Precursor
del movimiento de emancipación de Hispanoamérica. Era hijo de un comerciante
canario que había hecho fortuna en Venezuela. Francisco estudió en la
Universidad de Caracas y se alistó en el ejército español en 1771. Combatió en
el norte de África, en las Antillas y en la intervención contra Gran Bretaña
durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos (1780-81). Luego se
instaló como comerciante en Cuba. Pero fue procesado por contrabando y lectura
de libros prohibidos en 1783; porque, efectivamente, Miranda era seguidor de
los enciclopedistas y los filósofos ilustrados, cuyo ideario político liberal
había adoptado.
Antes de
ser desterrado al norte de África, consiguió huir y se lanzó, por lo que le
quedaba de vida, a luchar contra la dominación colonial española en su país.
Recorrió Europa y Estados Unidos defendiendo la causa de la independencia
hispanoamericana, a imagen de lo que habían hecho las antiguas colonias
británicas del continente. Su pertenencia a la masonería le facilitó el
contacto con las personalidades más relevantes del mundo, a través de las
logias europeas y americanas.
Durante su
estancia en Francia, se adhirió a la Revolución, que le nombró general, y
prestó sus servicios para la conquista francesa de los Países Bajos (1792-93);
pero perdió el empleo por un conflicto con Dumoriez. Fue perseguido por el
Comité de Salvación Pública durante el Terror (1793), pero se salvó de la
guillotina por la caída de Robespierre. Luego presidió una junta de representantes
de las colonias españolas de América (fundada en París en 1797), que respaldó
su campaña en busca de apoyos internacionales.
En 1806
regresó a Venezuela, habiendo conseguido promesas de ayuda por parte de la
zarina Catalina II de Rusia, el presidente americano Jefferson y, sobre todo,
el Joven Pitt, primer ministro de Gran Bretaña, de cuyos intereses
geoestratégicos se convirtió en agente. Miranda pretendía formar un único
Estado hispanoamericano independiente desde el Mississippi hasta la Tierra del
Fuego, para el cual había proyectado una constitución, ideado un nombre
-Colombia- e incluso diseñado una bandera (la actual de Colombia, Venezuela y
Ecuador). Pero su primer intento de desembarcar en Ocumare fue rechazado por el
capitán general de Venezuela; y un segundo desembarco en Coro no despertó la
adhesión que esperaba por parte de los criollos, por lo que regresó a Europa en
busca de refuerzos (1807).
La invasión
de España por las tropas de Napoleón en 1808 creó en las colonias americanas
una situación de desconcierto y vacío de poder, que los independentistas
aprovecharon para lanzar su revolución con más garantías de éxito: Miranda
fundó el periódico El Colombiano, desde el cual coordinó los movimientos
revolucionarios que estallaron simultáneamente y con características semejantes
en toda Hispanoamérica en 1810; en aquel año regresó a Venezuela, a instancias
de Bolívar y de la junta revolucionaria formada en Caracas.