PROGRAMA Nº 1168 | 24.04.2024

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JOSÉ EL PADRE ADOPTIVO DE JESÚS

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"…María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados". Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros". Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa, y sin que hubieran hecho vida en común, ella dio a luz un hijo, y él le puso el nombre de Jesús". (Mateo 1,18-25)

Tal y como narran los evangelios, a José lo recordamos como descendiente del linaje de David (Mt 1,20 y Mt 13,55), la estirpe humana de la que nació Jesús. Pero por encima de todo lo tenemos en el recuerdo por su fe, por su fidelidad y por el deseo de querer seguir los deseos de Dios por muy difíciles e increíbles que parecieran.


José de Nazaret aparece en la historia evangélica a punto de casarse con una muchacha joven que se llamaba María, la cual sabemos los nombres de sus padres gracias a los evangelios apócrifos: Joaquín y Ana; pero de José únicamente conocemos algo de su padre, y aún con ciertas dudas, ya que aparece con dos nombres distintos en los evangelios. Según Mateo se llamaba Jacob (Mt 1,16) y según Lucas Helí (Lc 3,23).

Algunos exegetas han afirmado que Jacob y Helí eran hermanos y que por la "ley del levirato" uno era el padre biológico y el otro el legal. La "ley del levirato" nos sale descrita en el libro del Deuteronomio (Dt 25,5-6) y consistía en que si dos hermanos vivían juntos y uno de ellos moría sin hijos, su hermano se casaría con la esposa de éste, o sea, con su cuñada. Pero la verdad es que no se sabe con certeza si el padre de José era el de Jacob o el de Helí y lo de la "ley del levirato" son simples hipótesis.

Tras asumir la paternidad de Jesús con todas sus consecuencias, enseguida se encuentra frente a otra decisión, igualmente difícil: marcharse de Belén para salvar a Jesús ante la ira de Herodes que ordena matar a todos los niños cuando él cree que el niño que ha nacido (Jesús) le va a tomar el trono. El Evangelio de Mateo lo narra así:

"Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo". (Mt 2,13) Una vez fallecido Herodes, un ángel del Señor se apareció de nuevo a José y le invitó a regresar a su Tierra, más concretamente en Nazaret. A partir de entonces, José sale muy poco en los evangelios, el caso más flamante es el de la peregrinación a Jerusalén, donde va acompañado de su esposa y de Jesús. En aquellos momentos, Jesús solo tenía 12 años. Sus padres solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Es aquél conocido relato en el que Jesús se queda en el templo de Jerusalén a discutir con los doctores de la ley, que podemos leer en el Evangelio de Lucas (Lc 2,41-59).

Muchos se preguntan: ¿Cuándo murió José? Según historiadores, biblistas y exegetas creen que José habría muerto antes del relato evangélico de la bodas de Caná, ya que en dicho fragmento no se menciona a José y si en cambio a María. Sería lógico que si María y Jesús estaban invitados a una boda, José también estuviera con ellos, pero el evangelista no lo menciona, de allí dicha suposición. Lo más probable, por tanto, es que José muriese antes de que Jesús abandonase Nazaret para iniciar su predicación.

Pero... también hay otros historiadores de la Biblia que creen que José habría muerto dada su anciana edad. La edad de José es un tema muy discutido, hay unos que creen que era joven y otros que dicen que era un hombre de edad avanzada. Estos últimos se basan en los llamados "Evangelios Apócrifos", textos no reconocidos como oficiales por la Iglesia Católica, y que en algunas ocasiones han servido, para saber curiosidades, como los nombres de los padres de María entre otras cosas. Según el evangelio apócrifo titulado "HISTORIA COPTA DE JOSÉ EL CARPINTERO", José habría muerto a la edad de 111 años, y este libro incluso nos afirma la fecha, el 20 de julio.

En el mismo evangelio apócrifo, afirma que José, antes de casarse con María, era un hombre viudo y que ya tenía cuatro hijos varones y dos mujeres:

“Había un hombre llamado José, natural de la villa de Bethlehem, la de los judíos, que es la villa del rey David. Era muy instruido en la sabiduría y en el arte de la construcción. Este hombre llamado José desposó a una mujer en la unión de un santo matrimonio, y le dio hijos e hijas: cuatro varones y dos hembras. He aquí sus nombres: Judá, Josetos, Jacobo y Simeón. Los nombre da las muchachas eran Lisia y Lidia. Y la mujer de José murió, según ley de todo nacido, dejando a su hijo Jacobo de corta edad. Y José, varón justo, glorificaba a Dios en todas sus obras. E iba fuera de su villa natal a ejercer el oficio de carpintero, con dos de sus hijos, porque vivían del trabajo de sus manos, según la ley de Moisés. Y este hombre justo de que hablo es mi padre carnal, a quien mi madre María fue unida como esposa”.

María, según el apócrifo, era una muchacha que vivía en el Templo de Jerusalén sirviendo a Dios en toda santidad, y con doce años de edad. Había pasado sus tres primeros años en la casa de sus padres, y los nueve restantes en el templo. Pero al acercarse la edad de la menstruación, no podía quedarse allí porque según las leyes de entonces, provocaría la impureza del recinto sagrado.

Es por este motivo que los sacerdotes del templo decidieron convocar a la tribu de Judá y tomaron de ella a doce familias (12 hombres) para buscar a un varón y desposarlo con ella. La suerte recayó sobre José, y según el apócrifo, María tenía 15 años de edad cuando dio a luz a Jesús, mientras que José tenía 92. Aclaramos que estos datos son extractados del evangelio apócrifo "HISTORIA COPTA DE JOSÉ EL CARPINTERO", texto no reconocido como "oficial" por la Iglesia Católica.

Encontramos en este libro un momento donde Jesús consuela a los hijos de José:

“Y volví cerca del cuerpo de mi padre José, que yacía como un cesto. Le bajé los ojos y se los cerré, así como la boca, y quedé contemplándolo. Y dije a la Virgen: Oh María, ¿qué se hicieron los trabajos del oficio que José realizó desde su infancia hasta ahora? Todos han pasado en un solo momento. Es como si no hubiese venido nunca al mundo. Cuando sus hijos e hijas me oyeron decir esto a María, mi madre, me dijeron con profusión de lágrimas: Malhaya nosotros, ¡oh nuestro Señor! Nuestro padre ha muerto, ¡y nosotros no lo sabíamos! Yo les dije: En verdad, ha muerto. Mas la muerte de José, mi padre, no es una muerte, sino una vida para la eternidad. Grandes son los bienes que va a recibir mí muy amado José. Porque desde que su alma ha dejado su cuerpo, todo dolor ha cesado para él. Está en el reino de los cielos por toda la eternidad. Ha dejado tras sí este mundo de penosos deberes y de vanos cuidados. Ha ido a la morada de reposo de mi Padre, que está en los cielos, y que nunca será destruida. Cuando yo dije a mis hermanos: Ha muerto vuestro padre José, el viejo bendito, se levantaron, desgarraron sus vestiduras, y lloraron mucho rato”.

José es por excelencia el patrono de los carpinteros, ya que ejerció esta profesión según nos narra el Evangelio de Mateo (Mt 13,54-55) y por extensión, lo es también de todas aquellas personas que trabajan en oficios manuales. Así mismo, el Papa Pío IX lo declaró en 1870, patrono de la Iglesia Católica. En 1955 otro Papa, en este caso Pío XII, instituyó la fiesta de San José Obrero el día primero de mayo para cristianizar la Fiesta del Trabajo que había nacido en 1889. Es por tanto, patrono de todos los trabajadores.

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