miércoles, 25 de octubre de 2017

LA EXTRAÑA MUERTE DE JUAN PABLO I

JUAN PABLO I apareció muerto en su cama. Llevaba sólo 33 días de pontificado. Según el comunicado oficial, murió de un infarto agudo de miocardio. Aunque oficialmente se negó, un benedictino que trabajaba en la Secretaría de Estado dio a conocer a un amigo, el mismo día de la muerte, que hubo autopsia. Por ella se supo que murió por la ingestión de una dosis fortísima de un vasodilatador, que en la tarde anterior habría recetado por teléfono su médico personal de Venecia. El DR. DA ROS, médico personal del PAPA LUCIANI, en 1993, tras quince años de silencio, declaró que JUAN PABLO I estaba bien de salud y que aquella tarde no le recetó nada. Por tanto, un diagnóstico sin fundamento, una autopsia secreta, un medicamento que mata al papa y que no ha recetado su médico personal, muchas preguntas sin respuestas. El 14 de mayo de 1989, el CARDENAL PIRONIO, envía un informe a CAMILO BASSOTTO, amigo personal del PAPA LUCIANI y testigo principal de la fuente veneciana. El informe va firmado, pero debe publicarse sin firma: el puesto que ocupa el misterioso comunicante no le permite otra cosa. Según dicho informe, JUAN PABLO I tenía un programa de cambios y había tomado decisiones importantes, incluso arriesgadas: terminar con los negocios vaticanos, cortar la relación del Banco Vaticano con el Banco Ambrosiano, destituir al presidente del Banco Vaticano (MARCINKUS), hacer frente a la masonería y a la mafia.

Todo esto se ha intentado ocultar. Sin embargo, tiene clara relevancia judicial. Desde la primera investigación, las mayores sospechas recaen en la desaparecida logia Propaganda Dos, aunque hubiera colaboración interna dentro del Vaticano. El Banco Vaticano tuvo que pagar por la responsabilidad contraída en la quiebra del Ambrosiano más 240 millones de dólares. En el juicio por la quiebra, que concluye en 1992, las mayores condenas caen sobre los jefes de la logia P2: 18’5 años de cárcel para LICIO GELLI y 19 para UMBERTO ORTOLLANI. Sorprende la serie de asesinatos y atentados violentos relacionados de una u otra forma con la P2, con la mafia, con el Ambrosiano, con el Banco Vaticano: AMBROSOLI, ALESSANDRINI, CALVI, SINDONA, PECORELLI..., sin olvidar el atentado contra JUAN PABLO II, la desaparición de EMANUELA ORLANDI (hija de un empleado vaticano) y el triple crimen de la Guardia SuizaDON GERMANO PATTARO, sacerdote veneciano QUE JUAN PABLO I llevó a Roma como consejero, dejó en su momento a CAMILO BASSOTTO un testimonio fundamental sobre el PAPA LUCIANI, cuya figura ha sido injustamente distorsionada: “estaba en el camino de la profecía”. Esto no significa adivinar el futuro, sino hablar y actuar en nombre de Dios. Además, DON GERMANO atestigua algo realmente sorprendente, que también tiene relevancia judicial: JUAN PABLO I sabía a los pocos días de pontificado quién iba a ser (y, además pronto) su sucesor. Casi tres horas después del hallazgo del cadáver, el Vaticano dio el siguiente comunicado oficial: "Esta mañana, 29 de septiembre de 1978, hacia las cinco y media, el secretario particular del Papa, no habiendo encontrado al Santo Padre en la capilla, como de costumbre, le ha buscado en su  habitación y le ha encontrado muerto en la cama, con la luz encendida, como si aún leyera. El médico, DR. RENATO BUZZONETTI, que acudió inmediatamente, ha constatado su muerte, acaecida probablemente hacia las 23 horas del día anterior a causa de un infarto agudo de miocardio".

Realmente, pocas cosas quedan en pie de las afirmadas en dicho comunicado. Sólo una: se le encontró muerto en la cama, con la luz encendida, como si aún leyera. No fue el secretario, sino una religiosa quien encontró muerto a JUAN PABLO I. La forma en que se encuentra el cadáver no encaja con el cuadro típico del infarto: todo está en orden, no ha habido lucha con la muerte. La hora de la muerte ha sido anticipada. Según diversas fuentes, el papa murió en la madrugada del día 29. De forma tajante, el CARDENAL ODDI, que asistió al CARDENAL VILLOT durante el periodo de sede vacante, afirmó que no habría investigación alguna: “He sabido con certeza que el Sagrado Colegio cardenalicio no tomará mínimamente en examen la eventualidad de una investigación y no aceptar el menor control por parte de nadie y, es más, ni siquiera se tratará de la cuestión en el colegio de cardenales” CAMILO BASSOTTO, testigo principal de la fuente veneciana, da esta versión del hallazgo del cadáver, la versión que le dio la religiosa que lo descubrió: “Hablé en dos ocasiones con SOR VINCENZA. La primera, con la provincial delante. La segunda, a solas. En esta ocasión, la religiosa se echó a llorar desconsoladamente. Yo no sabía qué hacer, entonces me dijo, que la Secretaría de Estado le había intimidado a no decir nada, pero que el mundo debía conocer la verdad. Ella se consideraba liberada de tal imposición en el momento de su muerte (ya acaecida, en 1983). Entonces podría darse a conocer. Según SOR VINCENZA, el Papa estaba sentado en la cama, con las gafas puestas y unas hojas de papel en las manos. Tenía la cabeza ladeada hacia la derecha y una pierna estirada sobre la cama. Iniciaba una leve sonrisa. La frente la tenía tibia. Cuando DIEGO LORENZI, SOR VINCENZA y otra religiosa fueron a lavar el cadáver, al volverle, tenía la espalda también tibia. El Papa pudo morir entre la una y las dos de la mañana”

DIEGO LORENZI, secretario de JUAN PABLO I, vio así el cadáver: “Tenía dos o tres almohadones a la espalda. La luz de la cama estaba encendida. No parecía que estuviera muerto. Y las hojas de papel estaban completamente derechas. No habían resbalado de sus manos ni habían caído en el suelo. Yo mismo las tome de su mano” El DR. FRANCIS ROE, que fue jefe de cirugía vascular en el HOSPITAL LONDON DE CONNECTICUT, dice que hay algo verdaderamente sospechoso en la forma en que se encuentra el cadáver de JUAN PABLO I“Los cuerpos muertos no están sentados sonriendo y leyendo. Conozco gente que muere durante el sueño, pero no conozco de nadie ni he visto morir a nadie en medio de una actividad como la lectura. Realmente, encuentro difícil creer que estuviera leyendo en el momento justo anterior a su muerte. Pienso que habría tenido tiempo suficiente para notar que algo estaba pasando. Habría sentido seguramente un dolor, y habría hecho algún esfuerzo para respirar, o para salir de la cama y pedir auxilio... He visto muchas muertes de esta clase, pero nunca he conocido a nadie que muriese sin inmutarse ante lo que le estaba pasando” Un testimonio fundamental es dado once años después de los hechos por el CARDENAL PIRONIO, que, con fecha de 14 de mayo del 89, Fiesta de Pentecostés, y firmada a mano, envía a CAMILO BASSOTTO una carta con unos apuntes. Entre otras cosas, dice: “Los apuntes que le adjunto son para usted. Había pensado tenerlos para mí. Me vino también la idea de publicarlos, pero el puesto que ocupo no me lo permite, al menos por ahora. El PAPA LUCIANI me gratificaba con su benevolencia y, me atrevo a esperar, también con su estima. Por qué quiso hacerme partícipe de algunos pensamientos expresados por él al CARDENAL VILLOT, no lo sé. Ellos constituyen un auténtico compromiso, vivo y presente en su corazón hasta el último día. Yo sostengo que se debe hacer justicia y dar testimonio de JUAN PABLO I”

Como consta en el documento del CARDENAL PIRONIO, JUAN PABLO I era consciente del riesgo que corría. Dijo al CARDENAL VILLOT: “Eminencia, usted es el Secretario de Estado y es también Camarlengo de la Santa Romana Iglesia, usted sabe mejor que nadie que el papa tiene que actuar con prudencia y con paciencia, pero también con coraje y confianza. El riesgo lo ponemos todo en las manos de Dios, del Espíritu Santo y de Cristo Señor. Estos pensamientos que le confío, de momento brevemente, los llevo muy en el corazón. Usted me ayudará a realizarlos de forma adecuada” JUAN PABLO I pensaba tomar abierta posición, incluso delante de todos, frente a la masonería y frente a la mafia. En el informe del CARDENAL PIRONIO, le dijo al CARDENAL VILLOT: “No se olvide que la masonería, cubierta o descubierta, como la llaman los expertos, no ha muerto jamás, está más viva que nunca. Como no ha muerto esa horrible cosa que se llama mafia. Son dos potencias del mal. Debemos plantarnos con valentía ante sus perversas acciones. Debemos vigilar todos, laicos, curas, y especialmente los párrocos y los obispos. Debemos proteger a las gentes de nuestras comunidades. Es un tema que un día afrontaremos con más claridad delante de todos” Muy importante es el testimonio de DON GERMANO PATTARO, sacerdote y teólogo veneciano, llamado por JUAN PABLO I a Roma como consejero. De su testimonio emerge la figura de un papa profeta, que quiere hablar y actuar en nombre de Dios: un papa que no quiere ser jefe de Estado, que no quiere escoltas ni soldados, que se abandona totalmente al Señor, pase lo que pase; un papa que quiere la renovación de la Iglesia, sin olvidar las razones profundas que hicieron necesario el Concilio; un papa que no quiere gobernar solo, sino con los obispos; un papa que pide perdón por los pecados históricos de la Iglesia, como la Inquisición, el poder temporal de los papas, el odio a los judíos y la tolerancia ante las masacres de los indios, el racismo y las deportaciones de los pueblos africanos; un papa que reivindica la figura profética de quienes valientemente denunciaron el genocidio de aquellos pueblos.

Un papa que quiere hacer justicia a todos aquellos que en tierras de misión, en el Este y en América Latina, han sido encarcelados, torturados, exiliados o asesinados por causa de Cristo; un papa que denuncia fuertemente el sistema económico internacional; un papa que se pone al lado de quienes, de cualquier raza y religión, defienden los sacrosantos derechos del hombre; un papa que quiere promover en el Vaticano un gran instituto de caridad, donde poder hospedar a quienes duermen por las calles; un papa que quiere diez discursos menos y un testimonio más; un papa que sabe, a los pocos días de pontificado, quién será (y, además, pronto) su sucesor; un papa que no se deja intimidar, a pesar de las dificultades encontradas. JUAN PABLO I tenía planeado promulgar una encíclica para consolidar las reformas del Concilio Vaticano II, que calificó como "un extraordinario acontecimiento de gran alcance histórico y de crecimiento para la Iglesia", y para reforzar la disciplina de la Iglesia en la vida de los cargos eclesiásticos y de los fieles. Como reformista, también lanzó algunas iniciativas como la devolución del 1% de los ingresos de cada iglesia para destinarlo a las iglesias del Tercer mundo. La visita del dictador JORGE RAFAEL VIDELA, presidente de Argentina, a la Ciudad del Vaticano, también causó gran controversia, especialmente cuando el papa le recordó las violaciones a los derechos humanos ocurridas en Argentina durante la llamada GUERRA SUCIACon fecha 12 de septiembre de 1978, el periodista MINO PECORELLI publicó en su revista OSSERVATORE POLÍTICO un artículo titulado LA GRAN LOGIA VATICANA. En él se decía que el 17 y el 25 de agosto la agencia de prensa EUROITALIA había dado los nombres en código, el número de matrícula y la fecha de iniciación a la masonería de cuatro cardenales considerados papables: BAGGIO, PAPPALARDO, POLETTI, VILLOT. “Nos hemos hecho, decía PECORELLI, con una lista de 121 masones: cardenales, obispos y altos prelados indicados por un número de matrícula y nombre codificado. Ciertamente, la lista puede ser apócrifa, incluso la firma de un cardenal hoy puede ser falsificada”. En cualquier caso, “el PAPA LUCIANI tiene ante sí una difícil tarea y una gran misión. Entre tantas, la de poner orden en las alturas del Vaticano”

Dos semanas después, el 26 de septiembre, MINO PECORELLI publica el artículo titulado SANTIDAD, ¿CÓMO ESTÁ? Pregunta enigmáticamente por la salud del papa y habla de la reacción que suscitan los cambios que pensaba hacer: “Hoy en el Vaticano muchos tiemblan, y no solamente monseñores y sacerdotes, sino también obispos, arzobispos y cardenales” Para el Vaticano la desaparición de JUAN PABLO I es un caso cerrado el 29 de septiembre de 1978. JUAN PABLO I fue el primer papa en suprimir la coronación papal, y también el primero en elegir un nombre compuesto (JUAN PABLO). Su sucesor, el cardenal KAROL WOJTYŁA, escogió el mismo nombre en su honor. El proceso de canonización de Juan Pablo I comenzó formalmente en 1990 con la petición de 226 obispos brasileños, entre ellos cuatro cardenales. El 26 de agosto de 2002, cuando se cumplían 24 años de la elección de JUAN PABLO I, el Mons. Vincenzo Savio anunció el inicio de la fase preliminar de reunión de documentos y testimonios para comenzar el proceso de canonización. El 8 de junio de 2003, la Congregación para las Causas de los Santos dio su aprobación y el 23 de noviembre, el proceso se inauguró formalmente en la Basílica Catedral de Belluno, a cargo del CARDENAL JOSÉ SARAIVA MARTINSLa investigación en la diócesis concluyó el 11 de noviembre de 2006 en Belluno. En junio de 2009, la Santa Sede comenzó la fase "romana" del proceso de beatificación de JUAN PABLO I, basándose en el de GIUSEPPE DI ALTAMURA DENORA, que afirmó haber sido curado de cáncer. Ante lo expuesto en este informe, han quedado numerosas dudas sin resolver sobre la muerte del Sumo Pontífice, sobre JUAN PABLO I, que para muchos fue un mártir de la purificación y renovación de la Iglesia.

UNA VOZ POR EL PLANETA TIERRA-Segunda Parte

“¡Tengo que gritar, tengo que arriesgar!” ¡Ay de mí si no lo hago, ¿cómo escapar de ti?, ¿cómo no hablar?, si tú voz me quema dentro!”
(Estribillo de la Canción del Profeta).

Todos creyentes y no creyentes, tenemos algo de profetas, porque debemos anunciar, comunicar, compartir, llevar. Bajo este compromiso, nosotros desde este frente de lucha, asumimos el reto de nuestro tiempo. Lucha contra el cambio climático y una mejor calidad de vida para todo ser vivo en el planeta. En nuestro tiempo, en que todo se acelera, el calentamiento global es una realidad. Es un fenómeno sociocultural y medioambiental, que ya está generando refugiados climáticos. En los cinco continentes hay desertificación, inundaciones, muerte por inanición de millones de seres vivos, en mayor cantidad las plantas, luego animales y seres humanos. Las imágenes de gente totalmente adelgazada por la hambruna, nos quedan guardadas en lo más profundo de la retina y en el corazón.

De continuar este ritmo de degradación y calentamiento, que provoca la inanición de millones de plantas y de animales. Porque a falta de agua en unas zonas y de inundaciones en otras, todos mueren de sed y de hambre, unos porque les falta y otros porque les sobra estos dos elementos totalmente contaminados. Este proceso generará millones de refugiados climáticos. Por eso evocando la Canción del Profeta, en este párrafo, algo nos invita a arriesgar y a gritar. No podemos callar, debemos cambiar de rumbo. El silencio puede costar la vida y el sufrimiento de una de las naciones más pobres de nuestro continente, su nombre es Haití. En la lengua de los Taínos, los nativos originarios de las Antillas, esta tierra en que se estableció la primera población española en el Nuevo Mundo se llamó Ayití, que significaba “Tierra de las Altas Montañas” o “La Montaña Sobre el Mar”. Hoy Haití, está muy lejos de representar lo que significa su nombre taíno, ya que ha sido completamente arrasada, explotada, saqueada, desertizada.

Los habitantes de la América, en pleno, debemos exigir que este país sea reforestado, que se importe tierra cultivable y se reintegre a la nación en la agricultura para satisfacer el hambre de su gente. Que se le devuelva la riqueza artística que se le arrebató. No debemos callar, no podemos callar. Este país ha sido empobrecido, luego de ser la nación más rica del continente antes y después de la conquista, se le ha robado, se le ha destruido por decisión política del imperialismo y, por el silencio de los cómplices de lo inhumano. Y pensar que Haití es solo la punta del iceberg de la pobreza y del gran compromiso que tenemos de reparar esta casa que amenaza con ruina. Si no le devolvemos a las tierras americanas su riqueza para producir la mejor la mejor agricultura del planeta, nunca podremos construir una civilización basada en el amor, la paz, la concordia y el respeto. No queremos más países empobrecidos, no queremos más saqueo cultural y económico, no más silencio, porque el silencio mata. En la década en la que Carl Sagan, realizó su programa Cosmos, para popularizar la ciencia y hacer conciencia del grave peligro de una guerra nuclear, debido a la tensión existente entre el oriente y el occidente, nos encontramos muchos años después con otro peligro, “el cambio climático” y esto nos debe llevar a un cambio de rumbo radical.

Que sea el mismo profesor Carl Sagan quien de viva voz, nos muestre el rumbo:

Desde Costa Rica
Jorge Muñoz Somarribas
Coordinador
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miércoles, 18 de octubre de 2017

LA FE POR ENCIMA DE LOS PARTIDISMOS

Hace algunos días un grupo de sacerdotes señalaba que un católico no puede votar al gobierno de Macri. La mayoría de ellos es favorable al voto a Cristina. Monseñor Aguer, un prelado de larga trayectoria y que actualmente es arzobispo de La Plata, defendió a un candidato en detrimento de su competidor. La Conferencia Episcopal no emitió ningún comunicado y la gente está entre confundida y molesta. Sin embargo, la Iglesia sostiene en toda su doctrina que los católicos tienen libertad para votar a quien quieran. Por lo tanto, promover o condenar una forma de votar convierte a quienes se pronuncian así en intérpretes de la realidad de una manera unilateral. Y, como le gusta decir al Papa Francisco, la realidad se parece más a un poliedro donde las diferentes partes forman el todo. Además, la gente es adulta y libre, no necesita de sacerdote iluminados para discernir su voto. Sin olvidar que los sacerdotes lo somos de todos los bautizados, no de algunos.
 
Hace poco más de una semana se realizó una nueva edición de la peregrinación juvenil a Lujan. Este fenómeno no deja de sorprenderme año a año. ¿Viste una gran movida publicitaria? ¿Estaban todos los medios cubriéndola? No, nada de eso. El pronóstico anunciaba lluvia a partir de las 3 de la madrugada, la hora que la mayoría de la gente -muy cansada- empieza a llegar a Luján. Y, como estaba anunciado, cayó una lluvia tremenda. El que diga que es un paseo deportivo lo animo a probar. Al llegar
duele hasta la respiración

¿Qué me sorprendió este año? En primer lugar el poder de convocatoria de la Virgen de Lujan. ¡Cómo la quiere la gente! Uno puede pararse en la ruta y ver pasar ese conjunto variopinto de hijos suyos que se cansa, pero canta, comparte y ofrece, siempre alegre. Ingresé a la basílica con algunos de los chicos del micro de apoyo de mi parroquia a las 2 de la madrugada. En la puerta les decía que cuando puedan viajar van a ver muchos templos como Lujan, pero en una Europa descreída la mayoría de la gente va a admirar su belleza, sus tesoros artísticos. Pocos, a rezar. En cambio, ingresar a la basílica de Luján a esa hora fue experimentar un templo vivo, con gente apretujada que -con las últimas energías- procuraba llegar hasta la imagen de la Virgen, algunos de rodillas. Bastaba mirar cualquier rostro para intuir mil palabras: agradecimientos y peticiones. Los rostros se iluminaban viendo esa imagen pequeña, casi perdida en la inmensidad del espacio del templo. Surgen las lágrimas, las fotos que te permiten comunicar a tus seres queridos que llegaste.

Qué lástima que los medios se lo pierdan. Fue un corte de ruta monumental y sobre esa ruta cortada no había unos de un lado y otros del otro. Tampoco, tonos amenazantes, sino abrazos fraternales. Mezclados iban caminando los argentinos, de River y Boca, macristas y cristinistas y los que votarán a otros. Pobres y ricos. Allí no había grieta ni desmanes a nuestro paso. Cortamos una ruta nacional 48 horas y no fuimos noticia. Convivimos en paz haciendo un sacrificio para llegar. Qué buena metáfora de la Argentina que queremos; sólo Dios es capaz de este milagro y, como dice Jesús en el Evangelio de San Lucas 10,21: “Te alabo Padre porque ocultaste estas cosas a los sabios e inteligentes y se las revelaste a los humildes”. Hay otra argentina más allá de la grieta que los medios de comunicación no reflejan.

P. Guillermo Marcó
Fuente:
www.valoresreligiosos.com.ar


miércoles, 11 de octubre de 2017

UNA VOZ POR EL PLANETA TIERRA-Primera Parte

“Los Cielos Proclaman la Gloria de Dios y el Firmamento Anuncia la Obra de sus Manos”. Salmo 19,1.

Hermosas palabras escritas en la Biblia, nuestro tesoro más preciado, porque es palabra y testamento de Dios para la humanidad.

“Todos los seres existentes en este planeta, somos hijos de un maravilloso matrimonio, nunca fuimos hijos ilegítimos. Nuestra Madre es Gaia (la Madre Naturaleza) y nuestro Padre es el Cosmos (el Universo), mismo en el que viajamos en una aventura sin fin”. (Jorge Francisco Muñoz Somarribas).

-Una hermosa alegoría que dedicamos a la creación. Reconocemos eso sí, que todo lo que existe, visible o invisible, es obra de un solo creador. Un ser que con inmenso amor gestó y creó todo el universo.

-Es justo hacer notar que, durante décadas y siglos, han transitado por este mundo, personas que se han preocupado y ocupado al mismo tiempo, por el futuro de las presentes generaciones y las que han de venir.

-Algunos nombres le resultarán familiares y otros totalmente nuevos. Sócrates, Aristóteles, Platón, Jesús de Nazaret, Buda, Mahoma, Albert Schweitzer, Monseñor Daniel Comboni, San Francisco de Asís, Charles Darwin, Albert Einstein, Sir David Frederick Attenborough, Walt Disney, Carl Sagan, el Papa Francisco. En realidad, hay muchos más.

-Todos tienen la gran peculiaridad, que, desde sus frentes de lucha, se preocuparon por comprender el universo y todo lo creado, valoraron inmensamente la creación y hablaron en su favor, para que así los habitantes de este mundo lo conociesen y lo cuidasen.

-Carl Sagan fue un fabuloso científico, exobiólogo, que estudiaba las estrellas, su vida y su comportamiento. Se esmeró por encontrar señales de vida extraterrestre, hasta que al final entendió que no debía desperdiciar su tiempo y los escasos recursos con los que contaba, para abocarse a la defensa y el cuidado de la tierra y todo lo que hay en ella: mineral, vegetal y animal.

-Fue así que creó una serie que se llamó Cosmos, que la vieron unos 400 millones de televidentes en todo el mundo. En el último capítulo de la serie de 13 entregas, preguntaba, ¿y quién hablará por el planeta?

-Desde lo más profundo de nuestro interior, le decimos profesor Sagan, que ya no se preocupe por eso, hay muchas personas en la sociedad civil, en medios de comunicación colectiva y en redes sociales, que se han comprometido, para proteger la vida y en la defensa de “Nuestra Casa Común”.

-Pero y, ¿habrá algo concreto que nos dé esperanza de cambios positivos que aseguren la vida en el planeta y para las nuevas generaciones de plantas, animales y seres humanos? Pues parece que sí.

-La conciencia colectiva, el abrir la mente y el espíritu hacia actividades netamente creativas, constructivas, que enaltezcan al género humano y que les dé bienestar a todas las criaturas, nos ayudará a cambiar el rumbo equivocado por el que transitamos.

-Hace 100 años, la humanidad estaba envuelta en una conflagración que afectó las vidas de millones de personas en todo el globo. Conocida como la guerra del 14-18, la Primera Guerra Mundial, que dejó como secuela siniestra, la muerte de más de 31 millones de personas, civiles y militares.

-Lo que no se ha cuantificado porque no se usa, es cuántos millones de animales y plantas murieron por esa época, que también fue conocida como “La Gran Guerra”.

-No se nos dijo, la gravedad de la contaminación que dejó este hecho en el que se usó armas de destrucción masiva y armas químicas. Se quemó gran cantidad de hectáreas de sembrados agrícolas, con el fin de matar de hambre al enemigo.

-Hoy, un siglo después, abrimos nuestra mente y nuestro espíritu, para abogar una vez más en defensa de nuestra casa.

-Vivimos tiempos difíciles, el calentamiento global es una realidad innegable. Vemos inundaciones, terremotos, extinciones. Al ritmo en que van las cosas, en que todo se acelera, debemos lanzar la voz de alerta, ya que parece inminente, que las repúblicas más pobres de nuestro continente, quedarían completamente hundidas en el océano, si los hielos en los polos se siguen derritiendo, la mantisa desaparece y los niveles de las aguas del mar aumentan.

Desde Costa Rica
Jorge Muñoz Somarribas
Coordinador

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LOS VIGILANTES DEL REINO CELESTE-Segunda Parte

En cuanto al término «vigilante» del Libro de ENOC, es un epíteto traducido así tradicionalmente del etiópico «teguhan», constantes (servidores); en otros pasajes, la expresión literal es «los que no duermen». En cuanto al texto arameo de los fragmentos hallados en QUMRAN del LIBRO DE LOS VIGILANTES, la traducción halla sentido en la raíz aramaica que significa «despertar», «estar en vela, vigilante», para designar a unos seres superiores que habitaban el cielo. Es en el LIBRO DE LOS VIGILANTES de ENOC donde se detalla más extensamente el relato de una rebelión celestial tradicionalmente estimada como espiritual mediatizada por caracteres sospechosamente físicos. Este parece ser el relato de los ángeles caídos que tuvo lugar durante la sexta generación humana desde la creación de Adán. Pero entonces, ¿quién (o quiénes) era la serpiente antigua, el diablo o Satanás que tentó a Eva y provocó la expulsión del Edén de nuestros primeros padres? ¿No se nos ha enseñado que Satanás fue un ángel, el ángel caído por antonomasia? ¿Cuándo aconteció realmente la rebelión contra Dios?

Según ENOC, que era el séptimo patriarca después de Adán, cierto número de ángeles o de vigilantes celestiales se juramentaron bajo anatema «en aquellos días, cuando se multiplicaron los hijos de los hombres…» para tomar por mujeres a las hijas de los hombres, que eran hermosas y deseables. Al parecer, iba a ser una acción que tenían expresamente prohibida. Y Shemihaza, el líder de los rebeldes, no queriendo asumir solo la culpa, hizo jurar el complot a todos los que estaban de acuerdo con desobedecer la orden de no mantener contacto con el hombre. El pecado de aquellos seres fue que “tomaron mujeres; cada uno escogió la suya y comenzaron a convivir y a unirse con ellas, enseñándoles conjuros y adiestrándolas en recoger raíces y plantas […] “Shemihaza enseñó encantamientos y a cortar raíces; Hermoni a romper hechizos, brujería, magia y habilidades afines; Baraq’el los signos de los rayos; Kokab’el los presagios de las estrellas; Zeq’el los de los relámpagos; Ar’taqof enseñó las señales de la tierra; Shamsi’el los presagios del sol; y Sahari’el los de la luna, y todos comenzaron a revelar secretos a sus esposas”

Los ángeles caídos, por tanto, lo son por un doble pecado: por haber fornicado con las hijas de los hombres, y por haber revelado al hombre ciertos conocimientos que, para mantenerlo en un estado de ingenuo primitivismo, tenía vedados. Aquella ancestral «revelación» devino en divina «rebelión». Da la impresión de que incumplieron su cometido de «vigilar» desde fuera (desde arriba) y que actuaron, tomando parte activa en el desarrollo civilizador del hombre. Su pecado no fue otro que hacer de civilizadores, enseñando al hombre a sembrar, a hacer uso de los minerales y a transformarlos, a observar y medir el cielo y los astros, dando un impulso ajeno y artificial detonador de un nuevo estadio en la evolución natural humana, a impulsos de unos deseos físicos incontenibles, el tan traído y llevado «sexo de los ángeles». En el resumen de los hechos que hace el Génesis la concupiscencia angélica no tiene otras consecuencias que el engendro de los NEFILIM. Sin embargo, para el autor del LIBRO DE LOS VIGILANTES, su deshonesta acción fue la causa de su caída y de su castigo eterno.

Lo cual no se puede entender sin considerar a esos seres angélicos como auténticos seres carnales, quizá cercanos a las esferas celestes, pero desde luego bien alejados de los círculos celestiales. Y tampoco se comprende el castigo sino como consecuencia de una transgresión de un orden natural que se ha alterado peligrosamente con consecuencias imprevisibles, al haber desoído instrucciones precisas de alguna suerte de entidad de alto mando en un momento de despiste o de ausencia temporal incomprensible en la definición de un Dios ubicuo y omnisciente, veamos este relato:

"Shemihaza, a quien tú has dado poder para regir a los que están junto con él, ha enseñado conjuros. Han ido a las hijas de los hombres, yaciendo con ellas: con esas mujeres han cometido impureza, y les han revelado estos pecados. Las mujeres han parido gigantes, por lo que toda la tierra está llena de sangre e iniquidad […] Y dijo también el Señor a Rafael: Encadena a Azazel [el texto habla indistintamente de Shemihaza o de Azazel como líder de la conjuración] de manos y pies y arrójalo a la tiniebla; hiende el desierto que hay en Dudael y arrójalo allí. Echa sobre él piedras ásperas y agudas y cúbrelo de tiniebla; permanezca allí eternamente; cubre su rostro, que no vea la luz, y en el gran día del juicio sea enviado al fuego”.

El llamado LIBRO DE LOS MUERTOS o FÓRMULAS del salir durante el día para los antiguos egipcios, de época tolemaica, es un compendio de fórmulas mágicas, o de grimorios, que posiblemente tampoco tuvieran sentido para los contemporáneos de la fecha en que se elaboró el mismo como una especie de recopilación de los no menos relevantes Textos de las pirámides. Pero de su lectura tal vez podamos rescatar alusiones que guardan directa relación con el tema que estamos tratando. Porque en el trasfondo de esas fórmulas pretendidamente mágicas, utilizadas para velar al difunto en su viaje al más allá, se pueden esconder —como en tantas otras ocasiones— velados relatos de hechos que realmente pudieron tener lugar en un remoto pasado, y cuya preservación para el conocimiento de las generaciones futuras, o bien precisa ser transmitido inconscientemente por quien no lo entiende, asumiéndolo como algo sagrado, y digno, por tanto, de ser guardado, o bien es irremisiblemente transformado por reglas inadvertidas del lenguaje que evoluciona socialmente en el transcurso de largos períodos de tiempo.

A través de la traducción del LIBRO DE LOS MUERTOS, resulta difícil no apercibirse de las similitudes escénicas que guardan sus páginas con el relato bíblico. «Yo soy uno de aquellos dioses —dice la primera de las fórmulas—, los Jueces que efectúan la justificación de Osiris contra sus adversarios en el día en el que son pesadas las Palabras […] Yo soy uno de los dioses concebidos por Nut que destrozan a los adversarios del Ser con el corazón inmóvil (Osiris), que encarcelan a los Sebau para él. Es el inicio de Ra cuando surge en Het-nen-nesut como el Ser que se ha dado forma, cuando Shu ha levantado al cielo quedándose en la altura de Jemenu. Él ha destruido a los Hijos de la Rebelión a la altura de Jemenu. Yo soy ese gran gato que se encontraba en el lago del árbol Persea en Heliópolis la noche de la batalla en la que ocurrió la derrota de los Sebau y el día del exterminio de los adversarios del Señor del Universo […] Respecto a aquél que está en la cuenca de Persea en Heliópolis es aquel que ha [vencido] a los Hijos de la Rebelión y a cuanto han hecho. Y respecto a la noche de la batalla es cuando llegaron al oriente del cielo y hubo batalla en el cielo y sobre la tierra hasta sus más alejadas fronteras”

“Y los Sebau que han sido derrotados y destruidos son los aliados de Set cuando renovaron el asalto […] Y respecto al juicio de quienes no están ya es la parálisis de las fuerzas de los Hijos de la Rebelión […] y ellos han sido entregados al Gran Aniquilador que vive en el Valle de las Tinieblas para que no puedan escapar jamás de la vigilancia de Gueb”

“Yo soy Set, jefe de los rebeldes […]”

SET, SATANÁS, AZAZEL, SHEMIHAZA… ¿Son todos estos nombres apelativos culturales que adjetivan a un mismo personaje o entidad sobrehumana protagonista de una historia antigua inevitablemente distorsionada? Tal vez sea un disparate pretender atribuir connotaciones de película de ciencia ficción a lenguajes que, por su propia idiosincrasia religiosa, no pueden ser accesibles sino tras de una elevada ascesis que logre quebrar la impenetrabilidad de una simbología que se escapa al común de los mortales. Por eso cerramos con lo que expresa el Apocalipsis, capítulo 12, versículos del 7 al 9:

“[…] Entonces se libró una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron contra el Dragón, y este contraatacó con sus ángeles, pero fueron vencidos y expulsados del cielo. Y así fue precipitado el enorme Dragón, la antigua Serpiente, llamada Diablo o Satanás, y el seductor del mundo entero fue arrojado sobre la tierra con todos sus ángeles”.

miércoles, 4 de octubre de 2017

LOS VIGILANTES DEL REINO CELESTE-Primera Parte

¿Quiénes eran esos seres celestiales que en algunos textos sagrados antiguos y bíblicos como en el “El Libro de Enoc” eran llamados “Los Vigilantes” y posteriormente “Los Ángeles Caídos”? ¿Por qué y contra quién se rebelaron? ¿Quién redujo a esos ángeles a la categoría de “Demonios” y con qué fin? En 1876, tras un riguroso estudio de las inscripciones cuneiformes asirio-babilónicas, George Smith publicó “El Génesis Caldeo”, una obra en la que el asiriólogo Inglés sacaba a la luz una incómoda verdad; los textos hebreos que conformaban la sagrada Biblia, y en especial los que hacían referencia al Génesis, eran una copia casi idéntica de la epopeya de la creación babilónica (“Enuma Elish”), así como de muchos otros textos y mitos presentes en tablillas de arcilla sumerias de más de 6.000 años de antigüedad…

Eso significaba que existía un texto escrito en el dialecto del babilónico como mínimo mil años antes que los textos bíblicos, pero lo más destacable es que la versión sumeria sobre los orígenes de la humanidad se diferenciaba por ser mucho menos metafórica y más literal. Tan concreta como para afirmar que las fuentes sumerias nos muestran la identidad real de algunos personajes bíblicos, tales como Yahvé, el Dios judeo-cristiano. Cuyo equivalente sumerio era ENLIL “Dios del Viento y las tormentas”; el máximo mandatario de una raza conocida como “LOS ANUNNAKI” -Aquellos que del cielo a la tierra descendieron-, que habrían llegado a la tierra hace más de 400.000 años para establecerse cerca de las aguas del Golfo Pérsico y habrían civilizado toda la Mesopotamia meridional con sus imponentes ciudades y templos.

Las tablillas nos revelan que había un total de 23 deidades veneradas en el panteón sumerio, entre las cuales destacaba el Dios ENKI, “Señor de la Tierra”, a quién se le adjudicaba la creación misma del hombre. ENKI y ENLIL eran hermanos en constante rivalidad. Mientras que ENKI era conocido como “el más sabio de los Dioses” en cambio ENLIL era un canciller militar sediento de poder y conquista, que odiaba al hombre. Estos Dioses se regían por una curiosa escala jerárquica; ANU “Dios del Cielo” gobernaba las esferas celestes, ENLIL lideraba los dominios de la tierra media, ENKI era el “Señor del Abzu” (“El Abismo de las Aguas”), y NERGAL gobernaba el inframundo. Pero los encargados de realizar los trabajos más duros eran los llamados “IGIGI”, cuya traducción sería “Los Observadores” o “Aquellos con Grandes Ojos”.

En el Génesis bíblico, estos “IGIGI” guardan la misma etimología al ser mencionados como “Los Vigilantes” o “Los Custodios del Señor”. Más aún, en fuentes hebreas los señalan como “Ángeles Caídos” o “Hijos de ELOHIM”; mensajeros divinos que se rebelan contra el mando superior de Yahvé y sus lugartenientes, para descender a la tierra y copular con las “hijas de los hombres”. En la versión sumeria, se nos dice que estos “IGIGI” eran los encargados de adecuar artificialmente los cauces de los ríos Tigris y Éufrates, cavando zanjas y drenando canales para proveer de agua a la red de ciudades ubicadas en lo que hoy sería el Sur de Iraq.

En “EL MITO DEL ATRAHASIS” podemos leer: “Cuando los Dioses eran como los hombres, asumían la fatiga, soportaban el trabajo. La fatiga de los dioses era grande, el trabajo era pesado. Los grandes ANUNNAKI querían hacer soportar el trabajo a los IGIGI”. Tras 40 años de duras excavaciones, estos últimos estallan en un motín, queman sus herramientas y exigen el cese de sus tareas. Más adelante continúa diciendo: “A ENLIL, el consejero de los Dioses, el héroe, vayamos a perturbarle en su morada. Mientras tanto, proclamemos la guerra, unamos las hostilidades y la batalla.” Al borde de un consejo de guerra, los ANUNNAKI se reúnen en asamblea para gestionar la crisis. Es entonces cuando ENKI propone elaborar un ser primitivo para que asuma el rol de esclavo que aligerará la fatiga de los “Dioses Menores”.

ENKI se dirige a la Diosa NINHURSAG, “la Diosa del Nacimiento”, y le dice; “Crea un LULU para que pueda soportar el yugo, para que el hombre asuma la fatiga de los Dioses”. En “EL POEMA BABILÓNICO DE LA CREACIÓN” se nos revela que los ANUNNAKI apresan al instigador de aquella revuelta, un “IGIGI” o Dios menor llamado “WE-ILA”, y lo ejecutan: “Que uno de sus hermanos sea entregado, él solo perecerá para que la humanidad pueda ser creada. Que el culpable sea entregado para que los otros puedan subsistir.” ENKI ordena; “…que un dios sea degollado, y que los otros dioses, sumergiéndose en él, puedan ser purificados. Con la carne y la sangre del dios, que NINTU mezcle arcilla, a fin de que dios y hombre puedan ser enteramente mezclados en la arcilla”.

El primer hombre creado es llamado “ADAPA” “Sabio nacido del Mar”, Adán en la versión bíblica, guardián de la ciudad de Eridú. En este se perpetúa una estirpe de sangre pura de los dioses, y fruto de la séptima generación aparece un personaje clave en esta historia; ENOC, cuyo significado es “El iniciado”, fue el padre de MATUSALÉN, y por tanto era el bisabuelo de NOÉ. ENOC, que habría vivido entorno al 12.000 A.C, era conocido como “el hombre que no murió”, sino que fue arrebatado y elevado a los cielos por el “Carro del Espíritu”, donde fue llevado “a bordo de un palacio capaz de surcar los cielos”, al que describe como una estancia acristalada, con un suelo embaldosado de placas de vidrio por donde se reflejaban estrellas y planetas moviéndose bajo sus pies conforme se movía la estructura volante.

Lo interesante es cuando ENOC relata la visión de 200 ángeles en el complejo, algunos de ellos, sufriendo las más espantosas torturas. El ángel que le asiste, URIEL, le pregunta: “¿Por qué estás tan atemorizado y espantado?”. Le respondí: “Es por este lugar terrible y por el espectáculo del sufrimiento”. Y él me dijo: “Este sitio es la prisión de los ángeles y aquí estarán prisioneros por siempre”. Cuando ENOC pregunta qué delitos cometieron para merecer ese cruel destino, URIEL responde: “Estos son los Vigilantes que descendieron sobre la tierra y le revelaron a los humanos lo que era secreto y los indujeron a pecar.” Si el delito fue “revelar conocimientos”, debemos preguntarnos; ¿Cuáles eran y a quién perjudicaban? La respuesta aparece en Génesis, cuando la serpiente incita a Eva a comer del fruto del árbol de conocimiento, le dice: “La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que el Señor Dios había hecho, y dijo a la mujer: « ¿Así que Dios les ordenó que no comieran de ningún árbol del jardín?». La mujer le respondió: «Podemos comer los frutos de todos los árboles del jardín. Pero respecto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: «No coman de él ni lo toquen, porque de lo contrario quedarán sujetos a la muerte». La serpiente dijo a la mujer: «No, no morirán. Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y serán como dioses, conocedores del bien y del mal»” (Génesis 3, 1-5)

En el Génesis se insiste una y otra vez sobre la preocupación de los Dioses en que el hombre pudiera llegar a adquirir conocimiento, y más allá de eso, quizás la vida eterna:

“Después el Señor Dios dijo: «El hombre ha llegado a ser como uno de nosotros en el conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que ahora extienda su mano, tome también del árbol de la vida, coma y viva para siempre»”. (Génesis 3, 22)

Más revelador aún es cuando URIEL insiste a ENOC sobre la necesidad de mantener al hombre ignorante, citando los nombres de “Los Vigilantes” que revelaron “secretos” a sus esposas: “PANAMU’EL mostró a los hijos de los hombres lo amargo y lo dulce y les reveló todos los secretos de su sabiduría: les enseñó a los humanos a escribir con tinta y papiros y son muchos los que se han descarriado a causa de ello, desde el comienzo hasta este día. Porque los hombres no han sido traídos al mundo con el propósito de afianzar su creencia en la tinta y el papel…” (1 Enoc 8-10)

En conclusión, fueron 3 los delitos cometidos por “Los Vigilantes”, que ponían en peligro los intereses de ENLIL/YAHVÉ:

1- Aparearse con mujeres humanas. En 1 Enoc 6 1-8, se nos da el nombre del “Vigilante” que lideraba a la tropa rebelde: “Vayamos y escojamos mujeres de entre las hijas de los hombres y engendremos hijos”. Entonces Shemihaza que era su jefe, les dijo: “Temo que no queráis cumplir con esta acción y sea yo el único responsable de un gran pecado”. Pero ellos le respondieron: “Hagamos todos un juramento y comprometámonos todos bajo un anatema a no retroceder en este proyecto hasta ejecutarlo realmente”. Entonces todos juraron unidos y se comprometieron al respecto los unos con el otro, bajo anatema. Y eran en total doscientos los que descendieron sobre la cima del monte que llamaron “HERMON”. Fruto de esa unión sexual, nacieron los “NEFILIM”. Un término que en hebreo significa “Caídos”, o “Derribados”, y según los griegos “Gigantes”, pero que deriva del arameo “Nephila”

2- La Transmisión de conocimientos prohibidos; Este fue el delito más grave, y en 1 Enoc 8, 3 se nos detallan algunos de esos “conocimientos”: “Shemihaza enseñó encantamientos y a cortar raíces; Hermoni a romper hechizos, brujería, magia y habilidades afines; Baraq’el los signos de los rayos; Kokab’el los presagios de las estrellas; Zeq’el los de los relámpagos; Ar’taqof enseñó las señales de la tierra; Shamsi’el los presagios del sol; y Sahari’el los de la luna, y todos comenzaron a revelar secretos a sus esposas” Debido a la proliferación de esos “conocimientos, es por lo que ENLIL/YAHVÉ provocó el Diluvio Universal.

3- El tercer delito de “Los Vigilantes” fue rebelarse contra los planes de dominación hacia el ser humano. Lo cual significa que no todos estos seres mantienen la misma visión e intencionalidad de aprovechamiento hacia el hombre. Se distingue, que una deidad mayor prohíbe el conocimiento al hombre para esclavizarlo bajo su tiranía, pero sus súbditos se rebelan contra sus planes y son castigados.