Durante quince años la imagen permaneció en la residencia del pescador Felipe Pedroso, donde los pescadores se reunían para rezar. La devoción fue creciendo entre el pueblo pues se decía que muchos favores fueron alcanzados por aquellas gentes que rezaban delante de la imagen. La fama de los poderes extraordinarios de Nuestra Señora llegó hasta otras regiones de Brasil. Se construyó una capilla, que pronto se quedó pequeña. Debido al aumento de fieles, en 1834 se inició la construcción de una gran iglesia, la actual Basílica de Nuestra Señora Aparecida. En 1904 la imagen fue coronada con la presencia del Nuncio Apostólico y del presidente de la República. En 1929, Nuestra Señora fue proclamada Patrona Oficial del Brasil por determinación del papa Pío XI. El papa Juan Pablo II, en su visita a Brasil en 1980, consagró la Basílica que alberga la imagen y concedió más tarde indulgencias a los devotos de Nuestra Señora Aparecida.
NUESTRA SEÑORA DE LA CONCEPCIÓN APARECIDA
Durante quince años la imagen permaneció en la residencia del pescador Felipe Pedroso, donde los pescadores se reunían para rezar. La devoción fue creciendo entre el pueblo pues se decía que muchos favores fueron alcanzados por aquellas gentes que rezaban delante de la imagen. La fama de los poderes extraordinarios de Nuestra Señora llegó hasta otras regiones de Brasil. Se construyó una capilla, que pronto se quedó pequeña. Debido al aumento de fieles, en 1834 se inició la construcción de una gran iglesia, la actual Basílica de Nuestra Señora Aparecida. En 1904 la imagen fue coronada con la presencia del Nuncio Apostólico y del presidente de la República. En 1929, Nuestra Señora fue proclamada Patrona Oficial del Brasil por determinación del papa Pío XI. El papa Juan Pablo II, en su visita a Brasil en 1980, consagró la Basílica que alberga la imagen y concedió más tarde indulgencias a los devotos de Nuestra Señora Aparecida.