¿De dónde provienen estos dichos? - 2º Entrega
El origen de las palabras y frases populares como "HASTA QUE LAS VELAS NO ARDAN", "PONER LOS CUERNOS", "A CADA CHANCHO LE LLEGA SU SAN MARTÍN" y "VIVA LA PEPA" son utilizadas cotidianamente con sentido inequívoco, pero a la hora de preguntarse qué las originó, las respuestas hacen agua. Sólo los paremiólogos -expertos en refranes- son capaces de dar respuesta a semejante incógnita. Lo que sigue es parte de sus desvelamientos.
HASTA QUE LAS VELAS NO ARDAN
Se originó en los prostíbulos, en épocas en que no existía la luz eléctrica y los relojes eran objetos de lujo. La madama le entregaba al cliente una o varias velas, según lo pagado. Cuando se consumían, el turno había concluido, esto es, había sexo "HASTA QUE LAS VELAS NO ARDAN".
PONER LOS CUERNOS
Del "DERECHO DE PERNADA" que se dice le asistía al señor feudal en la Edad Media, derivó lo de "PONER LOS CUERNOS". Antes de acostarse con la novia, el caballero colgaba en la puerta una ornamenta de ciervo para advertir que nadie entrara so pena de ser decapitado. Mientras tanto, el marido llamaba orgulloso a sus vecinos para mostrar que su señor le había puesto los cuernos.
A CADA CHANCHO LE LLEGA SU SAN MARTÍN
Alude al 11 de noviembre, día de San Martín de Tours, patrono de Buenos Aires, que se celebraba comiendo lechón. Significa que a todos les llega en algún momento la compensación por sus buenos o malos actos.
VIVA LA PEPA
Contra lo que pudiese creerse, "VIVA LA PEPA" no es el grito de alegría de un buscador de oro, sino el que usaban los liberales españoles en adhesión a la Constitución de Cádiz, promulgada el 19 de marzo de 1812, en la festividad de San José Obrero. Como a los José se los apoda Pepe, en vez de decir "VIVA LA CONSTITUCIÓN" -lo que conllevaba llegar a ser reprimidos- los liberales gritaban "VIVA LA PEPA".