miércoles, 18 de diciembre de 2013

SAN LORENZO

San Lorenzo (mártir), uno de los diáconos de la iglesia romana, fue una de las víctimas de la persecución de Valeriano en el año 258, al igual que lo fueron el Papa Sixto II y muchos otros clérigos romanos. A comienzos del mes de agosto del año 258, el emperador emitió un edicto ordenando matar inmediatamente a todos los obispos, curas y diáconos. Esta orden imperial se ejecuto inmediatamente en Roma. El 6 de agosto, el Papa Sixto II fue capturado en una catacumba y ejecutado de inmediato. Otros dos diáconos, Felicísimo y Agapito, fueron ejecutados el mismo día.

En el calendario romano de fiestas del siglo IV su fiesta coincide con dicha fecha. Cuatro días más tarde, el 10 de agosto del mismo año, Lorenzo, el último de los siete diáconos, también sufrió la muerte de un mártir. La muerte de este santo mártir es en esa fecha según el calendario de Filocalo para el año 354.

Desde el siglo IV, San Lorenzo ha sido uno de los mártires más venerados de la iglesia romana. Constantino el Grande fue el primero en erigir un pequeño oratorio sobre el lugar donde fue enterrado. El Papa Pelagio II (579-90) amplió y embelleció el lugar. El Papa Sixto III (432-40) construyó, en la cima de la colina donde fue enterrado, una gran basílica de tres naves cuyo ábside está apoyado en la vieja iglesia.

En el siglo XIII, el Papa Honorio III convirtió los edificios en uno y así es como se encuentra la Basílica de San Lorenzo hoy en día. El Papa San Dámaso (366-84) escribió un panegírico en verso que se grabó en mármol y se colocó sobre su tumba. Dos contemporáneos de este Papa, San Ambrosio de Milán y el poeta Prudencio, dieron detalles concretos sobre la muerte de San Lorenzo. Ambrosio relata cuando se le preguntó a San Lorenzo por los tesoros de la Iglesia, este, hizo comparecer a los pobres entre los que, en lugar de darles limosna, había repartido el tesoro; también contó que cuando se llevaban al Papa Sixto II para ejecutarlo, éste reconfortó a San Lorenzo que deseaba compartir su martirio, diciéndole que le seguiría en tres días.

El santo Obispo de Milán también explica que San Lorenzo fue quemado hasta la muerte en una parrilla de hierro. De igual manera, pero con más detalles poéticos, Prudencio describe el martirio del diácono romano en su himno a San Lorenzo. El encuentro entre San Lorenzo y el Papa Sixto II, cuando éste último iba a ser ejecutado, según el relato de San Ambrosio, no es compatible con los informes contemporáneos sobre la persecución de Valeriano. La forma en que fue ejecutado –quemado en una parrilla de hierro al rojo vivo—también hace surgir importantes dudas. Las narraciones de Ambrosio y Prudencio se basan más en la tradición oral que en escritos. Es bastante posible que entre el año 258 y el final del siglo IV surgieran leyendas populares sobre esté diácono romano tan venerado y que algunas de esas historias hayan sido preservadas por estos dos autores.

En cualquier caso, nosotros carecemos de medios para verificar en fuentes anteriores los detalles que derivan de San Ambrosio y Prudencio, o para establecer hasta que punto esos detalles se basan en la tradición histórica anterior. Probablemente, a principios del siglo VI se crearon otras versiones más completas sobre el martirio de San Lorenzo, y en estas narraciones muchos de los mártires de la Vía Tiburtina y de las dos Catacumbas de San Ciriaca en agro Verano y San Hipólito estaban relacionados de una forma romántica y totalmente legendaria.

Los detalles que se dan en estas Actas sobre el martirio de San Lorenzo y su actividad antes de su muerte carecen de credibilidad. Sin embargo, a pesar de las críticas a las últimas versiones de su martirio, no cabe duda de que San Lorenzo fuera un personaje histórico real ni de que el diácono fue martirizado; tampoco existen dudas sobre el lugar donde ocurrió ni sobre la fecha de su entierro. El Papa Dámaso construyó una basílica en Roma dedicada a San Lorenzo; ésta es la iglesia conocida como San Lorenzo en Dámaso. La iglesia de San Lorenzo en Lucina, también dedicada a este santo, aún existe. El día de San Lorenzo sigue siendo el 10 de agosto (fecha de su muerte). Aparece dibujado con la parrilla de hierro en la que se supone que fue asado hasta la muerte.

Cataluña

Es una comunidad autónoma española considerada como nacionalidad histórica, situada al nordeste de la Península Ibérica. Ocupa un territorio de unos 32.000 km² que limita al norte con Francia (Mediodía-Pirineos y Languedoc-Rosellón) y Andorra, al este con el mar Mediterráneo a lo largo de una franja marítima de unos 580 kilómetros, al sur con la Comunidad Valenciana (Castellón), y al oeste con Aragón (Huesca, Zaragoza y Teruel). Esta situación estratégica ha favorecido una relación muy intensa con los territorios de la cuenca mediterránea y con la Europa continental. Cataluña está formada por las provincias de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona. Su capital es la ciudad de Barcelona.

Antes de la formación de Cataluña, su territorio, consistente en una serie de condados fueron parte del patrimonio del rey de Aragón durante la Edad Media, conocido por la historiografía posterior como la Corona de Aragón. Tras la desintegración del Imperio carolingio, el condado de Barcelona, que había formado parte de la Marca Hispánica del Imperio, alcanzó una independencia de facto a finales del siglo X y consiguió agrupar en torno a él, mediante vínculos familiares o de vasallaje, a una parte importante de la actual Cataluña, principalmente los condados de Gerona, Osona, Besalú, Cerdaña y Ampurias. En el siglo XII, el condado de Barcelona y el reino de Aragón se unieron dinásticamente mediante los esponsales acordados entre Ramiro II de Aragón y Ramón Berenguer IV de Barcelona en 1137, por los que el conde barcelonés contraería matrimonio con la futura reina aragonesa Petronila. En el siglo XIV, ya como Principado de Cataluña, tuvo un destacado papel económico en el marco del comercio mediterráneo. Con el declive de la Corona decayó Cataluña, que no volvió a prosperar hasta la industrialización.

A partir del segundo tercio del siglo XIX se desarrolló la Renaixença, un movimiento cultural de recuperación del catalán como lengua de cultura. En las décadas siguientes fue tomando cuerpo el catalanismo político, que se agrupó en partidos como la Liga Regionalista y posteriormente Esquerra Republicana. Tras los primeros proyectos de autogobierno que culminaron primero en la Mancomunidad de Cataluña (1913-1923) y luego en la restauración de la Generalidad de Cataluña y aprobación del Estatuto de autonomía de Cataluña de 1932 durante la Segunda República, la Guerra Civil y el período franquista (1939-1975) supusieron, tanto en Cataluña, como en el resto de España, la anulación de las libertades políticas, que no fueron plenamente recuperadas hasta la Transición democrática y la entrada en vigor de la nueva Constitución española de 1978, en la que se reconoce la existencia de comunidades autónomas dentro de España. Al amparo de la Constitución se aprobó un nuevo Estatuto de Autonomía en 1979, posteriormente sustituido por el Estatuto de 2006, que tras algunas modificaciones dictadas por el Tribunal Constitucional en 2010, es el actualmente vigente.

En la proposición del nuevo Estatuto de autonomía, el Parlamento de Cataluña aprobó la definición de Cataluña como una nación.50 Sin embargo, ejerciendo sus superiores competencias, el Congreso de los Diputados enmendó esa propuesta y excluyó la definición de nación del articulado del nuevo estatuto (aunque se mantiene una referencia en el Preámbulo a lo que en su día aprobó el Parlamento catalán, del siguiente modo: La Constitución española, en el artículo segundo, reconoce la realidad nacional de Cataluña como nacionalidad). Asimismo, los legisladores catalanes, introdujeron otra referencia al carácter nacional de Cataluña amparado por el ordenamiento jurídico vigente se halla en el art.8.1 del Estatuto de Autonomía de 2006, al afirmar que Cataluña, definida como nacionalidad en el artículo 1, tiene como símbolos nacionales la bandera, la fiesta y el himno.

El independentismo catalán cobró fuerza inusitada en el último año y medio, mientras la crisis económica se cebaba con España. La primera gran señal de alerta fue la manifestación gigantesca que recorrió Barcelona en septiembre de 2012 por la conmemoración del Día de Cataluña. Este año la presión callejera se hizo sentir con una cadena humana de un millón de personas entre el valle del Ebro y los Pirineos.

Mas, líder de una coalición liberal de fuertes raíces en la burguesía catalana, intentó a fines de 2012 capitalizar el sentimiento nacionalista: disolvió el gobierno tres años antes de tiempo y convocó a nuevas elecciones con un programa de tinte soberanista. La jugada le salió mal. Retuvo el poder, pero con menos bancas y quedó atado al apoyo de ERC, la expresión más radical del independentismo.

El acuerdo anunciado expresa en parte la necesidad de Mas de mantenerse en el cargo. Sus aliados de izquierda habían amenazado con retirarle el apoyo si no hacía efectiva su promesa de llamar al referéndum en el simbólico 2014, cuando se cumplen 300 años de la fecha en que el nacionalismo conmemora la pérdida a manos de España de las instituciones propias de Cataluña.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

El Papa constituye una comisión de lucha contra la pederastia

El papa Francisco ha instituido una comisión específica para prevenir los casos de pederastia en la Iglesia, ha informado este jueves el cardenal de Boston, Sean Patrick O'Malley, en rueda de prensa.

De este modo, el Gobierno de la Santa Sede continúa con la decisión del papa Ratzinger de luchar contra los abusos de menores en el seno de la Iglesia, dijo el cardenal estadounidense, quien aseguró que la comisión instituida por Francisco ha sido propuesta por los cardenales encargados de estudiar la reforma de la Curia.

El conocido como 'G8 vaticano' -el consejo de ocho cardenales instituido por el papa Francisco para asesorarle en su reforma de la Curia- comenzó su segunda ronda de reuniones el pasado 1 de diciembre y el jueves 5 de diciembre, último día de consultas en las que ha participado el pontífice, varios de sus miembros han comparecido en rueda de prensa en el Vaticano.

O'Malley, integrante de este G8, explicó que esta comisión de lucha contra la pederastia en la Iglesia facilitará también ayuda psicológica a las víctimas e investigará los antecedentes penales de los religiosos y religiosas que trabajen con menores. Asimismo informará a la Santa Sede del estado de las víctimas de abusos sexuales por parte de religiosos y junto con las Conferencias Episcopales de todo el mundo sugerirá un plan de medidas a adoptar cuando se den casos de pederastia en el seno de la Iglesia católica.

Además, deberá seleccionar personal adecuado para llevar a cabo esta lucha contra el abuso sexual de menores, para la protección y la seguridad de los niños y niñas, para gestionar las relaciones de la Iglesia con las víctimas y para asesorarlas legalmente. Otros deberes de la comisión, según anunció O'Malley, serán adoptar directrices y normas de prevención para la protección de los niños, además de crear una serie de programas de formación para el personal que trabaje con menores de edad.

Esta comisión será además la encargada de estudiar a los futuros sacerdotes y propondrá protocolos que indiquen la idoneidad de los hombres para desarrollar un ministerio pastoral, códigos de conducta profesional, controles de sus certificados de antecedentes penales y un estudio psiquiátrico. La Iglesia católica colaborará con las autoridades civiles para señalar y denunciar los casos de abusos sexuales a menores, dijo el arzobispo de Boston.

Así pues, según el cardenal O'Malley, la Santa Sede colaborará con expertos investigadores en métodos de prevención de este tipo de abusos, una colaboración, añadió, que estará guiada por superiores religiosos.

Pese al anuncio del Vaticano, la composición y las competencias de esta nueva comisión serán comunicadas por el propio papa Francisco mediante la emisión de un documento específico.

Los ocho cardenales reunidos en consejo en el Vaticano con el pontífice han continuado estudiando las diversas congregaciones que componen la Curia romana. "Hemos estudiado diversos dicasterios. Comenzamos a hacer algunas recomendaciones, pero nuestro trabajo prácticamente no ha empezado", aseguró O'Malley.

El G8 vaticano está formado por los cardenales Giuseppe Bertello, Francisco Javier Errázuriz Ossa, Oswald Gracias, Reinhard Marx, Laurent Monsengwo Pasinya, Sean Patrick O'Malley, George Pell y Andrés Rodríguez Maradiaga, aunque el papa se reservó la posibilidad de variar su número en el futuro.

El subte porteño cumple 100 años

Dos viejos vagones de madera serán el símbolo de los festejos por los 100 años del subte al cumplirse el aniversario de la inauguración de la Línea A, que le dio impulso a toda la red de subterráneos de la ciudad de Buenos Aires. Los centenarios coches estarán expuestos en la estación Plaza de Mayo, para que la gente vuelva a estar en contacto con su historia, con la marca de los años y la melancolía que provocaba verlos circular.

Ambos son parte del lote de 96 coches belgas que salieron de circulación en enero del 2013 y que les dieron paso a otros más sofisticados. Fueron restaurados durante meses por un equipo de expertos, que realizaron un trabajo artesanal y puntilloso con el objetivo de mantener su historia intacta. Y serán devueltos a los usuarios, que podrán tenerlos cerca durante una jornada de festejos en la estación Plaza de Mayo. Allí, además de los antiguos vagones, hubo una muestra fotográfica y audiovisual sobre la historia del subte junto a una banda sinfónica de 46 músicos.

De los coches belgas La Brugeoise a los vagones chinos CNR de la actualidad pasaron millones de pasajeros que los utilizaron a diario, entre los que se encontraban personajes de la cultura, la música y de la sociedad en general. Recuerdan los historiadores que los escritores Roberto Arlt y Leopoldo Lugones fueron pasajeros ilustres. Quizás hoy el más reconocido de ellos sea el papa Francisco, que viajaba sentado en los asientos de madera cuando aún era el cardenal Jorge Bergoglio.

La Línea A tiene una rica historia que se inició el 1º de diciembre de 1913 cuando fue inaugurada, pero que comenzó a gestarse en 1898 entre proyectos, leyes y ordenanzas relacionadas con el transporte ferroviario subterráneo, en tiempos en los que aumentaba la cantidad de pasajeros que utilizaban el tranvía.

En las crónicas de los diarios de la época quedó plasmado que el 14 de diciembre de 1913, el primer día habilitado al público, viajaron unas 170.000 personas en la línea A que unía Plaza de Mayo y Plaza Miserere. En ese momento se puso fin a una obra que demandó 26 meses y que había comenzado el 15 de diciembre de 1911, para construir lo que se convirtió en la primera red de subterráneos de América del Sur y la 13a. en el nivel internacional, ya que el servicio sólo funcionaba en ciudades como Londres, Atenas, Berlín, Boston y Nueva York.

Al mismo tiempo que se iniciaba la construcción de los túneles sobre la Avenida de Mayo, asignada a la Compañía de Tranvías Anglo Argentina en 1909, en Bélgica comenzaba la fabricación de los coches de madera que dos años más tarde fueron enviados a la Argentina en barco.

Unos 1500 operarios excavaron 440.000 metros cúbicos de tierra, utilizados luego para rellenar las zonas bajas aledañas al cementerio de Flores y la avenida Vélez Sarsfield. También se usaron 31.000.000 de ladrillos, 108.000 barricas de 170 kilos de cemento, 13.000 toneladas de tirantes de hierro y 90.000 metros cuadrados de capa aisladora.

La primera etapa de la línea, entre Plaza de Mayo y Miserere, fue inaugurada por el presidente de entonces, Roque Sáenz Peña, acompañado por el intendente municipal Joaquín de Anchorena. Cuatro meses después se presentó la ampliación hasta la estación Río de Janeiro y 90 días mas tarde quedó terminado el tramo hasta Primera Junta.

Los últimos y definitivos cambios son contemporáneos, ya que en 2008 se amplió el recorrido con las estaciones Puán y Carabobo, en los barrios de Caballito y Flores. Dicho proyecto de construcción demandó la instalación de vías, la construcción de un centro de potencia, el cableado y la catenaria, la instalación de escaleras mecánicas y ascensores, y el sistema de señales. La línea se completó en 2013 con la inauguración de San José de Flores y de San Pedrito.

El 8 de enero de 2013, Las Brujas, como se los conoce los coches belgas, corrieron por última vez por las vías de la Línea A y pasaron a formar parte del patrimonio histórico, con una protección judicial sobre el lote total, con un proyecto para definir su reutilización.

30 Años de Democracia

Era el 10 de diciembre de 1983. Son las 8.03 y Argentina vive un día histórico. 42 días antes, se había votado a Raúl Alfonsín y esa mañana asumía formalmente la presidencia. No era una mañana cualquiera para nadie. Por un lado, los militares dejaban el Gobierno esperando una amnistía. A su paso, habían dejado la quema de todos los documentos que señalaban cuál había sido el destino de los desaparecidos, siete años de corrupción y una deuda pública multiplicada varias veces.

Del otro lado, estaba la esperanza de millones de argentinos que volvían a disfrutar de la democracia, de libros sin leer, de pensamientos sin expresar, de música que hasta ese momento era imposible de escuchar. Fue por eso que el discurso de Alfonsín fue interrumpido varias veces por lo aplausos y llevó a que durara una hora. A las 9.10, el Himno Nacional se escuchaba por primera vez en más de siete años bajo el símbolo de la democracia.

Era el primer día de Alfonsín como presidente y desde el Congreso, el radical, acompañado por su mujer, fue aclamado hasta Plaza de Mayo, donde una multitud lo esperaba frente a la Casa Rosada. Hasta ese lugar fueron llegando los presidentes de diferentes países que no querían perderse un día de fiesta.

Luego del mediodía vendría otro discurso de Alfonsín, pero esta vez desde los balcones del cabildo.

Estas fueron sus palabras:

“Compatriotas: Iniciamos todos hoy una etapa nueva de la Argentina. Iniciamos una etapa que sin duda será difícil, porque tenemos toda la enorme responsabilidad de asegurar hoy y para los tiempos la democracia y el respeto por la dignidad del hombre en la tierra argentina.

Sabemos que son momentos duros y difíciles, pero no tenemos una sola duda, vamos a arrancar los argentinos, vamos a salir adelante, vamos a hacer el país que nos merecemos. Y lo vamos a poder hacer, no por obra y gracia de gobernantes iluminados sino por esto que la plaza está cantando, porque el pueblo unido jamás será vencido.

Una feliz circunstancia ha querido que este día en que los argentinos comenzamos esta etapa de 100 años de libertad, de paz y de democracia, sea el Día de los Derechos Humanos. Y queremos, en consecuencia, comprometernos una vez más: vamos a trabajar categórica y decisivamente por la dignidad del hombre, al que sabemos hay que darle libertad, pero también justicia, porque la defensa de los derechos humanos no se agota en la preservación de la vida, sino además también en el combate que estamos absolutamente decididos a librar contra la miseria y la pobreza en nuestra Nación.

Este es un saludo nada más, y no hubiera sido completa la fiesta de la democracia argentina –por lo menos para mí- si no hubiera contado con la posibilidad de encontrarme nuevamente con ustedes para ratificar una vez más que soy el servidor de todos, el más humilde de los argentinos.

Me comprometo nuevamente a trabajar junto con todos ustedes para concretar los objetivos que hemos pregonado por toda la extensión de la geografía argentina, y hacer ciertos esos objetivos que los hombres que nos dieron la nacionalidad nos presentan como un mandato que ahora sabemos está al alcance de nuestras manos.

Entre todos vamos a constituir la unión nacional, consolidar la paz interior, afianzar la justicia, proveer a la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que deseen habitar el suelo argentino”

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Dr. Juan Carlos Finlay

Le llamaban con sorna "el hombre de los mosquitos", casi todos los médicos estadounidenses durante la intervención norteamericana en Cuba, se burlaban de él calificándolo de "maniático". Pero a pesar de que aún hoy la verdad frecuentemente se escribe confusa, la gloria de haber descubierto, y probado, que el mosquito Culex era el único agente transmisor de la fiebre amarilla, pertenece únicamente al Dr. Carlos Juan Finlay y Barres, nacido en Cuba.

El Dr. Finlay, el más profundo e intenso investigador de la fiebre amarilla, concluyó que entre un sujeto infectado y otro sano, había un agente independiente que transmitía la enfermedad. Católico practicante, le confió a un sacerdote que una noche mientras rezaba el rosario, le llamó la atención un mosquito zumbando a su alrededor. Entonces se le ocurrió investigar a los mosquitos.

Se estima que son entre 600 y 700 las variedades de estos insectos. Con sus modestos medios fue capaz de identificar al Culex o Aedes Egypti, más aun, descubrió que era la hembra, ya fecundada de esa especie, la que transmitía la enfermedad.

Sin nombrar al insecto porque aún no había realizado las pruebas, habló de su hipótesis de un agente transmisor en la Conferencia Internacional de Sanidad, celebrada en Washington D.C. el 18 de febrero de 1881. Su declaración fue recibida fríamente. Nadie formuló una sola pregunta.

De regreso a Cuba, en junio de 1881, hizo que un mosquito Culex hembra, infectado, picase a un voluntario sano, apto para reproducir experimentalmente la enfermedad. Repitió la experiencia en otros 4 casos.

Todos enfermaron aunque él, conociendo cuáles eran las etapas más y menos peligrosas, tuvo la precaución de no probar casos en los que la vida de los sujetos corriera peligro. Por el contrario, descubrió también que el individuo picado una vez por un mosquito infectado, quedaba inmunizado contra futuros ataques. De allí nació la sueroterapia de la fiebre amarilla: inyecciones subcutáneas de suero de individuos inmunizados.

El 14 de agosto de ese año, ya comprobada su hipótesis, presentó ante la Academia de Ciencias Médicas de La Habana, su trabajo "El mosquito hipotéticamente considerado como agente transmisor de la fiebre amarilla".

Aunque el Dr. Finlay era conocido y admirado en México, España, Rusia, Francia, Inglaterra, Alemania (hablaba español, inglés, francés y alemán) era conocido por trabajos suyos en publicaciones científicas, en revistas y periódicos, tanto en su vida estudiantil de joven, como en su vida profesional, tuvo que vencer variados obstáculos erigidos a propósito. No había estudiado en España, sino en Francia y Estados Unidos. Era "un advenedizo" en su propia patria.

El 1 de agosto de 1900, Finlay entregó en La Habana a los médicos de la comisión, huevos del mosquito Culex, los expedientes de los 104 experimentos que ya llevaba realizados. Les explicó cómo realizarlos cuidadosamente. Ellos comenzaron su trabajo el día 11, pero sin creer en los postulados de Finlay. El Dr. Reed se fue a un congreso sanitario en Indianápolis, el soldado William D. Sean y el Dr. Carroll se dejaron picar en broma por mosquitos infectados. Ambos enfermaron con síntomas de fiebre amarilla y ambos sobrevivieron. El 13 de septiembre el Dr. Lazear, de 34 años, aplicaba mosquitos a voluntarios cuando uno de los insectos infectados se le escapó y se posó en su mano. El lo vio pero como no creía en lo que estaba haciendo, se dejó picar. Murió de fiebre amarilla el día 25. No se habían molestado en leer las instrucciones de Finlay.

El Dr. Reed, quien ya llevaba un mes fuera de Cuba sin ocuparse de la investigación, fue cablegrafiado. La "teoría" del Dr. Finlay había quedado demostrada. En Estados Unidos se inició inmediatamente una intensa campaña para impedir que la gloria se la llevara el médico cubano. El mejor candidato era el Dr. Reed. Este había experimentado con el mosquito y había descubierto que era el transmisor de la fiebre amarilla.

No pudieron. En México, Brasil, España, Italia, Gran Bretaña, Alemania, Francia, sabían la verdad y no se quedaron de brazos cruzados. Entonces la versión cambió: el Dr. Reed había probado la "teoría" del Dr. Finlay. A lo largo de 20 años éste había inoculado 104 personas; la comisión solamente a 11. Reed murió repentinamente de un ataque apendicular en 1902.

En La Habana, la Academia de Ciencias Médicas, que durante 20 años había relegado el trabajo de Finlay, a pesar de haber presentado éste numerosos trabajos posteriores, ahora reclamaba "el honor de compartir la gloria con nuestro querido miembro, el Dr. Carlos Finlay". Por otra parte, el Dr. William Crawford Gorgas, médico militar que había llevado a cabo una encomiable labor de saneamiento en Santiago de Cuba, pero no había podido erradicar la fiebre amarilla, fue nombrado Jefe Superior de Sanidad en La Habana en diciembre de 1898.

Aunque no creía en la tesis de Finlay parece haber sido un hombre recto y honesto: se lo decía sinceramente a Finlay. Limpió La Habana, la saneó. Pero los casos de fiebre amarilla aumentaban en lugar de disminuir. El no lo entendía. Pidió a Finlay que le ayudara a conseguir médicos cubanos familiarizados con la fiebre amarilla. Así se creó la Comisión Cubana de la Fiebre Amarilla, la cual incluía a Finlay, quien no podía convencer a Gorgas de aplicar sus preceptos: guerra al mosquito y aislamiento de los enfermos.

La enfermedad continuaba avanzando. Cuando al fin Gorgas decidió probar, la fiebre amarilla desapareció de la isla en sólo 7 meses. Totalmente convencido, Gorgas aplicó los mismos principios indicados por Finlay al ser enviado a sanear el Istmo de Panamá, en donde se construiría una de las más grandes obras de ingeniería realizadas por el hombre: el Canal de Panamá.

Había sido iniciativa de un grupo de hombres de negocio franceses. El grupo fracasó y se fue en bancarrota. El Istmo de Panamá era en esos días uno de los peores focos infecciosos del mundo: fiebre amarilla, malaria, peste bubónica. Cuando el gobierno de Estados Unidos adquirió el derecho en 1904 a construir el canal y a operarlo, comprendió que habría que sanear la zona porque los obreros enfermaban, morían, o simplemente rehusaban arriesgarse a trabajar allí.

La obra del Dr. Carlos Finlay fue una gran contribución a la ciencia y a la humanidad. En memoria de él, el 3 de diciembre fue instituido como Día del Médico en varios países de América.