobrevivirá incluso a la separación física. Sin embargo, esta búsqueda de permanencia choca con la complejidad de los sentimientos y las realidades cambiantes.
El poema pone de manifiesto la tensión entre el amor y el sacrificio. La narradora, deseando que su amado sea feliz, contempla la posibilidad de ser olvidada si eso conduce a su bienestar. Aquí, Rossetti examina la naturaleza desinteresada del amor, que a menudo implica renuncias y decisiones difíciles. Esta dualidad del deseo, entre ser recordada y ser olvidada, refleja la naturaleza contradictoria y tumultuosa de las relaciones humanas.
La estructura lírica del poema, su ritmo y cadencia, refuerzan la idea de la memoria como un río que fluye incesantemente. Las palabras resuenan como ecos en el tiempo, evocando una nostalgia que desafía la fugacidad del momento presente. En "Recuerda", Christina Rossetti captura la paradoja de cómo anhelamos la permanencia en un mundo que está en constante cambio.
En última instancia, el poema se convierte en un espejo de la vida misma: una búsqueda constante de sentido y significado en medio de la transitoriedad. "Recuerda" nos recuerda que el amor, la memoria y la elección de ser recordado son hilos que tejen nuestra experiencia humana. La poesía de Rossetti trasciende el tiempo y nos invita a reflexionar sobre las elecciones que hacemos en nombre del amor y cómo nuestras acciones resonarán en las eternidades del recuerdo.
Recuerda.
Christina Rossetti (1830-1894)
Recuérdame cuando haya marchado lejos,
muy lejos, hacia la tierra silenciosa;
cuando mi mano ya no puedas sostener,
ni yo, dudando en partir, quiera todavía permanecer.
Recuérdame cuando no haya más lo cotidiano,
donde me revelabas nuestro futuro planeado:
solo recuérdame, bien lo sabes,
cuando sea tarde para los consuelos, las plegarias.
Y aunque debas olvidarme por un momento
para luego recordarme, no lo lamentes:
pues la oscuridad y la corrupción dejan
un vestigio de los pensamientos que tuve:
es mejor que me olvides y sonrías
a que debas recordarme en la tristeza.
