
La elección de un papa es un momento clave para la Iglesia católica, y la edad de los pontífices elegidos suele llamar la atención, ya que refleja su trayectoria y madurez. Francisco, Benedicto XVI y Juan Pablo II llegaron al papado en edades cercanas a los 70 años, aunque con características propias que definieron su pontificado.
Francisco: elegido a los 76 años
Jorge Mario Bergoglio fue elegido el 13 de marzo de 2013, con 76 años. Con su elección, se convirtió en el primer pontífice latinoamericano y el primer jesuita en ocupar el papado. Su edad, aunque avanzada, reflejaba su vasta experiencia pastoral y la madurez necesaria para liderar un papado que se enfocaría en la reforma moral y estructural de la Iglesia.
Inicio del pontificado: 13 de marzo de 2013
Fin del pontificado: 21 de abril de 2025
Duración: 12 años, 1 mes y 8 días
Benedicto XVI: elegido a los 78 años
Joseph Ratzinger fue elegido papa el 19 de abril de 2005, a los 78 años, convirtiéndose en uno de los papas más ancianos en ser elegido en los tiempos modernos. Ratzinger, conocido por su erudición teológica y su cercanía con Juan Pablo II, fue visto como un garante de la continuidad doctrinal. Su papado fue corto pero significativo, especialmente debido a su histórica renuncia en 2013, la cual sorprendió al mundo entero.
Inicio del pontificado: 19 de abril de 2005
Fin del pontificado: 28 de febrero de 2013
Duración: 7 años, 9 meses y 9 días
Juan Pablo II: elegido a los 58 años
Karol Wojtyla, quien se convertiría en Juan Pablo II, fue elegido el 16 de octubre de 1978 a los 58 años, convirtiéndose en uno de los pontífices más jóvenes del siglo XX. Su elección marcó un cambio significativo, ya que fue el primer papa no italiano en más de 450 años. Su papado fue el segundo más largo de la historia, durando más de 26 años, durante los cuales tuvo una profunda influencia tanto dentro de la Iglesia como en la política mundial.
Inicio del pontificado: 16 de octubre de 1978
Fin del pontificado: 2 de abril de 2005
Duración: 26 años, 5 meses y 17 días
Ahora, con la elección de León XIV, quien asumió el papado a los 69 años, la Iglesia se enfrenta a un nuevo capítulo. Si bien León XIV es considerablemente más joven que sus predecesores inmediatos, su edad sugiere una era de liderazgo vigorosa, pero con un enfoque pastoral que buscará equilibrar tradición y modernidad. Con una formación agustiniana y una marcada tendencia hacia la unidad de la Iglesia, se espera que su papado continúe promoviendo la sinodalidad y la cercanía con el pueblo, haciendo frente a los retos contemporáneos con una mirada renovada.
A medida que León XIV comienza su pontificado, será interesante ver cómo se posiciona frente a los desafíos del siglo XXI, guiando a la Iglesia a través de los cambios sociales y políticos que marcan el camino hacia el futuro.
Equipo de Redacción
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Para El Alfa y la Omega