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LARIMÓN es uno de los íncubos más citados en libros prohibidos y grimorios, lo cual ha hecho pensar a muchos que se trata del primero de su especie, y acaso el amante más aventajado de todos. En el oscuro tratado de DEMONOLOGÍA SOBRE SUCUBOS E INCUBOS de LUDOVICO MARÍA SINISTRARI, se dice que la belleza y la perfección masculina de LARIMÓN no son elementos decisivos para obtener, casi sin esfuerzo, el amor y la pasión de todas las mujeres que caen bajo su influencia. El verdadero punto fuerte de LARIMÓN reside en el conocimiento intuitivo e infalible de las fantasías femeninas, sobre todo de las fantasías inconfesables.
Favorecido por este contexto, la tasa de aciertos de LARIMÓN es casi perfecta. Cuanto más clara y evidente se vuelve para LARIMÓN. Justamente por eso se dice que las caricias de LARIMÓN son inolvidables. Y sus amantes, que alaban entre gemidos la pericia del íncubo, desconocen que fueron ellas mismas quienes diseñaron cada acrobacia, cada inciso, cada vértigo.