martes, 26 de octubre de 2021

LA IGLESIA CATÓLICA Y EL GOBIERNO PERONISTA-Segunda Parte

Entre 1954 y 1955 se desplegó un fuerte enfrentamiento entre Perón y la Iglesia Católica, una tradicional institución en el país, que había sido aliada a su gobierno hasta entonces. Ahora, sectores católicos propiciaban la creación de un Partido Demócrata Cristiano que represente sus ideales, a la manera de los que existían en Europa. El conflicto se exacerbó cuando en mayo de 1955 un grupo de legisladores oficialistas presentaron un proyecto para convocar a una nueva Convención Constituyente que entre otras reformas realizaría la separación de la Iglesia y del Estado, el proyecto fue aprobado con la oposición de la U.C.R. Nuevas medidas tuvieron el mismo rumbo. Se estableció el divorcio vincular, se derogó la ley de enseñanza religiosa de 1946 y se les quitó el apoyo a los institutos privados de enseñanza católica. El día 11 de junio se realizó la procesión de CORPUS CHRISTI en Buenos Aires, como era habitual, pero esa vez en 1955 adquirió el carácter de marcha de oposición al gobierno. Asistieron representantes de todo el abanico antiperonista, desde la U.C.R. hasta el Comunismo. El gobierno culpó a los manifestantes de la "quema de la bandera", hecho que no fue clasificado.

Alentados por los sucesos, un sector rebelde de las Fuerzas Armadas bombardeó Plaza de Mayo; la respuesta de los adictos al gobierno fue el incendio de la Curia y de templos como el de San Ignacio, Santo Domingo y San Francisco (16 de junio de 1955). Se ha dicho también que el conflicto del peronismo con la Iglesia estalló en 1954 como una consecuencia comprensible del estado de omnipotencia al que Perón se sentía llevado a medida que se consolidaba su poder personal. Se ha señalado, asimismo, que el vínculo con la dirigencia eclesiástica se deterioró porque, en los años cincuenta, el régimen peronista explicitó su ambición de educar a las nuevas generaciones en las "veinte verdades" justicialistas, lo cual implicaba una politización de la enseñanza que la Iglesia veía con recelo y preocupación. No faltan historiadores que mencionen entre las causas de la ruptura el implacable avance del régimen peronista hacia una suerte de estatización del asistencialismo social, con el emblemático protagonismo de la Fundación Eva Perón. Ese avance -se dice- significaba poner el pie en un territorio social que históricamente había estado reservado a las organizaciones de la Iglesia. En realidad, el rompimiento de Perón con la Iglesia no se debió a una sola causa sino a una suma de factores. Es probable que las distintas causales que hemos ido mencionando hayan tenido alguna influencia en el desenlace final.

Lo cierto es que el conflicto quedó planteado en toda su crudeza el 10 de noviembre de 1954, cuando Perón dijo públicamente, en una reunión de gobernadores, que en la Argentina había curas y prelados que estaban desplegando actividades perturbadoras. Tras nombrar uno por uno a esos sacerdotes que actuaban, supuestamente, como enemigos de su gobierno, Perón destacó que pertenecían, principalmente, a tres diócesis del interior: la de Córdoba, la de Santa Fe y la de La Rioja. A partir de allí, la crisis se fue agudizando. Los diarios de la cadena oficialista lanzaron una agresiva campaña contra la Iglesia y pronto el enfrentamiento escapó a todo control. Al principio la relación de Perón con la Iglesia, tal vez por el fuerte catolicismo de Eva, era una relación cordial. Luego el peronismo había ido derivando de una convicción política hacia algo parecido a una creencia pseudo religiosa, basada en la adoración de las masas a su benefactor y sustentada principalmente en el culto a la difunta Eva Perón, “jefa espiritual de la Nación”, a quien se la imaginaba canonizada. Es de imaginar que Perón sabía que enfrentaría la oposición de la poderosa Iglesia en la Argentina, un país en el que el 90% de su población se considera católica, aunque remisa en el cumplimiento de sus obligaciones religiosas. Pero no calibró el vigor de dicha resistencia.

El conflicto entre el peronismo y la Iglesia pasó a ser, entonces, entre el peronismo y un antiperonismo engrosado por el mismo conflicto y que, por fin, había encontrado una vía por donde manifestarse, instituyendo algo muy semejante a una “guerra santa” cuyo grito era “Perón o Cristo”. La crisis avanzó hasta extremos sin retorno La ciudad se vio inundada de panfletos difamatorios que se hacían en las iglesias y en los colegios religiosos; en ellos se incitaba directamente a la rebelión, de la misma manera que los curas en los púlpitos se transformaron en oradores políticos de barricada, incitando a los fieles a la revolución y al desorden. Es de recalcar que la Marcha de la Libertad, que puso música a la insurrección contra su gobierno, fue grabada clandestinamente en el sótano de una Iglesia. Lo cierto es que la jerarquía eclesiástica intentó acciones conciliatorias, pero el protagonismo dejó de ser suyo para pasar a sectores civiles y militares que operaban en su representación, como fue el caso de una Marina, esencialmente laica y liberal. La Iglesia no pudo resolver políticamente la situación. Perón, por otro lado, pareció perder el control de la situación. Acostumbrado a dominar todos los resortes de la vida política argentina: las Fuerzas Armadas, los sindicatos, los medios de difusión, las organizaciones empresariales, hasta los partidos de la oposición, no pudo tolerar que la Iglesia se le resistiera y continuó asestando golpes que se volverían en su contra.

Luego vendría el tumultuoso junio de 1955, con la procesión de CORPUS CHRISTI del 11, una multitudinaria manifestación ficticiamente religiosa, engrosada por ateos, marxistas y antiperonistas de todos los colores. Luego, el 16 por la mañana, se conocería la excomunión de Perón por la expulsión de los MONSEÑORES TATO Y NOVOA. Más tarde, se desencadenaría el bombardeo de la Casa Rosada por parte de aviadores de la Marina, con el ominoso resultado de cientos de muertos. A la noche de ese mismo día, la quema de varias iglesias capitalinas y la curia, como revancha por los sucesos del día. La influencia de Eva en el conflicto había sido conciliadora, ella era muy católica, de hecho viajo al Vaticano y fue recibida por el Papa. Ella era un puente de la relación de Perón con la cúpula eclesiástica, pero debido a su pronta muerte esta influencia pacificadora se corto rápidamente. El inicio del conflicto no se sabe con exactitud, claramente muerta Eva, a Perón la relación con la Iglesia no le importaba demasiado. Pero se cree que los desencadenantes fueron la manifestación del CORPUS CHRISTI y su discurso del 17 de octubre. Claramente enfrentarse a la Iglesia fue un grave error, cualquier político que se enfrente con esta, se está poniendo en contra una gran masa de personas. Por otra parte el enfrentamiento se contradecía a su doctrina y además era un conflicto totalmente evitable.

La procesión del CORPUS CHRISTI fue un acto multitudinario, que como dijimos, la presencia de fieles ese día, sumo además una gran masa de anti peronistas. El acto se llevo a cabo el 11 de Junio del 55, algunos afirman que fue el principio del fin del gobierno del general. Las nuevas medidas tomadas por Perón fueron un gran “cachetazo” para la Argentina, claramente afectaban directamente a la Iglesia y atacaban la moral de todos los católicos. Las medidas de divorcio y de separación de ESTADO- IGLESIA resultaban más aceptadas. Pero las medidas de profilaxis y legalización de los prostíbulos eran una aberración para la mayoría de las personas. La mayor parte de los historiadores coinciden en que el conflicto fue de índole estrictamente política con exclusión de toda connotación religiosa y el mismo Perón así lo había expresado, de modo que la religión fue sólo un enmascaramiento de la causa real.

martes, 19 de octubre de 2021

EL SANTO ROSARIO, TESORO DE SANTIFICACIÓN

Nadie podrá comprender jamás el tesoro de santificación que encierran las oraciones del santo rosario; la meditación de los misterios de la vida y muerte del Señor constituye, para cuantos la practican, una fuente de los frutos más maravillosos. Hoy se quieren cosas que impresionen, conmuevan y produzcan en el alma impresiones profundas. Ahora bien, ¿habrá en el mundo algo más conmovedor que la historia maravillosa del Redentor desplegado en quince cuadros que nos recuerdan las grandes escenas de la vida, muerte y gloria del Salvador del mundo? ¿Hay oraciones más excelentes y sublimes que la oración dominical y la salutación angélica? Ellas encierran cuanto deseamos y podemos necesitar.

La meditación de los misterios y oraciones del rosario es la más fácil de todas las oraciones. Porque la diversidad de las virtudes y estados de Jesucristo

– Sobre los cuales se reflexiona – recrea y fortifica maravillosamente el espíritu e impide las distracciones. Los sabios encuentran en estas fórmulas la doctrina más profunda, y los ignorantes, las instrucciones más sencillas.

Es preciso pasar por esta meditación sencilla antes de elevarse al grado más sublime de contemplación. Tal es la opinión de Santo Tomás de Aquino. Y tal es el consejo que nos da cuando nos dice que es necesario ejercitarnos de antemano, como en un campo de batalla, en la adquisición de todas las virtudes, de las que son modelo perfecto los misterios del rosario. Porque ahí – dice el sabio Cayetano – podremos adquirir la íntima unión con Dios, sin la cual la contemplación es sólo una ilusión capaz de seducir a las almas.

Si los falsos iluminados de nuestros días – los quietistas – hubieran seguido este consejo, no hubieran caído tan vergonzosamente ni causado tantos escándalos en cuestiones de devoción. Pretender que se pueden componer oraciones más sublimes que el padrenuestro y el avemaría y abandonar estas divinas oraciones, que son el sostén, fuerza y salvaguardia del alma, es una engañosa ilusión del demonio.

Convengamos en que no es necesario recitarlas siempre vocalmente y que la oración mental es, en cierto sentido, más perfecta que la vocal. Pero se asegura que es peligroso – por no decir perjudicial – abandonar voluntariamente el rezo del rosario so pretexto de una unión más íntima con Dios. El alma sutilmente orgullosa, engañada por el demonio meridiano, hace interiormente cuanto puede para elevarse al grado más sublime de la oración de los santos, desprecia y abandona para ello sus métodos antiguos de orar, que juzga buenos para almas ordinarias. Cierra por sí misma el oído a las oraciones, al saludo de un ángel y aun a la oración compuesta, prescrita y practicada por Dios.

Si se desea llegar a altos grados de contemplación sin menoscabo de la oración y sin caer en las ilusiones del demonio – tan frecuentes en personas de oración –, se recomienda recitar, si se puede, todos los días el santo rosario o, por lo menos, la tercera parte de él.

Una recomendación para aquellos que lo hacen diariamente: Si quieres conservarte en ellos y crecer en humildad, permanece fiel a la práctica del santo rosario, porque una persona que recite un rosario cada día no caerá jamás formalmente en una herejía ni será engañada por el demonio. ¡Con mi sangre rubricaría esta afirmación! Si Dios, no obstante, en su infinita bondad, te atrae tan poderosamente en medio del rosario como a algunos santos, ¡déjate conducir por su atracción, deja a Dios actuar y orar en ti y recitar el rosario a su manera! ¡Y que esto te baste en ese día!

Pero, si hasta ahora te hallas en la contemplación activa o en la oración ordinaria, de quietud, de presencia de Dios y de afecto, tienes aún menos razón para dejar tu rosario, ya que – muy lejos de retroceder en la oración y la virtud al recitarlo – te servirá, más bien, de ayuda maravillosa y será la verdadera escala de Jacob, con quince escalones, por los cuales irás subiendo, de virtud en virtud y de luz en luz, hasta llegar fácilmente y sin engaño a la perfección en Jesucristo.

LA IGLESIA CATÓLICA Y EL GOBIERNO PERONISTA- Primera Parte

Desde fines de 1954, la Iglesia católica desempeñó un rol central en el golpe de Estado que puso fin al gobierno de Perón. El proceso por el cual la institución eclesiástica pasó a integrar el espectro opositor al peronismo fue abordado teniendo en cuenta fundamentalmente el caso de la Capital Federal y la ciudad de Córdoba, lugares clave para estudiar la trama de la insurrección cívico-militar. El objetivo de este informe es analizar el itinerario de las relaciones entabladas entre la Iglesia católica y el gobierno en Tucumán entre 1952 y 1955. Se sostiene que en el escenario provincial no se registró el progresivo deterioro de las relaciones entre la Iglesia y el peronismo que fueron visibles en el escenario metropolitano y en otras diócesis del país, observándose, por el contrario, un campo de colaboración que se mantuvo en forma ininterrumpida hasta 1955.

De ese modo, sin negar las tensiones que surcaron el camino de las relaciones entre la Iglesia católica y el gobierno provincial, el presente informe sostiene que en Tucumán no se observó la escalada de violencia y el enfrentamiento abierto que surgió desde 1954 como una constante en otras zonas del país. Esto nos lleva a interrogarnos sobre los factores que se conjugaron para dar cauce al clima expectante que predominó en la sociedad tucumana y por las repercusiones de los acontecimientos que se sucedieron a nivel nacional durante los tramos finales del gobierno peronista, como así también emprender un análisis comparativo de las estrategias que siguió la jerarquía eclesiástica y el movimiento laico en la Capital Federal y en la ciudad de Córdoba. Los estudios que abordaron la relación de la Iglesia católica y el peronismo coinciden en señalar el rol protagónico de la primera en el golpe de Estado de septiembre de 1955.

Tal desenlace resultó sorpresivo teniendo en cuenta los estrechos vínculos forjados entre el poder político y religioso en los años precedentes. No obstante, cuando a fines de 1954 el enfrentamiento entre la institución eclesiástica y el gobierno se volvió explícito, sectores del laicado y del clero se sumaron a una ofensiva política opositora que buscó desalojar a Perón por medio de una conspiración armada. Los últimos meses de gobierno estuvieron marcados por un clima cargado de violencia que estalló en episodios conocidos como el bombardeo a plaza de mayo y la quema de iglesias. En ese contexto, la crisis desatada asumió una lógica y una dinámica propia en la que el conflicto se alimentó a sí mismo. El ya clásico estudio de César Tcach sobre el partido radical cordobés subrayó la alianza que este fraguó con la Iglesia católica y sectores antiperonistas de las fuerzas armadas, corporaciones que, en ese escenario, impulsaron la vía armada para derrocar al gobierno. Tcach señaló que el catolicismo cordobés se erigió en el eje de la oposición católica nacional a partir de la ofensiva desplegada para penetrar nuevos espacios sociales, principalmente entre los jóvenes (estudiantes) y los sectores profesionales (clase media). Tal ofensiva católica resultó irritante para las altas esferas de gobierno al colisionar con los proyectos oficiales de organizar a los mismos sectores bajo la impronta peronista.

Según ese esquema, fue la disputa por los valores que se inculcaban a la juventud y la fundación del Movimiento Católico de Juventudes (en pugna con la Unión de Estudiantes Secundarios) la mecha que encendió el conflicto en esa provincia. Distintas investigaciones privilegiaron el abordaje de la Acción Católica Argentina (ACA) en los últimos años peronistas ya que, a pesar de aglutinar un número reducido de activistas, su capacidad de movilización y de conspiración la convirtieron en un agente de primera magnitud en el derrocamiento del gobierno. La ACA atravesó por un proceso de cambios desde que en 1952 la jerarquía eclesiástica dio impulso a un renacimiento de su militancia, articulado principalmente alrededor de dos ejes. Por un lado, se promovió la organización de la clase media a partir de la creación de la rama de Profesionales y Estudiantes católicos (APAC), iniciativa que se convirtió en un desafío para el gobierno teniendo en cuenta el perfil crecientemente opositor que asumió esa franja social.

Por otro lado, este renacimiento se nutrió de las crecientes impugnaciones morales al gobierno, tópico de fuerte influencia en las filas católicas que activó la movilización de militantes de ACA. De ese modo, la asociación católica, cuyas actividades lograron concitar amplias adhesiones políticas y sociales, apareció como la alternativa para aglutinar a una oposición que hasta el momento se presentaba dispersa y debilitada, la cual encontró en el conflicto desatado a fines de 1954 una oportunidad inédita para socavar al gobierno. Esto nos lleva a interrogarnos sobre los factores que se conjugaron para dar cauce al clima expectante que predominó en la sociedad tucumana y por las repercusiones de los acontecimientos que se sucedieron a nivel nacional durante los tramos finales del gobierno peronista, como así también emprender un análisis comparativo de las estrategias que siguió la jerarquía eclesiástica y el movimiento laico en la Capital Federal y en la ciudad de Córdoba, donde se dio inicio al golpe cívico-militar. En suma, partimos del supuesto que el proceso que derivó en el golpe de Estado de septiembre de 1955 presentó hasta último momento derivaciones inciertas y estuvo signado por las vacilaciones que sacudieron a los actores de la institución eclesiástica. Son esas vacilaciones e incertidumbres las que intenta recuperar esta investigación.

El siguiente informe fue extractado de un trabajo histórico realizado por Lucía Santos Lepera Del Instituto Superior de Estudios Sociales (CONICET-UNT)
Fuente:

JUAN PABLO I

ALBINO LUCIANI, Papa de la Iglesia católica cuyo pontificado fue uno de los más breves de la historia a causa de su inesperado fallecimiento, acaecido el 28 de septiembre de 1978, apenas un mes después de su elección. Hijo de un fabricante de vidrio, quedó huérfano de madre a los diez años de edad; el padre, Giovanni Luciani, contrajo segundas nupcias con una mujer muy devota que sería determinante en la vocación religiosa del niño. Formado en el Seminario Menor de Feltre y en el Seminario Gregoriano de Belluno, ALBINO LUCIANI fue ordenado sacerdote en 1935, pasando ese mismo año a Roma, en cuya Universidad Gregoriana estudió filosofía y se doctoró en teología.

Ejerció como profesor y director del Seminario de Belluno antes de ser nombrado obispo de Vittorio Veneto en 1959, y patriarca de Venecia diez años después. En 1973 obtuvo el cardenalato y entró en la Congregación para los Sacramentos y el Culto Divino. Afín a la corriente renovadora iniciada con el CONCILIO VATICANO IIALBINO LUCIANI había participado en sus sesiones entre 1962 y 1965, aunque prefería las labores pastorales a las de la curia. De aquí que cuando, en 1978, fue designado sucesor del papa PABLO VI, eligió su nombre y el de JUAN XXIII, artífice del aggiornamento católico, como homenaje a sus predecesores y señal de continuidad de sus pontificados. JUAN PABLO I no pudo, sin embargo, llevar a cabo sus propósitos, pues murió repentinamente 34 días después de su elección. Le sucedió el cardenal polaco Karol Wojtyla, que adoptó el nombre de Juan Pablo II.

LA HISTORIA DE AMOR DE ARIADNA Y TESEO

Ariadna, hija del rey Minos de Creta, se enamoró de Teseo a primera vista. Él llegó a la isla del Mediterráneo para terminar con el temible Minotauro: una bestia con cuerpo de hombre y cabeza de toro. El monstruo vivía en un obscuro y complejo laberinto diseñado por Dédalo, del cual ningún hombre o mujer salía con vida. Teseo, con valentía, se enfrentó al Minotauro hasta matarlo y con la ayuda de un hilo de oro, escapó del laberinto hasta encontrar la libertad. El hilo -artilugio y estrategia- fue un obsequio de Ariadna para el joven héroe, contraviniendo la voluntad de su propio padre, el rey. Al salir Teseo triunfante del laberinto, éste le pidió a Ariadna acompañarlo hasta su remoto país de origen. Ambos escaparon en barco, dejando tras de sí una legión hostil de cretenses que reclamaban a Ariadna la vida de Teseo, su amado, por haber liquidado al príncipe semihumano. Mientras navegaban juntos, Ariadna estaba convencida de haber ganado el corazón de su héroe gracias a su inteligencia, lealtad y amor. Después de todo, ella había traicionado a sus compatriotas para salvar la vida de Teseo. Ariadna pensó que sería el inicio de vida larga y feliz vida al lado de su amado.

Hasta este punto la historia se desarrolla razonablemente bien -con excepción, por supuesto, para el Minotauro y el rey. Sin embargo, como sucede en muchos otros mitos y leyendas, la fatalidad llega justo cuando el color rosa inunda el horizonte. Ariadna y Teseo son felices durante su travesía por el mar Egeo, hasta que la embarcación llega a la isla de Naxos. Allí, por razones difíciles de comprender -bueno ni tanto- Teseo, en un acto de abominable ingratidud, abandona a Ariadna mientras ella duerme en la playa. Algunos dicen que estaba enamorado de otra; otros argullen que fue obligado a actuar así, pero el caso es que Teseo la deja en la playa y la princesa, al despertar y hayarse sola, ve cristalizarse sus peores temores y desvanece presa del llanto por su corazón roto. Tal es su vergüenza y dolor que considera quitarse la vida. Pero las musas, al ver su desesperación, se apiadan de ella y la rodean con una suave brisa para susurrarle al oído: llegaría un amor más digno y un destino más elevado para ella. Por supuesto, Ariadna no cree el vaticinio de las musas, pues su pena por Teseo es grande.

Poco después, Ariadna ve un carruaje en el horizonte. A medida que éste se acerca, observa que está rodeado de vides y racimos de uvas maduras. Es Dionisio, el dios del vino, quién mucho tiempo antes había caído rendido ante los encantos de la joven princesa. Embelesado por su valentía y lealtad, Dionisio le obsequia una corona llena de piedras preciosas forjada por el mismísimo dios Vulcano y le pide matrimonio. De modo que el corazón de Ariadna fue sanado por la admiración de Dionisio. Envuelta en los amorosos brazos del dios del vino, pronto olvidó a Teseo y llena de felicidad, Ariadna acepta su destino inmortal en el Olimpo.

lunes, 4 de octubre de 2021

NUESTRA SEÑORA DE LA RÁBIDA

Muchos años atrás, por el 711, en una pequeña población de pescadores sobre el río Tinto, aldea de Palos, se produce un revuelo. Han llegado noticias del avance de hordas árabe-bereberes. Lo que al principio se había creído una de tantas avanzadas de piratas del África se había convertido en invasión. Pero hay algo más grave aún: es que han destrozado las poderosas huestes godas y desde el Guadalete están avanzando sin cesar. Comienzan a huir los que pueden, a ocultar todos sus bienes en la montaña. Es necesario alejarse del avance de esos piratas. Fue entonces que se pensó en la imagen de la Virgen que estaba entronizada en el monasterio. No es que la historia está conformada por o con leyendas, pero al ser embellecida por las mismas, a veces uno no se resiste a, por lo menos, hablar de ellas.

Ya se sabe que muchos rincones de la historia están repletos de narraciones que, frecuentemente, se apoyan en un hecho real, histórico, embellecido más tarde por la imaginación de los cronistas y comentaristas, hasta que aparece la historia con sus documentos y deshace la poesía, quedando con fríos datos. Vamos a hablar de la imagen de la Virgen de Palos, por estar íntimamente unida a la historia de América, pues se trata de la Virgen de la Rábida. Hace más de mil novecientos años existía en el mismo lugar donde hoy se alza el monasterio de la Rábida un templo romano consagrado a Proserpina, la hija de la diosa Ceres raptada por Plutón al sombrío Tártaro, templo que muy posiblemente fue erigido en homenaje a la hija del emperador Trajano.

Hay una tradición de que, aún en esa época, se realizaba el sacrificio de una doncella junto al río Tinto aledaño, y su cuerpo se traslada procesionalmente hasta el templo. Acabado el paganismo, en el siglo IV se eleva allí un templo cristiano dedicado a san Jorge. Estaba terminándose el edificio cuando se recibió de san Macario, obispo de Jerusalén, una imagen de la Virgen que, entronizada en el lugar principal, pronto recibió fervoroso culto. Cuando en 711 se produce la invasión musulmana, el pueblo que huía determinó depositar la imagen en el fondo del mar, pues siendo de piedra no sufriría ningún daño. Al haber poca profundidad en ese lugar, tenían la esperanza de recuperarla fácilmente. Esta historia, recibida por tradición, es la única que se posee. En la misma crónica de este hecho se dice que en el lugar donde estaba el templo de Proserpina un eremita árabe erigió más tarde su refugio, al que años después los árabes, ya fallecido el morabito, dedicaron para su veneración. El lugar recibió el nombre de "Rábita" entre los mismos árabes, de donde con el tiempo se llamó "Rábida". En Marruecos se denomina actualmente "Rábita" o "Rápita", en el dialecto el país zauía a la antigua "Rapta", que indica, precisamente, "Ermita".

Cuando Alfonso el Sabio, entre 1257 y 1258 se apoderó de la región expulsando a los invasores, los Caballeros Templarios que lo acompañaban en la lucha ocuparon el morabito, el cual entregaron más tarde a los franciscanos. Nos encontramos con una gran laguna entre esa fecha y mediados del siglo XV. De esta última época se conserva, el monasterio antiguo, su iglesia y un claustro. Lo único cierto es que, a mediados del 1400 unos pescadores, al recoger su red, encontraron la imagen ya olvidada. Retornó a su mundo con el nombre de los Milagros, acompañada de hechos juzgados milagrosos, como la solución de la disputa entre la ciudad de Palos y la de Huelva, cada una de las cuales reclamaba la imagen como suya, por estar en el límite de sus jurisdicciones marítimas el lugar de la recuperación. Ya estamos en los momentos en que Colón llega a la Rábida. Está agotado físicamente y muy desmoralizado. Tiene un cuñado y peregrino proyecto por el que sólo recibe, como respuesta, buenas palabras y algunas promesas. La caridad de los franciscanos recoge a Colón y a su hijo, y en la Rábida reposa el cansado peregrino durante varios meses. Y allí profundiza su devoción a Nuestra Señora de la Rábida. En 1485, al fin, recibe contención de la reina Isabel I. Pese a la lucha que aún sostienen con los últimos restos de los musulmanes invasores y a las mil preocupaciones de la reina cruzada, será recibido. Hay algo de misterioso que traza un camino entre esas dos almas. Al despedirse de los generosos frailes, el superior del monasterio, fray Juan Pérez, le dirá: "La gracia de Dios esté con vos y Nuestra Señora de la Rábida te acompañe".

Antes se había realizado una ceremonia en el Monasterio de la Rábida, donde el Gran Almirante se encomendaría al Señor a fin de rogarle buen logro en la espeluznante empresa. Pero iría bien sujeto al mando de la Señora Santa María. El nombre de la capitana era el de "Marigalante", apodada "la Gallega" por haber sido construida en Galicia. El almirante fue quien la bautizó con el nombre de "Santa María". Ya no es necesario continuar con la presencia de Colón en la escena. Conviene, sin embargo, agregar una frase de quien fuera uno de sus marineros, Pedro de las Casas que mas adelante tendrá un hijo que será fray Bartolomé de las Casas, el ingenuo responsable de los orígenes e la leyenda negra, que agrega en sus escritos: "Colón era devotísimo de Nuestra Señora". La Virgen de los Milagros o Santa María de La Rábida, conocida por ambos nombres indistintamente, es la patrona del monasterio y de Palos de la Frontera. La imagen de la Virgen es una escultura de alabastro de pequeño tamaño (unos 54 cm), fechada en el siglo XIV. Es una muestra del gótico-francés, concretamente del manierista y elegante estilo normando, que imprime en la figura una singular curvatura, de manera que cambia de aspecto según se varíe la perspectiva desde donde se contemple. La imagen de la Virgen fue coronada por el Papa Juan Pablo II el 14 de junio de 1993, siendo los Padrinos de la Coronación los Reyes de España, Juan Carlos I y Sofía, representados en su hija la Infanta Cristina. Es la única imagen de la Virgen coronada por el papa polaco en España. Asimismo, recibió el título de "Alcaldesa perpetua de la ciudad".

TALES OF MYSTERY AND IMAGINATION

Antes de formar THE ALAN PARSONS PROJECTALAN PARSONS y su socio, ERIC WOOLFSON, tenían una respetable carrera en la industria musical: Parsons había estado frente a las consolas del ABBEY ROAD y el LET IT BE, de THE BEATLES, así como del legendario THE DARK SIDE OF THE MOON, de PINK FLOYD; por su parte, WOOLFSON era compositor y músico de sesión, y ambos se conocieron en la cafetería de los estudios ABBEY ROAD. En sus muchas conversaciones, PARSONS y WOOLFSON coincidieron en su frustración por estar siempre "tras bambalinas", y concibieron un proyecto en el que fueran los productores, y no los intérpretes, quienes estarían en primer plano. Así surgió THE ALAN PARSONS PROJECT.

Su primer álbum debut, la idea original provino de WOOLFSON, quien había compuesto algunas canciones inspiradas en cuentos del escritor estadunidense EDGAR ALLAN POE antes de conocer a PARSONS. Con la intervención de éste, nació TALES OF MYSTERY AND IMAGINATION: un tributo musical al autor de cuentos tan escalofriantes como "EL CORAZÓN DELATOR""LA BARRICA DE AMONTILLADO" y "LA CAÍDA DE LA CASA USHER" -así como del muy citado poema EL CUERVO-, que tiene aquí una versión sonora. El álbum podría calificarse como "POP PROGRESIVO"; es decir, recupera la instrumentación del PROG ROCK, su inspiración literaria, su rigor y seriedad, su inteligencia y complejidad, y nociones como la de las suites extendidas, al estilo de PINK FLOYD o de EMERSON, LAKE & PALMER -"THE FALL OF THE HOUSE OF USHER", por ejemplo, consta de cinco partes y dura poco más de quince minutos-, pero las combina con melodías ligeras y piezas rítmicas, las cuales podían fácilmente programarse en la radio. Aun así, el álbum conserva el tono denso, gótico, oscuro y enigmático que amerita la literatura de terror de EDGAR ALLAN POE. Como su nombre lo anuncia, se trata de un trabajo que evoca el misterio de lo que permanece oculto en las tinieblas, y alimenta la imaginación de quien lo escucha.

Relatos como EL CORAZÓN DELATOREL POZO Y EL PÉNDULOBERENICE o el famosísimo GATO NEGRO no podían haber salido de otra mente que la de un genio. Loco y perverso, como la mitad de los grandes artistas de la historia, pero genio al fin y al cabo. Volviendo a la dupla PARSONS-WOOLFSON: la conexión fue perfecta, por un lado el refinamiento sonoro y técnico en la calidad de grabación de PARSONS. Por el otro, unas composiciones musicales de un nivel de calidad proporcionadas por WOOLFSON. Más tarde se uniría al proyecto el arreglista ANDREW POWELL con sus poderosos tintes de orquesta sinfónica que le da al trabajo una dimensión más épica todavía. Mencionar también el espectacular desfile de músicos que hay en el trabajo, desde los cantantes como ARTHUR BROWN o JOHN MILES y sobre todo los integrantes del grupo PILOT con los que PARSONS había trabajado. Existen dos versiones del disco: la original de 1976 con el sonido claro y seco típico de los 70 y la otra, una remezcla del año 1987 en la que ALAN PARSONS añadió el famoso rever ochentoso y algunas pistas extras de instrumentos. El álbum comienza con A DREAM WITHIN A DREAM (UN SUEÑO DENTRO DE UN SUEÑO). La narración es realizada por el actor, director, guionista y productor de cine estadounidense, ORSON WELLES, considerado uno de los artistas más versátiles del siglo XX en el campo del teatro, la radio y el cine. Luego de esa increíble narración, poco a poco va subiendo la tensión con el añadido de más instrumentos hasta que, seguido por el incansable ritmo del bajo, llegamos a THE RAVEN (EL CUERVO): el vocoder da pistoletazo al primer gran tema del disco, de un rock sinfónico de alta calidad y unos cambios dinámicos de libro.

THE TELL-TALE HEART (EL CORAZÓN DELATOR) llega tras los aparentemente tranquilos coros finales de EL CUERVO. El tema suena totalmente desquiciado, quizás en parte porque la historia era desquiciada, quizás por el ritmo asesino de la base rítmica o quizás por la impresionante interpretación vocal de ARTHUR BROWN. El puente de la canción es digno de estudio: como representar una calma intranquila no podría haber sido hecho mejor, totalmente atmosférico. Uno de los platos fuertes de estos CUENTOS DE MISTERIO E IMAGINACIÓN. En THE CASK OF AMONTILLADO (EL TONEL DE AMONTILLADO) continúa la tan efectiva fórmula de contraste de dinámicas bestias con tranquilos pasajes. Arranca como una balada delicada y un estribillo bellísimo de contrapunto vocal que, de repente da paso secciones de viento-metal que suenan realmente agresivas y épicas. La pieza más rockera del disco, totalmente adictiva y la única en alejarse de esos tintes misteriosos antes comentados. La coda, totalmente en concordancia con las melodías de los temas anteriores pone punto y final a la primera parte del disco.

Luego nos metemos en un tema que lleva por título: THE SYSTEM OF DR. TARR AND PROFESSOR FEATHER (EL SISTEMA DEL DR. TARR Y EL PROFESOR FETHER) pieza musical que esta basada en un relato humorístico de EDGAR ALLAN POE, publicado por primera vez en el periódico GRAHAM'S LADY'S AND GENTLEMAN'S MAGAZINE, en el mes de noviembre de 1845. Este tema al igual que el cuento, es en su mayor parte un juego de apariencias e ilusiones. Los locos parecen cuerdos y los cuerdos locos. Los pacientes ingresados en la MAISON DE SANTÉ, con el inefable MONSIEUR MAILLARD a la cabeza, actúan, al menos en principio, con una afabilidad y un talante de lo más naturales, mientras que los cuerdos, en el clímax del final, se comportan como bestias sanguinarias de las que los locos huyen llenos de pavor.

Posiblemente, el plato fuerte del álbum sea THE FALL OF THE HOUSE OF USHER (LA CAÍDA DE LA CASA DE USHER) Una composición musical instrumental en toda su estructura, está dividida en 5 partes que juegan con el cambio de dinámicas y ambientes pero siempre bastante oscuros.

-        PRELUDE: La pieza donde se da a lucir ANDREW POWELL, en su mayor parte sinfónica, sin espacio para guitarras ni baterías. Trata de poner en situación con melodías agradables y delicadas el terremoto que está por venir. En su segmento final, al entrar el bajo eléctrico se va tornando cada vez más siniestra.

-        ARRIVAL: Efectos de truenos y lluvia abren para una pieza de llegada a la casa. Sintetizador, órgano, guitarras cristalinas, melodías difusas…

-        INTERMEZZO: Sirve de puente para PAVANE. Aquí POWELL emplea las primeras disonancias acongojantes que después remataran todo este coloso.

-        PAVANE: Junto con PRELUDE, la pieza más emblemática de la CASA USHER. Un contrabajo aparece seguido por guitarras y teclados en un tema que suena a antiguo, misterioso, etéreo y de una belleza singular. El uso de coros al final le da un toque realmente grandilocuente.

-        FALL: Caída, desorden, locura… ¿Cómo representarlo? Disonancias al más puro estilo del compositor húngaro de origen judío GYÖRGY SÁNDOR LIGETI, considerado uno de los más grandes compositores del siglo XX, que estremecen al más valiente. Realmente escalofriante.

El punto y final lo pone TO ONE IN PARADISE, (poema incluido en La Cita) una hermosa y tranquila balada que armoniza perfectamente con todo el anteriormente ambiente oscuro y siniestro. Llama la atención el empleo de un coro de voces blancas… angelicales, algo no muy usual en un contexto de rock. El tema desaparece en un fade-away con el que clausura estas revisiones modernas de los relatos de Poe.

SAN GERARDO Mª MAYELA


Gerardo nace en 1726 en Muro, pequeña ciudad del Sur de Italia. Tiene la suerte de tener por madre a Benedecta, que le enseñará el inmenso e ilimitado amor de Dios. Se siente feliz porque sabe que Dios está cerca de él, y toda su vida tiene por lema “hacer la voluntad de Dios”, lo que Dios quiere. Con doce años se tiene que hacer cargo de toda la familia, al morir su padre. Se convierte en aprendiz de sastre con uno del lugar que lo maltrata. Tras cuatro años de aprendizaje, justo cuando estaba capacitado para abrir una sastrería propia, entra al servicio del Obispo de Lacedonia, hombre de duro carácter. Los amigos le aconsejan que no acepte aquel puesto, porque todos los sirvientes abandonaban el oficio tras pocos meses. Pero a Gerardo eso no le asusta, y permanece con él hasta su muerte, tres años después. Cuando Gerardo piensa que se trata de la voluntad de Dios acepta cualquier cosa. En este tiempo Gerardo pasa largos tiempos de oración, que se convertirán en la fuente de su propia vida.

En 1745, con 19 años, regresa a Muro estableciéndose como sastre. Su negocio prospera, pero es poco el dinero que gana. Regala prácticamente casi todo lo que tiene. Pone aparte lo que necesita para su madre y sus hermanas, y el resto lo da a los pobres. Para él, la caridad y la solidaridad cotidiana son un constante crecimiento en el amor de Dios. Su deseo de seguir a Cristo le lleva a pedir ser admitido por los Capuchinos, pero su petición es denegada por ser delgado y de débil salud. Los Redentoristas llegan a Muro en 1749. Gerardo participa activamente en la Misión Popular y es conquistado por la vida de los misioneros. Pide ser admitido como miembro del grupo, pero el Superior, Padre Cáfaro, lo rechaza a causa de su salud enfermiza. Tanto insiste Gerardo a los misioneros que, cuando éstos están a punto de marcharse de la ciudad, el Padre Cáfaro aconseja a su familia que lo encierren en su habitación.

Con una estratagema que, en adelante, seguirá encontrando un eco especial en el corazón de los jóvenes, Gerardo anuda las sábanas de la cama y se descuelga por la ventana para seguir al grupo de misioneros. En la mesita deja un mensaje a su madre: “Voy a hacerme santo”. Recorre cerca de 18 kms. hasta alcanzar a los misioneros. “Llevadme con vosotros, dadme una oportunidad; y echadme a la calle si no valgo”, dice Gerardo. Ante tanta insistencia, al Padre Cáfaro envía a Gerardo a la comunidad redentorista de Deliceto, con una carta en que dice: “Les mando a otro hermano, que será inútil para el trabajo…”. Gerardo se enamora total y absolutamente de la forma de vida que San Alfonso, el fundador de los Redentoristas, ha previsto para los miembros de su congregación. Hace su primera profesión como Hermano laico redentorista el 16 de julio de 1752. La etiqueta de “inútil” no le durará mucho. Gerardo desempeña todo tipo de servicios en la comunidad: jardinero, sacristán, sastre, portero, cocinero, carpintero y albañil. Además, sus palabras mueven el corazón de la gente en las misiones, comprometido con el anuncio de la Buena Noticia.

En 1754, Gerardo experimenta una situación dolorosa, que muestra su extraordinaria confianza en Dios. Entre sus buenas obras está la de ayudar a las chicas que quieren ser religiosas. Neria Caggiano es una de estas chicas, pero después de tres semanas en el convento vuelve a casa, frustrada en su intento de ser religiosa. Para explicar su actitud, Neria decide salvar su propia reputación destruyendo a Gerardo. En una carta que dirige a San Alfonso, Neria acusa a Gerardo de mantener un romance con una joven. Gerardo es llamado por San Alfonso para que responda a tal acusación, y en lugar de defenderse, mantiene silencio para no parecer que se excusaba. El tiempo –dicen- pone a cada uno en su sitio, y no hay nada oculto que no llegue a saberse. Durante un año fue apartado de toda relación fuera de la comunidad y privado de participar en la Eucaristía. Pese a todo, confía en Dios y en que la verdad será conocida. Poco tiempo después, Neria enferma gravemente y escribe una carta a San Alfonso confesando que sus acusaciones contra Gerardo eran falsas.

Pocos santos son recordados por tantos milagros como los que se le atribuyen a San Gerardo. Lo más importante eran sus milagros para ayudar a los demás como, por ejemplo, devuelve la vida a un chico que se había caído desde una roca; bendice la escasa cosecha de una familia pobre y les llegará hasta la próxima siega; multiplica el pan que reparte a los pobres; camina sobre las aguas para conducir un barco lleno de pescadores y llevarlo a puerto seguro… Desde el comienzo, se le atribuyen muchos prodigios a favor de las madres, protegiéndolas en el embarazo, ayudándolas a tener un buen parto e inspirándolas en la educación de los niños. Las madres acudían con mucha confianza a él. Gerardo veía en cada nueva vida un don de Dios que se debe cuidar y proteger.

En 1755 le sobreviene una hemorragia junto con disentería. Sobre su puerta pone el siguiente letrero: “Aquí se hace la voluntad de Dios, como Dios quiere y hasta cuando Él quiera”. Muere al amanecer del 16 de octubre de 1755, en la comunidad redentorista de Materdomini. Cuando muere Gerardo, el Hermano sacristán toca la campana a fiesta en lugar de hacerlo con el tañido de difuntos. Se cuentan por millares los que se acercan para pasar ante el cuerpo de “su santo” y para llevarse un último recuerdo del que tantas veces les ha socorrido. Tras su muerte, se producen milagros en toda Italia, todos atribuidos a la intercesión de Gerardo. En 1893, el Papa León XIII lo beatifica, y el 11 de diciembre de 1904 el Papa San Pío X lo canoniza, proclamándolo Santo de la Iglesia Católica.

viernes, 1 de octubre de 2021

BUENAS NOTICIAS

Compartir mensajes de esperanza en estos tiempos de malas noticias de pandemia y de aislamiento es tan necesario, la información negativa ha llenado los medios, la desesperanza es constante y en el ambiente se nota gran desesperación por muchos factores. Una gran cantidad de la población ha sido seriamente impactada por los acontecimientos que debido a la pandemia hemos vivido y se ha instalado la tristeza y desilusión.

Hoy más que nunca, debemos poner nuestra mirada en Dios, sí, entre los millones de contagios, en la realidad descarnada y las pérdidas de algunos de los nuestros, no debemos perder el brillo de la esperanza. Ese que nos da la buena nueva, la novedad entra las malas noticias que surgen diariamente. Aunque la pandemia continúa haciendo estragos mortales, la economía mundial se ha desestabilizado y la falta de empleo sigue siendo una constante en muchos lugares del mundo, debemos compartir esperanza en todo momento y la buena noticia que significa la palabra: Evangelio, debe invitarnos a ser vivida, es tiempo de creer ¡Ahora es cuando! En estos momentos donde hay pocas cosas que nos inspiran y que nos llenan de angustia e incertidumbre, pero no debemos perder el mensaje esperanzador de Jesús en tiempos difíciles.

Buena Nueva, la expresión se ha hecho clásica para referirse al anuncio de salvación que Cristo ofrece con su vida y con su palabra a los hombres de buena voluntad. En una encuesta que realizó la revista U.S. Catholic entre un grupo de católicos estadounidenses, el 95% reconoció que predicar las buenas nuevas era una obligación cristiana. Pero casi todos afirmaron que la mejor manera de hacerlo no es hablando a la gente, sino sencillamente dando un buen ejemplo. Uno de los entrevistados señaló: “Predicar el evangelio es algo más que hablar y hablar; hay que vivirlo”. La revista explicó que muchos no dan testimonio de su fe debido a “la mala imagen que la Iglesia se ha hecho últimamente con sus escándalos sexuales y con sus polémicas doctrinas”.

De manera que a veces la buena nueva no se comparte, porque hay dificultades y complicaciones en el tema de creer en ellas, lo que pensamos y juzgamos son barreras que nos impiden dar esperanza a los hermanos. Si las aves del campo son importantes para Dios, cuánto más lo seremos nosotros sus hijos. Hace algunos años compuse un canto que dice: Mi Dios es grande, mi Dios es fuerte, yo lo amo y Él me ama a mí. Sin duda es una oración que en tiempos de dificultad nos recuerda que nuestro Dios nunca nos abandona, que siempre está en nuestras vidas y que debemos confiar a pesar de las dificultades. Confiar con sencillez en Dios, que sea nuestra fuerza, roca y corazón.

“Sálvanos, Señor, que ya no queda gente de bien, se ha perdido la lealtad entre los hombres. Se engañan unos a otros”. Tú, Señor, nos protegerás y nos librarás. Salmo 12 (11)… Al terminar de escribir esta columna, sucede un accidente en el metro de la ciudad de México donde más de 20 personas han perdido la vida, entre los pasajeros hay menores de edad, muchos más lesionados, una verdadera tragedia. Se declara luto nacional. Elevemos nuestras oraciones por los hermanos fallecidos que se transportaban ahí. Hoy quería reflexionar acerca de las buenas noticias y sucede esto en mi país.
 

Desde México en su segmento exclusivo “La Sencillez del Amor” Rafael Salomón.