"Quiero compartirles algo muy especial que escribió Juan Carlos Pisano. Es un artículo que se publicó en la edición de octubre de 2011 del periódico "Diálogo". Me parece importante traerlo a colación porque ofrece una perspectiva valiosa que vale la pena reflexiona".
Tengo ganas
"Sí, tengo ganas de hacer cosas.
De hacer cosas buenas, de hacer cosas nuevas, de alegrar la vida con el arte, de seguir insistiendo con las cosas que hago desde hace mucho, de hacer reír y soñar con el teatro, de alimentar la ilusión y el asombro con la magia, de construir mundos de ficción con los cuentos, de pensar y hacer pensar en serio acerca del sentido de la vida, pero sin perder el buen humor.
Tengo ganas de escribir textos que movilicen; en primer lugar, a mí mismo, porque si no me conmueven y emocionan a mí, no creo que puedan moverle un pelo a nadie.
Tengo ganas de contagiar la solidaridad siendo justo, de disfrutar la compañía de Inés, de nuestros hijos, de nuestros nietos, y los amigos.
Tengo ganas de hacer cosas; nada extraordinario, pero con la intensidad de lo único.
Tengo ganas de dejarme inundar de buena música y que los ritmos y la melodía sean inspiradores de más cosas.
Tengo ganas de hacer cosas como si tuviera veinte años, pero sabiendo que ya casi los triplico; entonces, trabajar con la misma intensidad, pero sin enloquecer; poner mucha dedicación, pero aprovechando la experiencia; saborear cada minuto y seguir aprendiendo.
Tengo ganas de hacer cosas y no quiero hacerlas solo.
Tengo ganas, terribles ganas, de hacer propio el mensaje de Jesús y tratar de transmitirlo sin tapujos y con pasión.
Tengo ganas, muchísimas ganas, de seguir viendo crecer a mis nietos y ser capaz de sembrar en ellos semillas de paz, de justicia, de amor y de alegría.
Tengo ganas de ser. Porque es el camino para hacer.
Ser, sin demasiados adjetivos.
Ser un buen tipo, etcétera.
Y eso me va a permitir hacer todo aquello que dije.
Tengo ganas de hacer cosas.
Y si percibo que el tiempo no alcanza, me consuela la certeza de saber que hay una eternidad por delante.
Una eternidad que nadie sabe cómo es y, por eso, me permite soñarla maravillosa, con la presencia de Dios que nos hará vivir la plenitud del amor que hará posible recoger los frutos de lo sembrado durante este tiempo.
¡Ah! Iba a terminar pidiendo disculpas por hacer uso de esta columna para un tema tan autorreferencial, pero tenía muchas ganas de hacerlo y no creo que esté mal compartirlo.
Juan Carlos Pisano"
Mi nombre es Carlos Guzmán, soy el responsable de contenidos del programa EL ALFA Y LA OMEGA y miembro de La Productora ANUNCIAR. Quiero compartir una breve reflexión tras lo escrito por nuestro amigo, ahora en la presencia del Padre.
Juan Carlos era una persona sencilla, pero con una gran capacidad para comunicar. Todo lo que tocaba se convertía en una referencia del amor de Dios en nuestra vida. A través del ilusionismo, el teatro y sus escritos, nos enseñó a amar a Jesús aprovechando el lado alegre de la vida. Nos mostró que ser cristiano no significa ser amargado o triste, sino que el humor también puede ser una forma de sentir la presencia de Jesús caminando a nuestro lado.
Ahora que está con el Padre, nos ha dejado su mensaje, y en su recuerdo, queremos acercarnos a él imitando lo que transmitió a lo largo de su vida. Buena vida, querido amigo, y que disfrutes de la presencia de Dios.
Carlos Guzmán