EL BESO DE LEALTAD
Este
tipo de beso indica el respeto hacia una figura de autoridad, como un rey o un
gobernante. Después de ungir al rey Saúl de Israel, el profeta Samuel “lo besó” como signo de respeto (1
Samuel 10-1).
El
beso de lealtad lo encontramos también en la práctica de la idolatría. Hablando
de esta práctica pecaminosa, Oseas escribió: “Ahora siguen pecando: se
fabrican estatuas de metal fundido, hacen con su plata ídolos de su invención.
¡Obra de artesanos es todo eso! Luego dicen: «Ofrézcanles sacrificios».
¡Hombres besan a terneros!” (Oseas 13-2).
Después
de haber observado a gente besando a ídolos —ya que todo lo ve (Job 34:21) —,
Dios le dijo a Elías (quién creía que era el único que servía a Dios): “Pero
yo preservaré en Israel un resto de siete mil hombres: todas las rodillas que
no se doblaron ante Baal y todas las bocas que no lo besaron” (1 Reyes
19-18).
De
todos los tipos de besos mencionados en la Biblia, el beso de lealtad es, sin
duda alguna, el más importante de todos. Al resumir las instrucciones de Dios
en dos mandamientos grandes: “Jesús respondió: «El primero es: Escucha,
Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor; y tú amarás al Señor, tu Dios,
con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus
fuerzas” (Marcos 12-29,30).
Si
damos nuestra lealtad a Dios, Sus instrucciones guiarán las decisiones que
tomamos acerca de los otros tipos de besos.
EL BESO DE AMISTAD
En
el Antiguo Testamento, el beso era una forma común de demostrar amistad. Los padres besaban a sus hijos
(Génesis 27-27) y hay numerosos ejemplos de parientes que se saludaban o se
despedían con un beso (Génesis 29-10,15; 31-55; 33-4; 45-15; Éxodo 18-7; Ruth
1-9). Este tipo de beso no romántico se ofrecía a todos los miembros de la
familia extendida.
Además
de los parientes que se besaban, también era costumbre besarse entre amigos
(véase el ejemplo de David y Jonatán en 1 Samuel 20-41). “Cuando el servidor partió, David
subió del lado del sur y se postró tres veces con el rostro en tierra. Después,
uno y otro se abrazaron llorando, hasta que la pena de David creció más
todavía” Siguiendo esta tradición de dar un beso como signo de amistad,
Pablo alentaba a los hermanos cristianos del Nuevo Testamento a saludarse con
un beso santo (Romanos 16-16; 1 Corintios 16-20). Por supuesto, esto no era
solamente una tradición; era el seguimiento de la enseñanza de Cristo según el
cual los hermanos espirituales deben amarse los unos a los otros (Juan 13-34, 35).
Era un signo del amor de Cristo mutuamente compartido y de la paz y armonía que
aportó a su vida.
EL BESO DE AMOR
El
beso de amor es una experiencia apasionada que, muchas veces, estimula el deseo
de tener más intimidad. En vez de un beso en la mejilla como uno lo daría a un
amigo o a una amiga, este tipo de beso se da habitualmente en los labios. Como
la novia del Cantar de los Cantares proclama: “¡Que me bese ardientemente con
su boca! Porque tus amores son más deliciosos que el vino” (Cantar 1,2).
Debido
a que este tipo de besos a menudo da lugar a una actividad sexual (Proverbios
7), este tipo de besos se debe reservar para el matrimonio. Como lo aconseja el
Cantar de los Cantares 2:7, “¡Júrenme, hijas de Jerusalén, por las
gacelas y las ciervas del campo, que no despertarán ni desvelarán a mi amor,
hasta que ella quiera!” El mejor momento para aprender a besar de esta
forma es estando casados. Como acabamos de ver, besar es un asunto bastante
importante.