Apareció
cuando el bolero, con un siglo y medio de historia, estaba en retirada. La hija
menor de cuatro hermanos varones creció en una familia acomodada y de clase
alta de la zona norte. Su padre era un exitoso empresario aficionado al canto
que la hacía cantar frente a sus amigos. Tuvo que esperar a que su padre
muriera y divorciarse de su primer esposo para tener la libertad de dedicarse a
la música romántica, su primera y única maestra. "Tenía todas las contras
para ser artista. Era mujer, gorda, grande, porque me lancé tarde, a los 33
años, y bolerista. ¡No existía un caso así! Encima me decían: «las mujeres no
venden discos», «las mujeres te van a odiar porque sos gorda», pero fue todo al
revés", confesó la artista en una de sus tantas apariciones
públicas.
Esa
voz magnética y grave, ese fraseo largo que se abrazaba a esas historias de
amor y desengaño, la eternizaron desde que apareció por primera vez en un
escenario. Debutó oficialmente en la discoteca Afrika, de moda en la década del
setenta, ubicada en el hotel Alvear. A partir de ahí se transformó en una
figura ineludible del ambiente musical. "Nunca busqué el éxito -comentó en una
ocasión-, pero el éxito siempre me acompañó, a todos lados".
Trabajó en Michelangelo durante cinco años y su carrera fue en ascenso. En
1980, impulsada por Mochín Marafiotti, director de CBS, grabó el tema "ENTRE NOSOTROS" y logró que
la voz de María Martha Serra Lima
entrara en todas las casas.
El
otro mojón artístico de su historia lo constituyó su sociedad artística con el TRÍO LOS PANCHOS, integrado por Chucho
Navarro, Alfredo Gil y Basurto Lara, que duró 17 años. El disco ESENCIA ROMÁNTICA (1983), que tuvo sus
volúmenes 2 y 3, reavivó la llama del bolero en toda América latina gracias a
un repertorio inoxidable que incluía "ALGO
CONTIGO", que se convirtió en un clásico de Chico Novarro; "LOS ENAMORADOS", otro himno
dentro de su carrera, y "VOY A
PERDER LA CABEZA POR TU AMOR". Las bases tradicionales del bolero, el
punteo del requinto, las voces en contrapunto y la voz de Serra Lima flotando sobre esas melodías ambientadas en la época
dorada de los cuarenta y cincuenta, lo convirtieron en un álbum clásico en toda
América latina, que llegó a vender cinco millones de unidades.
El
reinado artístico de María Martha Serra
Lima fue durante la década del ochenta, donde llegó a grabar un disco por
año y hacer participaciones especiales en películas de Olmedo y Porcel. En los
noventa empezó a residir en Miami y a partir de allí su carrera tuvo vaivenes,
aunque siempre se mantuvo vigente. La leyenda de su voz siguió llamando la
atención de las generaciones más jóvenes cuando se produjo la vuelta del bolero
a fines de los noventa, a partir del exitoso disco Romance (1997), de Luis
Miguel. Sus versiones se retroalimentaron junto a otros intérpretes del
género como Olga Guillot y creadores como Armando Manzanero, con el que también
compartió giras internacionales. En
los últimos años, María Martha también alimentó la leyenda de sus canciones
contando sus propios romances. Contó que tuvo un amorío con Sandro y que llegó a tener 22 novios
antes de su primer matrimonio, pero que se casó virgen. "Es que el sexo no me
interesa tanto, soy una mujer apasionada, es cierto. Pero apasionada del
amor". Sensual sobre el escenario, dijo que le gustaba lanzarles
miradas a los hombres del público para crear su propia fantasía mientras
cantaba un bolero y la historia tuviera más verdad. Sin embargo, la mujer que
decía haber tenido éxito en la música fracasó en el amor varias veces. Enviudó
de su primer marido y se separó del segundo. Con su última pareja, Horacio
Perez Ugidos, que se volvió su manager, estuvieron juntos más de treinta años
pero viviendo en casas separadas: "¿Vos sabes lo que es compartir la vida
con alguien que desafina así? Muchas veces, cuando termina el show y nos
volvemos en el auto pone un CD mío-porque le encanta mi música, no lo puede
evitar-y se pone a cantar encima. ¡Una tortura!".
Cada
aparición de Serra Lima en los
medios levantó polvareda. Fue muy criticada por sus declaraciones públicas en
contra de las parejas homosexuales y su postura a favor de la pena de muerte.
Distintas dolencias físicas la mantuvieron, por momentos, alejada de los
escenarios, más allá de apariciones públicas en programas de televisión. Aunque
solía reaparecer en conciertos en hoteles de lujo y teatros de todo el país. Su
hija la acompañó durante su última internación en Miami, tras padecer varios
problemas de salud en el último tiempo. Sin embargo, María Martha ya se había convertido en leyenda de la canción
romántica por una trayectoria trazada en más de cuarenta álbumes editados,
haber conseguido 15 discos de Oro y 35
de Platino y haber cantado en el MADISON
SQUARE GARDEN de Nueva York. María Martha Serra
Lima, falleció
el 2 de noviembre de 2017 tras una lucha con un cáncer de páncreas a la edad de
72 años. Recientemente había sido sometida a dos intervenciones quirúrgicas
pues tenía dificultades para caminar. La
voz de María Martha Serra Lima se
eternizó en esas historias de amor y desengaños. Dijo muchas veces que no
estaba arrepentida de todo lo que vivió en su vida personal y cómo lo vivió. Como cantaba en "A MI
MANERA", uno de sus temas-himnos infaltable de sus conciertos. "Me
pueden decir o criticar, si yo aprendí a renunciar, si hay que morir y hay que
pasar, nada dejé sin entregar... porque viví, siempre viví... a mi manera"