En el barco había mayoritariamente cristianos (protestantes y católicos) y judíos, y el padre Byles prefirió asistirles espiritualmente –se le recuerda rezando el Rosario- a ser salvado. Es otro sacerdote inglés, el padre Graham Smith, de Saint Helen, en Chipping Ongar, condado inglés de Essex, quién está detrás de la petición para que Byles suba a los altares. Por ahora, el padre Smith pide a los fieles que invoquen al padre y en el caso que ocurra un milagro, se incoaría la causa de beatificación.
Una página web www.fatherbyles.com recoge la vida del padre Byles, así como sus escritos y los textos de su última misa, celebrada el día del hundimiento, el segundo domingo de Pascua del año 1912. La homilía es particularmente estremecedora: diserta sobre necesidad de un rescate espiritual mediante la oración y los sacramentos en caso de que se produzca un naufragio (físico o espiritual). Al cabo de pocas horas, el Titanic se hundió.
El padre Byles era hijo de un pastor congregacionalista y se convirtió al catolicismo en Oxford. Fue a estudiar a Roma y al regresar fue destinado a Saint Helen.
Fuente:
www.aleteia.org/es