El COMBATE DE RIOBAMBA o COMBATE DE TAPI fue un enfrentamiento
ocurrido el 21 de abril de 1822 cerca de Riobamba,
Ecuador, entre elementos de las fuerzas independentistas dirigidas por
el general venezolano Antonio José de
Sucre y de las fuerzas realistas comandadas por el coronel Nicolás López. Se trata de una
acción de caballería realizada sin disparar una bala. El comandante Sucre destacó en su parte la "intrepidez de la que habrá raros ejemplos", del Mayor Lavalle y su escuadrón. Bolívar distinguió a Lavalle y sus
hombres con el título de "Granaderos
de Riobamba". Es conocido localmente como el más brillante combate
de caballería en las Guerra de
Independencia Hispanoamericana. Luego de la Revolución del 9 de octubre
de 1820, el ejemplo de los patriotas guayaquileños fue seguido de inmediato en
diferentes ciudades, una de ellas Riobamba, que el 11 de noviembre se proclamó
libre del dominio español. Desgraciadamente, luego de la derrota sufrida por
los Sucre en los campos de Huachi, el movimiento fue sofocado y la ciudad cayó
nuevamente bajo el dominio de los españoles. Sucre tuvo que retirarse a
Guayaquil, pero al poco tiempo reorganizó su ejército e inició nuevamente la
marcha hacia el interior.
Se trasladó entonces a Machala para iniciar su campaña libertadora desde
el sur, por Loja y Cuenca, pese a que la ruta era más larga, consideró que de
esta manera iría protegiéndose las espaldas y arrinconando a los realistas
hacia el norte, y podría además reforzar su ejército con tropas enviadas por San Martín, tal cual sucedió en
Saraguro, donde el 9 de febrero sus fuerzas recibieron el importante respaldo
de tropas auxiliares venidas del Perú al mando del Gral. Santa Cruz, y de los Granaderos a Caballo de San Martín,
de Argentina, al mando del Comandante
Juan Lavalle. Dos meses permaneció Sucre
en Cuenca donde aprovechó la tranquilidad de la ciudad y su agradable clima
para dar descanso a sus hombres, al tiempo que reforzaba todos los cuerpos de
su ejército con hombres del lugar. A la brigada de Santa Cruz le
correspondieron más de tres cientos cuencanos. Cumplido sus objetivos, Sucre
marchó hacia el norte en persecución de los realistas, a quienes alcanzó en la
llanura de Tapi, cerca de Riobamba. El 21 de abril, en los campos y en las calles
de la ciudad se libró una de las más heroicas batallas por la independencia, la
Batalla de Riobamba, en la
que la diosa de la guerra favoreció a los patriotas. La lucha se inició en la
actual calle llamada “Argentinos” y
en la Plaza de Villa María, y terminó con un feroz enfrentamiento en las
llanuras de Tapi (razón por la que a esta batalla se la llama equivocadamente
con ese nombre), entre las caballerías realista y patriota, cuyos escuadrones,
de uno y otro bando, hicieron prodigios de valor y heroísmo.
Fue tal el fragor de la lucha entre las caballerías, que la infantería
de ambos ejércitos suspendió la acción en los lugares circundantes para
contemplar emocionados la homérica batalla, en la que se cubrió de gloria el
bravo comandante argentino Juan
Lavalle, al mando de su batallón de “Granaderos a Caballo de San Martín”, integrado por veteranos
argentinos y chilenos. Se destacó además la actuación del Coronel
Heres, con sus Dragones
Colombianos; y del Coronel Diego
Ibarra, al mando del batallón Yaguachi, integrado en su mayoría por soldados guayaquileños y bajo
cuyas órdenes combatió el Teniente
Abdón Calderón. Al caer la tarde los realistas no pudieron resistir las
cargas patriotas y tuvieron que retirarse desorganizadamente, dejando en el
campo de batalla gran número de muertos por heridas de lanza y de sable. Los
patriotas persiguieron durante largo trecho a las tropas realistas, mientras el
Gral. Sucre, victorioso, entraba en
la ciudad proclamando para siempre su independencia del dominio español. El 20 de Noviembre de 1821, Sucre se hace fuerte en la zona de “Los Dos Esteros”, sitio en el que
ambos bandos entablan conversaciones pacíficas, las mismas que culminan con la
firma de un armisticio que estipulaba un cese de “operaciones” por un plazo de
90 días, acuerdo que favoreció a las tropas patriotas que pudieron organizarse
y prepararse de mejor manera y recibir todos los aprovisionamientos necesarios.
Este armisticio no solo resultó conveniente para los patriotas, sino que,
también benefició a las tropas hispanas que en su interior enfrentaban serios
problemas tales como: sublevaciones fallidas entre los batallones “Aragón” y
“Constitución“, un alto grado de deserciones y la llegada de la estación
invernal, factores que dificultaban cualquier tipo de operación bélica.
Al año siguiente, los movimientos militares libertarios son favorecidos
por la incorporación de Guayaquil a Colombia en Diciembre de 1821, el Libertador Bolívar preocupado por la
suerte de la Presidencia de Quito propone enviar “fuerzas de distracción”
contra los realistas acantonados en Pasto, pero su proyecto queda sin efecto. Bolívar decide dejar a cargo de la
campaña de liberación de la presidencia de Quito al Gral. Sucre, quien inicia sus movimientos de tropas el 22 de Enero
de 1822, rompiendo de esta manera el armisticio firmado con el Coronel Tolrá; al día siguiente
llega a Guayaquil y los primeros días de febrero se une en Saraguro la división
peruana enviada por el Gral. San
Martín. El triunfo se debió a una orden dada por el Gral. Sucre quien dispuso al Coronel
Diego Ibarra mover sus fuerzas por el lado derecho de los españoles de tal
forma que ellos vean la acción, a la vez que ordenó al Teniente Coronel Juan Galo Lavalle, atravesar la villa y sorprender
por la retaguardia a las fuerzas realistas. Lavalle, Comandante del Escuadrón “Granaderos a Caballo de los Andes”,
cumple con la orden dispuesta por el Gral.
Sucre y ataca a la caballería española, que en ese momento protegía la
retirada de la infantería española y la vence provocando la desbandada de las
fuerzas realistas. El mismo Comandante
Lavalle en su informe dirigido al
Gral. San Martín puntualizó lo siguiente con respecto al enfrentamiento:
“Y a
la espalda de una llanura me ví repentinamente al frente de tres escuadrones de
caballería fuertes de 120 hombres cada uno, que sostenían la retirada de su
infantería. Una retirada hubiera ocasionado la pérdida del escuadrón y su
deshonra, y era el momento de probar en Colombia su coraje; mandé formar en
batalla, poner sable en mano y los cargamos con firmeza. El escuadrón que
formaban 96 hombres parecía un pelotón respecto de los 400 hombres que tenían
los enemigos; ellos esperaron hasta la distancia de 25 pasos, poco más o menos
cargando también; pero cuando oyeron la voz de “a degüello” y vieron morir a
cuchilladas a dos o tres de los más valientes, volvieron caras y huyeron en
desorden. La superioridad de sus caballos, los sacó por entonces del peligro,
con pérdida solamente de doce hombres”.
La mañana del 21 de Abril de 1822, a causa de la imprevisión estratégica
de los españoles, que descuidaron la protección del Paso de Pantus, provocó que
sorpresivamente se encuentren frente a frente con las fuerzas libertadoras en
posición de batalla. El jefe español Tolrá ordenó la retirada de los
peninsulares hacia Riobamba, mientras que Sucre dispuso al Coronel Diego Ibarra mover sus fuerzas por el flanco derecho
de las fuerzas realistas y al Comandante Lavalle por el lado izquierdo para de
esta manera atravesar la villa y atacar a los españoles por la retaguardia
desbandándolos y, consiguiendo, finalmente la victoria. El ejército vencedor,
ocupó Riobamba el 22 y, permaneció hasta el 28 de Abril de 1822, fecha en la
que las tropas libertarias salieron de la ciudad con dirección al norte, tras
los españoles que se dirigían al norte, hacia la ciudad de Quito. La victoria
fue concluyente, motivada por una “carga de caballería” provocada por una
decisión audaz que dejó a los realistas diezmados dejando abiertas las puertas
de la independencia ecuatoriana, sellada días después, en la Batalla del
Pichincha. El 19 de diciembre de 1921 se dictó ordenanza para erigir un
monumento a los héroes de la batalla de Riobamba, en la cima del paseo 21 de
abril (loma de quito). El monumento trabajado por artistas nacionales fue
inaugurado en 1922.