Sabemos que nada puede reemplazar el encuentro y comunicación personal con el otro, pero las necesidades del ser humano nos impulsan a crear nuevas formas de telecomunicación. Con el avance de las nuevas tecnologías, muchas veces nos olvidamos de las fuentes de la comunicación humana y, también, de lo más natural y sencillo de carácter mediático.
Es así que debemos tener
en cuenta otras formas de telecomunicación que si bien, ante el avance
tecnológico, parecen antiguas o caducas, no mueren, ya que en cuanto a las
características que implican su identidad, son fundamentales y se complementan
con los nuevos servicios. Así como la radiodifusión sonora tradicional no ha
muerto con el avance de la creación de la televisión en su momento, sino que la
misma se transforma y reinventa permanentemente, lo mismo sucede con el
servicio de TV ABIERTA, de carácter directo y gratuito, especialmente de tipo
local, con contenidos saludables y de sumo interés para la gente, que requiere
algo mejor, siempre, pero sobre todo en esta sociedad actual.
Estos conceptos básicos
deberán ser considerados por el Estado a través de sus organismos
especializados en los servicios de radiodifusión sonora y televisiva, teniendo
en cuenta lo que históricamente se sostuvo siempre en la legislación nacional e
internacional respecto a este servicio para el público en general.
Buenos Aires, noviembre de
2016
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