martes, 25 de noviembre de 2008

Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

La solicitud para establecer el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer fue presentada a la ONU por la República Dominicana en 1999 con el apoyo de más de 60 gobiernos. El objetivo de establecer una fecha para esta causa, ha sido que los gobiernos y la comunidad internacional lleven a cabo acciones concretas para acabar con la violencia contra la mujer. Dependiendo de cada país, de un 25 a un 75 % de las mujeres son maltratadas físicamente en su hogar. En España cada semana muere una mujer asesinada por su marido, compañero o novio y 600 mil españolas confiesan haber sufrido malos tratos alguna vez en su vida.

La Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, define la violencia contra la mujer como 'todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico. Incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vía pública o en la vía privada'. La violencia acompaña a la mujer en todas las etapas de la vida e incluso, en algunos países, puede empezar antes del nacimiento.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Día de la Soberanía Nacional

El 20 de noviembre de 1845, en la batalla de Vuelta de Obligado, algo más de un millar de argentinos con profundo amor por su patria enfrentó a la armada más poderosa del mundo, en una gesta histórica que permitió consolidar definitivamente nuestra soberanía nacional. A pedido del historiador José María Rosa y por medio de la Ley Nº 20.770, se ha instaurado el 20 de noviembre como Día de la Soberanía Nacional, en conmemoración de la batalla de Vuelta de Obligado. Por las condiciones en que se dio esa batalla, por la valentía de los argentinos que participaron en ella y por sus consecuencias, es reconocida como modelo y ejemplo de sacrificio en pos de nuestra soberanía.

Ocurrió en 1845, en un contexto político interno muy complejo y con profundas divisiones, que propiciaron un nuevo intento de dos potencias europeas (Francia e Inglaterra) por colonizar algunas regiones de nuestro país. Gobernaba Rosas, San Martín lo apoyaba desde su exilio y en todo el país se oyó el deseo de seguir siendo una nación libre y no una colonia extranjera, aun a costa del enorme sacrificio que ello significaría. Si hasta el autor del Himno Nacional, Vicente López y Planes, arengaba a nuestro pueblo ante el avance de las fuerzas anglo-francesas por el Río de la Plata:

“¡Morir antes, heroicos argentinos,
que de la libertad caiga este templo.
Daremos a la América alto ejemplo
que enseñe a defender la libertad!”


El propósito de los invasores era ingresar por el Paraná, a lo que el gobierno argentino se anticipó preparando la resistencia al mando de Lucio Mansilla en un lugar cercano a San Pedro: Vuelta de Obligado. Las fuerzas enemigas superaban ampliamente, en número y en modernidad de su armamento, a las argentinas, que tras 7 horas de lucha fueron desplazadas. Sin embargo, aunque pudo franquear el paso hacia el Paraná, el enemigo no pudo ocupar las costas (de vital necesidad estratégica), por lo cual su victoria no fue completa. En cambio, se vigorizó el espíritu nacional y desde todo el mundo los mensajes favorecían la defensa de nuestra soberanía, que finalmente resultó reforzada. Para darnos una idea de cuánto significaba la defensa de nuestro suelo para quienes lucharon en aquella batalla, vale mencionar algunas de las emocionantes palabras de Mansilla a su gente antes del combate:

“¡Valientes soldados federales, defensores denodados de la Independencia de la República y de la América!; ahí vienen nuestros enemigos, sostenidos por los codiciosos marinos de Francia e Inglaterra, navegando las aguas del gran Paraná, sobre cuyas costas estamos para privar su navegación bajo de otra bandera que no sea la Nacional... ¡Vedlos camaradas, allí los tenéis!... Considerad el tamaño del insulto que vienen haciendo a la soberanía de nuestra Patria, al navegar un río que corre por el territorio de nuestra República, sin más título que la fuerza con que se creen poderosos. ¡Pero se engañan esos miserables: aquí no lo serán! ¿No es verdad camaradas? ¡Vamos a probarlo! Tremole en el río Paraná y en sus costas el pabellón azul y blanco, y muramos todos antes de verlo bajar de donde flamea.”

Muchos de los que escucharon esta arenga no regresaron a su casa. Murieron defendiendo a su patria con un concepto muy claro y muy básico de “soberanía”: que el invasor vuelva a su lugar, porque esta tierra es nuestra y de nuestros descendientes. El notable espíritu de resistencia manifestado en Vuelta de Obligado terminó de ratificar nuestra condición de nación libre e independiente, por cuanto aun quienes no simpatizaban con Rosas cayeron en la cuenta de que dejarse conquistar por fuerzas extranjeras no era una salida, y que el pueblo no iba a dejar que ello ocurriera. El propósito de esta conmemoración, es contribuir a fortalecer el espíritu nacional de los argentinos, y recordar que la Patria se hizo con coraje y heroísmo.

Día de la Industrialización de África

En el marco del Segundo Decenio del Desarrollo Industrial para África, la Asamblea General proclamó el día 20 de noviembre Día de la Industrialización de África en diciembre de 1989. La observancia del Día tiene por objeto obtener el compromiso de la comunidad internacional para promover la industrialización de África.

En el marco del Segundo Decenio del Desarrollo Industrial para África, la Asamblea General proclamó el día 20 de noviembre Día de la Industrialización de África en diciembre de 1989. La observancia del Día tiene por objeto obtener el compromiso de la comunidad internacional para promover la industrialización de África; es el continente más pobre de todos, casi la mitad de la población vive con menos de un dólar al día y entre los 48 países menos adelantados del mundo, 34 están en África.

Para actuar contra esta pobreza hay que proporcionar a los pobres del continente africano servicios y oportunidades, pero también hay que conseguir que se ayuden a sí mismos. La educación, la salud, los medios de subsistencia, la nutrición, el saneamiento y la vivienda son todos elementos importantes en la reducción de la pobreza. Pero hay otro aspecto de la erradicación de la pobreza al que se ha prestado menos atención en los últimos años: el papel que desempeña la industrialización respaldando y sosteniendo avances en materia de erradicación de la pobreza.

En la economía globalizada de hoy, la industria sigue siendo un elemento fundamental en el desarrollo económico y social. Es la fuerza que impulsa a las economías dinámicas y competitivas. Los países que han alcanzado un alto grado de industrialización, especialmente los que han aplicado políticas en favor de los pobres, han tenido gran éxito en la erradicación de la pobreza. La industria crea empleo y lo incrementa. Aumenta los ingresos, multiplica el valor a los productos agrícolas y estimula el adelanto tecnológico. La industria crea oportunidades económicas para la mujer y genera ingresos para que los Gobiernos puedan mitigar y erradicar la pobreza.

Sin embargo África no ha tenido nunca un desarrollo industrial generalizado. Los motivos tiene que ver con el pasado y con el presente. En los siglos XIX y XX casi toda África fue sometida por las grandes potencias europeas (especialmente por Francia y el Reino Unido). A los países europeos, que estaban desarrollando su industria rápidamente, les interesaba tener a los países colonizados como proveedores de materias primas baratas para su industria y comercio (algodón , café, cacao) por lo que no hicieron nada para crear una industria africana.

Actualmente la deuda externa de estos países, junto con la corrupción generalizada en muchos de ellos hace que nadie quiera invertir en la industria africana, haciendo que un continente entero se quede al margen de la globalización económica y condenando a la miseria a millones de personas. Por un lado los países africanos, que deben ser los protagonistas de su propio progreso, deben crear las condiciones para que se cree una industria y favorecer las inversiones en este sector. Así reducirán su dependencia casi total de otros países en muchos aspectos (por ejemplo: ¿cuántas marcas de coche africanas conocemos?).

Por otro lado la comunidad internacional debe respaldar los esfuerzos de estos países con fondos de cooperación y perdonando la deuda que muchos países africanos tienen con países ricos. Ambos esfuerzos son elementos necesarios para luchar contra la pobreza en el continente más olvidado.