El papa
Francisco dijo que los obispos deben conducir el rebaño, "que no es lo
mismo que mandonear", y tienen que ser pastores cercanos a la gente,
sencillos y austeros, "hombres que no tengan psicología de príncipes', que
no sean ambiciosos".
El
pontífice hizo estas manifestaciones en el discurso que dirigió al comité de
coordinación del Consejo Episcopal Latinoamericao (CELAM), formado por 45
obispos de América Latina, con los que se reunió en Río de Janeiro antes de
regresar a Roma, una vez clausurada la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud.
El papa
Bergoglio se refirió a la Misión Continental, el documento surgido de la V
reunión del Celam, celebrada en Aparecida (Brasil) el 2007, donde se trazaron
las líneas a seguir por la Iglesia Latinoamericana para encarar el siglo XXI y la nueva evangelización.
Refiriéndose
a los obispos, el papa dijo que los prelados son quienes conducen la pastoral.
"El
Obispo debe conducir, que no es lo mismo que mandonear", dijo el papa.
Los
prelados, subrayó, deben ser pastores, cercanos a la gente, padres y hermanos,
con mucha mansedumbre, pacientes y misericordiosos, "hombres que amen la
pobreza, sea la pobreza interior como libertad ante el Señor, sea la pobreza
exterior como simplicidad y austeridad de vida".
"Tienen
que ser hombres que no tengan "psicología de príncipes", que no sean
ambiciosos, capaces de estar velando sobre el rebaño que les ha sido confiado y
cuidando todo aquello que lo mantiene unido: vigilar sobre su pueblo con
atención sobre los eventuales peligros que lo amenacen, pero sobre todo para
cuidar la esperanza", dijo.
Francisco
agregó que el sitio del Obispo para estar con su pueblo es triple: "o
delante para indicar el camino, o en
medio para mantenerlo unido y neutralizar los desbandes, o
detrás para evitar que alguno se quede rezagado, pero también porque el rebaño
mismo tiene su olfato para encontrar nuevos caminos".
"Estamos
un poquito retrasados en lo que a Conversión Pastoral se refiere. Conviene que
nos ayudemos un poco más a dar los pasos que el Señor quiere para nosotros en
este hoy de América Latina y el Caribe", añadió.
EL
DOCUMENTO DE APARECIDA
En un largo
discurso, Francisco analizó el documento de Aparecida y señaló que la Iglesia
es institución, pero cuando se erige en "centro" acaba
transformándose en una ONG, se vuelve cada vez más autorreferencial y se
debilita su necesidad de ser misionera.
"De
'Institución' se transforma en "Obra". Deja de ser Esposa (de Cristo)
para terminar siendo administradora, de servidora se transforma en
'controladora'", señaló.
Aparecida,
prosiguió, quiere una Iglesia Esposa, Madre, Servidora, que facilite la fe y no
sea "una controladora de la fe".
El Obispo
de Roma se refirió asimismo al clericalismo, del que dijo, "es también una tentación
muy actual" en Latinoamérica.
"Curiosamente,
en la mayoría de los casos, se trata de una complicidad pecadora: el cura
clericaliza y el laico le pide por favor que lo clericalice, porque en el fondo
le resulta más cómodo. El fenómeno del clericalismo explica, en gran parte, la
falta de adultez y de cristiana libertad en buena parte del laicado
latinoamericano", denunció el papa.
Francisco
señaló que existe en América Latina una forma de libertad laical que se expresa
fundamentalmente en la piedad popular y agregó que la propuesta de los grupos
bíblicos, de las comunidades eclesiales de base y de los Consejos pastorales va
en la línea de superación del clericalismo y de un crecimiento de la
responsabilidad laical.
El papa destacó que Aparecida ha propuesto la renovación interna de la
Iglesia y dijo que es necesario con frecuencia que los obispos analicen si el
trabajo que hacen es más pastoral que administrativo. Francisco destacó que Aparecida ha propuesto la renovación interna de la
Iglesia y dijo que es necesario con frecuencia que los obispos analicen si el
trabajo que hacen es más pastoral que administrativo, promueven la misericordia
de Dios, hacen partícipes de la misión a los fieles, si les apoyan
"superando cualquier tentación de manipulación o sometimiento
indebido".
Francisco
también citó algunas "tentaciones" contra la misión, entre ellas el
"reduccionismo socializante, que abarca desde el liberalismo de mercado
hasta el marxismo; la ideologización psicológica, que reduce el encuentro con
Jesucristo a un conocimiento, y la propuesta agnóstica que se da en grupos de
elitistas, los denominados católicos ilustrados, por ser herederos de la
Ilustración".
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