BEHEMOT, es un demonio gigantesco mencionado en el libro de Job, a tal punto que su nombre se utiliza como seudónimo de lo monstruoso y lo desmesurado. Job relaciona el aspecto colosal de BEHEMOT con un elefante o un hipopótamo, íconos que desde entonces lo acompañaron a través de los grimorios y libros prohibidos de la Edad Media, en su libro, Job nos ofrece una clave para descubrir la identidad de este ser infernal:
“Mira ante ti a BEHEMOT: él se alimenta de pasto como un buey. ¡Cuánta fuerza hay en sus riñones, qué vigor en los músculos de su vientre! Endereza su cola como un cedro, los nervios de sus muslos están bien entrelazados. Sus huesos son tubos de bronce: sus miembros, como barras de hierro. Es la primera de las obras de Dios, que lo convirtió en el adalid de sus compañeros, porque las montañas le aportan un tributo, y también las fieras que retozan en ellas. Él se recuesta bajo los lotos, en lo oculto de los cañaverales y pantanos. Los lotos lo cubren con su sombra, los sauces del torrente lo rodean. Si el río se enfurece, no se perturba; está sereno, aunque un Jordán le llegue a la garganta. ¿Quién podrá tomarlo por los ojos o taladrar su nariz con un punzón?” (Job 40-15,24)
Todos los grimorios antiguos coinciden en afirmar que BEHEMOT es un obeso crónico, de aspecto rústico y modales ásperos, cuya inteligencia no parece demasiado desarrollada. Esta característica intelectual, no es una deficiencia. Su inteligencia es difícil de apreciar a primera vista, justamente porque es lenta y tenaz la de los elefantes, los hipopótamos y los grandes mamíferos. El centro del poder de BEHEMOT se encuentra en el estómago. Por eso se lo considera EL DEMONIO DE LA GULA, es decir, de los excesos gastronómicos. Su afición por la buena mesa ha convertido a BEHEMOT en SOMMELIER DE LOS INFIERNOS Y COCINERO DEL MISMÍSIMO SATANÁS, a quien asesora en materia de vinos y manjares. En los mitos hebreos se hipertrofia esta característica de BEHEMOT, y se lo describe como un inmenso e insaciable buey que devora el equivalente a un bosque de forraje por día. De hecho, la palabra hebrea BEHEMOT es el plural intensivo de B´HEMAT, que significa BESTIA; así lo expone Fray Luis de León en su Exposición del Libro de Job:
"BEHEMOT es palabra hebrea, que es como decir bestias, animales. Al juicio común de todos sus doctores, significa elefante, llamado así por su desmesurada grandeza, que siendo un animal, vale por muchos."
El LEVIATÁN se identifica figurativamente tanto con el mar primordial (Job 3-8, Salmos 74-13) y en la literatura apocalíptica, como un adversario, el diablo, que será finalmente derrotado. En los discursos divinos en Job, BEHEMOT y LEVIATÁN pueden verse como criaturas míticas con una fuerza enorme que los humanos como Job no pueden llegar a controlar. Pero ambos son reducidos al rango de mascotas divinas, con anillos en sus fosas nasales y una correa en el caso del LEVIATÁN. En los apócrifos y pseudoepigráficos judíos como el LIBRO DE ENOC del siglo II a.C., BEHEMOT es el principal monstruo inconquistable de la tierra, el LEVIATÁN es el monstruo primitivo de las aguas del mar y el ZIZ el monstruo primordial del cielo. Según este texto, el LEVIATÁN vive en el abismo, mientras que BEHEMOT, el monstruo terrestre, vive en un desierto invisible al este del jardín del Edén:
“Ese día se harán salir separados dos monstruos, unos femenino y otro masculino. El monstruo femenino se llama LEVIATÁN y habita en el fondo del mar sobre la fuente de las aguas. El monstruo masculino se llama BEHEMOTH, se posa sobre su pecho en un desierto inmenso llamado Duindaín, al oriente del jardín que habitan los elegidos y los justos, donde mi abuelo fue tomado, el séptimo desde Adán el primer hombre a quien el Señor de los espíritus creó”. (Enoc 60-7, 8)
Desde el siglo XVII, ha habido muchos intentos de identificar a BEHEMOT. Algunos expertos lo han considerado una criatura real, normalmente el hipopótamo, ocasionalmente el elefante, rinoceronte o el búfalo de agua. Otra opinión es que BEHEMOT es el producto de la imaginación del autor de Job, un símbolo del poder de Dios: en el versículo 24, es descrito con la nariz horadada, para colocarle un anillo, un signo de que ha sido domado por YAVEH. El DICCIONARIO INFERNAL mostró al BEHEMOT como un demonio elefante humanoide con una barriga redonda. Esta representación lo considera como un gran soldado de Satán que vive en el infierno. BEHEMOT es el vigilante infernal que también preside los banquetes. También se dice que tenía cierto renombre por su voz siendo considerado el cantante demoniaco oficial del infierno.