HALFAS, llamado casi siempre "EL DESTRUCTOR DE CIUDADES", es un demonio anterior a los grimorios y libros prohibidos de la Edad Media. Los pocos libros malditos que se encargan de su biografía sostienen que este demonio sólo encuentra satisfacción para sus impulsos a través de la aniquilación y la ruina.
Suele verse a HALFAS registrando los desolados parajes de las batallas buscando carroña. Nadie ha verificado que en su rostro habitara alguna vez una sonrisa, y las leyendas aseveran que su odio es tan implacable como la muerte misma. La Biblia no lo menciona, pero un antiguo mito hebreo sostiene que HALFAS estuvo presente en la destrucción de las ciudades de SODOMA Y GOMORRA, incluso contradiciendo las órdenes del propio LUCIFER.
Si bien aquellas ciudades cayeron bajo la ira de Dios, ofendido por actividades ilegítimas que contravenían el ocioso devenir del deseo, algunos cuentan que HALFAS, ansioso de participar de un evento de destrucción de tamaña envergadura, luchó palmo a palmo junto a las más colosales jerarquías angélicas, uniendo al Cielo y el Infierno en único y temible acto de injusticia.