Martes 04.11.2008
Editorial - Programa Nº 361
“Conforme a la gracia que Dios nos ha dado, todos tenemos
aptitudes diferentes, el que tiene el don de la profecía que lo ejerza según la
medida de la fe, el que tiene el don del ministerio que sirva, el que tiene el
don de enseñar que enseñe, el que tiene el don de exhortación que exhorte, el
que comparte sus bienes que dé con sencillez, el que preside la comunidad que
lo haga con solicitud, el que practica misericordia que lo haga con alegría”.
Este es un pasaje de la carta a los romanos que
escribiera oportunamente San Pablo, de quien estamos recordando en este año
paulino. Y elegí este pasaje, de esta carta, porque quería referirme en mi
editorial lo que en el mundo se ha dado en llamar el súper martes. Hoy en los
Estados Unidos se esta produciendo la elección
del presidente que justamente se hará cargo desde la Casa Blanca de gobernar el
país mas fuerte, mas importante, mas poderoso que hay sobre la tierra en estos
momentos.
En una elección particular, trascendente, con muchísima
participación ciudadana los americanos están eligiendo entre lo nuevo, lo
prometedor, lo distinto, un ciudadano americano nacido en Hawái y criado en
Chicago, un ciudadano americano de raza negra, tal vez el primer presidente
negro que ocupe ese lugar paradójicamente en la Casa Blanca. Y John Mc Cain un
viejo senador ya una persona de avanzada edad que desde el partido republicano
intenta mantener esa estructura degradada y deformada por lo que fue la
administración Bush.
Horas de cambio, tal vez de nuevos vientos se producen en
ese lugar. La llegada de Obama presentaría la posibilidad de un candidato joven,
con una muy buena formación, y por sobre todas las cosas, un poco para
equilibrar esas balanzas que nos diferencian muchas veces por tantas cosas,
entre ellas nuestro color de piel Obama, como hombre negro, viene a representar
un poco a los que, siendo semejantes, pintan distinto tal vez.
Pero quería referirme también, que hoy en los Estados Unidos,
están eligiendo otras cosas. En algunos estados, como California, están decidiendo
si aceptan el matrimonio de personas del mismo sexo. En otros estados se votara
sobre el derecho al aborto. También en otros sobre la despenalización de la
marihuana. Y en la capital, en Washington, se votara sobre el derecho a la
eutanasia.
En distintos lugares, complementariamente a esta elección
de presidente y vice, senadores y representantes que serian el equivalente a
nuestros diputados, en determinados estados se votan cierto tipo de cosas como
estas que yo relataba. Y entonces yo pensaba, ¿si Dios fuera yanqui a quien votaría?
¿Quien esta mas cerca de ser un servidor como nos proponía Pablo en esta carta
a los Romanos? ¿Que es lo que alimenta a nuestra sociedad para querer
desvirtuar aquel amor increíble que creo Dios entre un hombre y una mujer? ¿Porque
la crueldad de la muerte en la apoyatura al aborto o a la eutanasia?
Los hombres desde hace mucho tiempo, y casi diría desde
los comienzos, ha jugado a ser un poco como Dios, a querer también tomar la
decisión en que momento una persona tiene que venir o no venir, quedarse o no
quedarse, jugar con la vida de los que están por venir y de los que, porque tal
vez sufran una enfermedad cruel, nosotros tomar esa decisión de desconectar un
aparato que lo tienen ligado a esta vida terrena.
Que paradoja, aires de cambio y queremos cambiar en
muchos casos hacia la destrucción del propio hombre. Destruir desde el aborto,
destruir desde la eutanasia, y destruir, y lo quería dejar como ultimo caso, la
despenalización de la marihuana en particular y, tal vez en algún momento como
también en alguna vez se propuso como tema acá en nuestro país, la
despenalización de las drogas.
Evidentemente en un mundo superpoblado, como somos
muchos, hay que hacer limpiezas en muchos casos étnica para sacarse de encima a
mucha gente. Para eso seguramente estamos pensando en despenalizar la droga,
porque sino no se puede entender que criterio lógico y coherente puede tener
alguien que apoye la despenalización de un elemento que mata a la gente. O no
comprendemos y nos damos cuenta de todo lo que nos sucede todos los días a
nuestro alrededor, y en cuantos casos es producto del consumo de cualquier tipo
de estupefacientes y de porquerías que hacen que las cabezas obnubiladas de
muchos chicos los lleven a hacer cualquier cosa.
Ojala, Dios quiera, que estos cambios que se producen allá
en el norte sirvan para que el mundo este mejor, sirvan para quitarse de encima
un loco como el que hoy esta en el sillón de Washington, que nos llevo al mundo
a la guerra en Irak, Afganistán, en Pakistán y en tantos lugares.
Ojala lo ilumine si es este muchacho distinto, diferente,
hermano, este negrito, simpático, que parece que tiene buenas ideas ojala que
las ponga en practica y que nos acompañe y nos ayude a todos y nos obligue
también a repensar y tratar de mensurar cuando votamos, no es el caso no lo
hacemos nosotros, pero tal vez en algún momento nos inviten a tomar decisiones
que tenga que ver con la vida de los demás como es legalizar el aborto,
legalizar la eutanasia o legalizar las drogas.
Pensemos seriamente que tipo de mundo queremos y que
servicio vamos a dar a la humanidad dando vuelta la cara a estas cosas que
después son lo que nos degrada como sociedad y por sobre todo como seres
humanos.
Que Dios ilumine al pueblo americano para saber elegir,
porque también nosotros dependemos de una buena relación producida en el norte.
Carlos Guzmán
Coordinador de Contenidos
Programa Radial
EL ALFA Y LA OMEGA