martes, 19 de mayo de 2020

MISA PARA EL TERCER MUNDO DEL PADRE CARLOS MUGICA

Entre el 10 de diciembre de 1973 y el 18 de enero de 1974 el Grupo Vocal Argentino, ya sin el Chango Farías Gómez, había grabado esta obra. El texto, escrito por el Padre Carlos Mugica, de destacada actuación en el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, no era el de la misa tradicional de la Iglesia Católica. Es una poesía en la que, siguiendo la mirada de Mugica, las luchas de los pueblos oprimidos por el imperialismo tiene enorme relevancia. Así, desde el Kyrie ya, palabras nada neutrales como liberación, explotación e injusticia encuentran su sitio. Pese a lo inequívoco del contenido ideológico de esta misa, la buena mano de Mugica hace que no sea un panfleto de barricada.

La música, escrita entonces por Roberto Lar, un músico del ambiente publicitario pero con compromiso político -ya había sido el compositor de la banda sonora de La hora de los hornos, por ejemplo- llega a
hora en arreglo de Oscar Escalada, uno de los Quinto de Cantares originales y que había participado de la última formación del Grupo Vocal Argentino con Farías Gómez (ver El Pintao). La composición es una obra maestra: utilizando ritmos de los pueblos de América Latina, África y, en menor medida, Asia, no deja de ser música universal. Clara hija de su época, esta música no deja de guardar cierta relación con la mucho más "oficial" Misa Criolla, y quizás con La Biblia de Vox Dei. Hay osadías armónica y rítmicas muy propias de los años '70. Se trata de una obra interesante aún para aquellos a quienes no les interese la temática religiosa o política, que tiene valor en sí misma.

Continuando con la historia de esta Misa para el Tercer Mundo, en 1974 RCA había decidido apostar fuerte por la obra (la veían como una posible sucesora del éxito comercial de la Misa Criolla) y habían prensado 50.000 LPs. Salvo 6 ejemplares que se salvaron porque habían llegado a manos de algunos de los músicos participantes de la grabación, el resto de las copias, junto con las matrices originales (el master, diríamos hoy) fueron censurados, requisados y destruidos por el gobierno de Isabel Perón. Esto ocurrió poco después de la muerte de Juan Domingo Perón en ejercicio de la presidencia, que a su vez había ocurrido poco menos de dos meses después del asesinato del Padre Mugica, acribillado a balazos luego de celebrar misa en San Francisco Solano, Villa Luro.

La historia trágica de esta obra no concluyó ahí. Pensando que las aguas se irían calmando, y pese al episodio de censura y destrucción (en esa ocasión las oficinas de RCA fueron allanadas por tres días), los músicos que habían participado de la grabación pensaron que, como homenaje a Mugica podrían aunque sea brindar en concierto la música. Hasta que un ensayo fue interrumpido por efectivos armados que dejaron claro que era impensable ofrecer esa obra en ese momento. 

Por fin, tras más de cuatro décadas de silencio, esta música se grabó y llega al público. Quinto de Cantares, grupo formado a fines de 1969 y que estuvo activo hasta 1972, editando un único LP en 1971, puede sonar conocido a los fanáticos de Eduardo Mateo. En Mateo solo bien se lame es el grupo vocal que hace coros en Tras de ti. Y, de hecho, Eduardo Rozas, uno de esos cantantes, fue uno de los que produjo ese histórico disco junto a Carlos Píriz, y es uno de los que canta aquí. Su voz y las de sus cuatro compañeros están intactas. El paso del tiempo les dio sabiduría. El color y la afinación son fantásticas y nos recuerdan lo bien que sonaban esos grupos de los años 60 y 70. 

Un disco muy bien producido hoy, que llega como una botella en el mar a traernos un mensaje escrito en 1973. El rescate de una obra hasta ahora secreta, que merece difusión y maravilla a la primera escucha.

Fuente:
www.clubdeldisco.com

miércoles, 13 de mayo de 2020

HISTORIA DEL HIMNO NACIONAL ARGENTINO


La Revolución de Mayo y su espíritu habían ganado el alma de los habitantes de las Provincias Unidas del Río de La plata. Las expresiones populares, así lo manifestaban. El 25 de mayo de 1810, había sido un día de gloria, donde el primer gobierno patrio, hacía vislumbrar un quiebre de la autoridad española, aún cuando la Junta había jurado fidelidad al rey cautivo Fernando VII. A dos años de ese acontecimiento, el 24 de mayo de 1812, en Buenos Aires la Casa de la Comedia presentaba una obra de teatro llamada “25 de Mayo”, cuyo autor era Luis Ambrosio Morante. Esa pieza teatral terminaba con un himno que fue el que inspiró a uno de los espectadores, Vicente López y Planes, quien sería el autor del himno oficial. El 22 de julio de 1812, el Triunvirato, envió al Cabildo un oficio, para que se encargara de designar a quienes compondrían “la marcha de la patria”.

Recordemos que en ese tiempo se vivía una guerra plena y sangrienta contra España, en un proceso independentista que había comenzado con la revolución de mayo de 1810, y culminaría con la declaración de la independencia del 9 de julio de 1816. Esa marcha según el oficio, debía ser escuchada de pie y descubiertos, por los presentes en las funciones teatrales, en cuyo inicio se ejecutaría, y por los niños, al finalizar su jornada de clases diaria. Ya esa canción era conocida, pues Vicente López y Planes, inspirado en el himno de Morgante la había escrito. Otra propuesta de canción patria fue presentada por el regidor Manuel García, con fecha 4 de agosto de 1812.

La música era también de Blas Parera y la letra de Fray Cayetano Rodríguez. Sin embargo en el cotejo agradó más la letra de Vicente López y Planes. Se cuenta que un coro de niños, a los que acompañaba una orquesta, ya había entonado la canción de Vicente López, ante los vocales del Segundo Triunvirato, el 1 de noviembre de 1812. Otras versiones opinan que fue la sala de la dama patricia, Mariquita Sánchez de Thompson la que fue testigo del estreno de la letra patria. Fue la Asamblea de 1813, la que se encargó de llevar a cabo la obra, el 6 de marzo de 1813, adoptando la compuesta en 1812, por el abogado y diputado de la Asamblea, Vicente López y Planes, a cargo de la letra, y por Blas Parera, músico y empresario de teatro de origen catalán (1777-1840) de la música. Ambos habían luchado en las invasiones inglesas. Aprobada el 11 de mayo de ese mismo año, como “Canción única de las Provincias Unidas”, la versión original recibió el nombre de Marcha Patriótica.

Es discutida la forma en que participó Blas Patera en la composición musical, por la recibió la suma de doscientos pesos, ya que algunos dicen que la habría escrito obligado por el gobierno, ya que la consideraba una ofensa para España. Recordemos que él era catalán y no adoptó la ciudadanía de la nueva nación, aún cuando se había impuesto la obligación a los españoles residentes en el país de adquirir carta de ciudadanía. Él prefirió partir en 1817 rumbo a Brasil y desde allí a España. El 28 de mayo de 1813 se estrenó oficialmente la Marcha Patriótica durante una función de contenido nacional. Más tarde adoptó la denominación de Canción Patriótica Nacional y luego la de Canción Patriótica. El nombre de Himno Nacional Argentino, comenzó a usarse en una copia de 1847, y es como se lo conoce actualmente. La propia Asamblea, debió realizar modificaciones en la osada letra de la canción patria, para adaptarla a los requerimientos internacionales, que no estaban de acuerdo con las ideas de libertad. Así esa “nueva nación que se levantaba a la faz de la tierra”, tuvo que esperar un momento más propicio para ser gritada al mundo, ya que la estrofa que la proclamaba fue suprimida.

Se adoptaron algunas expresiones que aún hoy persisten como “ya su trono a la noble igualdad” con referencia a las ideas monárquicas predominantes en la época. En los ardientes y belicosos días de la lucha secesionista, no podía esperarse menos de la canción que identificaba a la patria naciente, que una alusión despectiva hacia la Metrópoli española. Pero el tiempo pasó y consolidada la independencia, el largo y agraviante canto, era difícil de memorizar y eternizaba la pasión de una lucha que ya había concluido, siendo necesario que la nueva nación se alzara a la faz de la tierra, ya sin rencores. Así lo comprendió el presidente Julio Argentino Roca, quien por un decreto, dispuso rescatar del Himno nacional aquellas estrofas que no fueran agraviantes, para adaptar al himno nacional a los tiempos de paz, a la convivencia armónica, y sin ofensas inútiles, aunque sin producir alteraciones en su texto original, y tan solo suprimiendo estrofas.

Así, por su artículo primero, ordenaba que en las fiestas públicas, en las oficiales, y en los colegios públicos se entonaran la primera y la última estrofa y el coro, aceptando la versión musical que en 1860 presentara Juan P. Esnaola, más pausada y majestuosa. Las referencias a un león rendido a las plantas de una nación coronada de laureles, los gritos de venganza, de guerra y de furor hacia los españoles, calificados de fieros y envidiosos tiranos, opresores de la patria, viles invasores, crueles y sanguinarios tigres sedientos de sangre, fueron algunas de las partes suprimidas. El 11 de mayo se conmemora anualmente el día del Himno nacional argentino, día que como se dijo la Asamblea del año XIII lo sancionó como Marcha Patriótica.

miércoles, 6 de mayo de 2020

DÍA INTERNACIONAL DE LA MADRE TIERRA 2020

El secretario general de la ONU llamó a proteger el planeta. "Debemos actuar con decisión para proteger nuestro planeta tanto del coronavirus como de la amenaza existencial de las perturbaciones climáticas".

Así se expresó el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, António Guterres, en su mensaje por el Día Internacional de la Madre Tierra, que se celebró el pasado 22 de abril. La celebración de este año se cumple en una circunstancia tal vez nunca pensada, pero que le permite a la Tierra descansar unos días de la agresión que venía soportando.

Aunque, según se destaca en el sitio de Naciones Unidas, el "impacto visible y positivo del coronavirus, ya sea a través de la mejora de la calidad del aire o la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, no es más que temporal, ya que se debe a la trágica desaceleración económica y la angustia humana", es oportuno recordar "más que nunca en este Día Internacional de la Madre Tierra que necesitamos un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta".

La pandemia COVID -19, que ha obligado a paralizar las actividades industriales, la reducción importante del consumo de combustibles fósiles, demuestran que la emergencia sanitaria mundial tiene una fuerte relación con la salud de nuestro ecosistema, por lo que se hace necesario promover la armonía con la naturaleza y la Tierra.

En el mensaje del secretario General de la ONU, António Guterres, hace un llamado a "trabajar juntos para salvar vidas, aliviar el sufrimiento y reducir las devastadoras consecuencias económicas y sociales" que está ocasionando el coronavirus.

A la emergencia sanitaria por el COVID 19 que sigue latente, según Guterres hay "otra profunda emergencia: la crisis ambiental que se está produciendo en el planeta. La biodiversidad está en pronunciado declive. Las perturbaciones del clima se están acercando a un punto de no retorno", por lo que es urgente "actuar con decisión para proteger nuestro planeta tanto del coronavirus como de la amenaza existencial de las perturbaciones climáticas".

Frente a esta emergencia, el Secretario de la ONU, António Guterres, propone seis medidas relacionadas con el clima para orientar la recuperación y la labor futura.

Se debe poner fin a los subsidios a los combustibles fósiles, y quienes contaminan tienen que empezar a pagar la contaminación que generen.

Primero: el gasto de ingentes cantidades de dinero en la recuperación tras el coronavirus debe ir acompañado de la creación de nuevos trabajos y empresas mediante una transición limpia y ecológica.

Segundo: si se utiliza el dinero de los contribuyentes para rescatar empresas, es necesario vincularlo a la consecución de empleos verdes y de un crecimiento sostenible.

Tercero: la artillería fiscal debe impulsar el paso de la economía gris a la verde, y aumentar la resiliencia de las sociedades y las personas.

Cuarto: los fondos públicos deben utilizarse para invertir en el futuro, no en el pasado, y fluir hacia sectores y proyectos sostenibles que ayuden al medio ambiente y al clima.

Quinto: los riesgos y oportunidades climáticos tienen que incorporarse al sistema financiero, así como a todos los aspectos de la formulación de políticas públicas y las infraestructuras.

Sexto: necesitamos trabajar juntos como una comunidad internacional.

La fuente de esta información es: La ONU, Organización de las Naciones Unidas

“Día Internacional de la Madre Tierra 2020”.